La Roma imaginaria de Hidrogenesse
Hidrogenesse es uno de los grupos más singulares de la escena musical española y, a la vez, uno de los más admirados. El próximo 27 de enero publican Roma (Austrohúngaro, 2015), un disco que recopila canciones antiguas que se habían ido quedando guardadas mientras sus autores se dedicaban a otros proyectos musicales, como el homenaje a Alan Turing titulado Un código binario dudoso (2012). Ahora esas canciones salen a la luz por primera vez partiendo de nuevo de lo concreto para llegar a lo general, al nosotros. Todo un proceso que ahora se materializa y que Genís Segarra y Carlos Ballesteros explican en esta extensa entrevista.
Su nuevo disco se titula Roma. Decidieron el nombre cuando viajaron allí en 2010 ¿Cuál fue la razón?
Carlos: Sí, hicimos un viaje de turismo. Teníamos unas canciones un poco viejas ya en aquella época (ahora lo son aún más) y no teníamos muy claro cómo queríamos llamar a aquellas canciones. Habíamos participado en una exposición en la Fundació Joan Miró en la que hicimos una especie de exposición arqueológica. Allí presentamos una canción sobre Terenci Moix y ese fue el punto de inicio.
Genís: Creíamos que sería un EP sobre Egipto. Luego nos pensamos que igual tenía que ser sobre Hollywood: teníamos a Moix, una canción sobre Elizabeth Taylor y otra que nos inspiró la película de La Momia, que es El hombre de barro… no teníamos muy claro lo que estábamos haciendo. Así que pensábamos llamarlo Ruinas o algo así. Al estar en Roma nos dimos cuenta que queríamos hacer un disco como esa ciudad en la que se mezclan siglos distintos, caótica y viva, no como un museo de arqueología. Roma era la palabra que nos iba bien.
Las terminaron en la Real Academia de España en Roma en 2014 ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar en dicha institución?Real Academia de España en Roma
G: Fuimos invitados por un becado, porque los residentes pueden invitar a otros. Estuvimos una semana allí y nos auto-impusimos los deberes de terminar las canciones en ese tiempo. Queríamos acabarlas de una vez y tocarlas allí el último día, tal y como quedasen. En el salón de conciertos tienen un piano y nos pasábamos ahí las mañanas afinando y terminando las canciones.
C: El amigo que nos invitó, Anibal Santaella, está haciendo un proyecto sobre unas ruinas que hay allí y os pidió que pusiéramos la música para una proyección suya. Nos vino muy bien tener una fecha límite. Cuando volvimos a Barcelona cambiaron algunas cosas, pero en realidad las canciones ya estaban acabadas.
G: Además como el disco se iba a llamar Roma era como de coña. Aunque no se hubiese llamado así hubiésemos aceptado igual la colaboración y poner la música para su vídeo pero de repente era como cosa del destino.
Pusieron banda sonora al vídeo mencionado y al día siguiente presentaron sus canciones en un recital ¿Quién estaba entre el público en Roma?
G: Pues estaban los becados y luego las señoras que van a este tipo de cosas que se hacen en un lugar social tipo “cursos de castellano”. Les interesa todo y a nosotros nos encantan.
C: También vinieron amigos que estaban por allí. Era San Juan y dijeron “¡Que estos se van a Roma!” y se juntaron unos de Madrid, otros de Barcelona..al final había como una pandilla y algún fan que casualmente vive en Roma y se pasó también.
Su disco anterior Un código binario dudoso tuvo mucho éxito de premios y de público ¿No sintieron un poco de vértigo al sacar un disco nuevo?Un código binario
C: No, porque parte de ese éxito era ajeno. Hay una capa de añadidos con respecto a un disco normal nuestro.
G: Sí, la gente nos puede decir que es lo mejor, que es increíble. Pero nosotros sabemos que parte del éxito es porque se basa en hechos reales. Es como cuando a los actores les nominan a los Oscar cuando hacen de feos o han perdido 40 kilos. Eso se le añade a lo que es actuar…
C: Y ganas un Oscar.
G: Nosotros ganamos los Oscar sabiendo eso. Yo no sé si esas canciones que están en ese disco son las mejores canciones que hemos hecho. No lo creo. Estamos súper contentos con él y desde el día que lo terminamos nos ha permitido ir a sitios a actuar poco habituales como conferencias científicas, por ejemplo. Pero sabíamos que el siguiente disco iba a ser de canciones sueltas, que cada una tendrá su gracia o no. Pero el interés sería por las canciones.
Tienen dos colaboraciones en el nuevo disco. Una con Joel Gibb de The Hidden Cameras y otra con Jérémie Orsel, del grupo Dorian Pimpernel ¿Cómo surgieron?
C: En algunos discos de Kraftwerk hay canciones en las que una frase está en un idioma y otra en otro. Ellos grababan en inglés pero también en alemán, por ejemplo. Nos apetecía esa cosa de mezclar y por eso tiramos de conocidos. Joel iba a pasar un fin de semana aquí y se lo propusimos. Jérémie Orsel, grabó su parte en París y nos envió el material. Nos cuadraba incluir muchos idiomas en esta amalgama. Incluso hay una canción en castellano y catalán.
Hacen una referencia a Álvaro Pombo en la canción Aquí y ahora. Ya había aparecido en el libreto de Animalitos ¿A qué se debe esa preferencia por el escritor?Aquí y ahoraAnimalitos
G: Bueno, en el libreto de Animalitos lo metimos nosotros. Nos escribió una carta en la que ponía “Queridos Carlos y Genís” y nosotros lo recortamos y cogimos su caligrafía como si fuesen nuestras firmas. Son mitomanías absurdas. En la nueva canción hablamos de cerrar los ojos y creerte que está todo contigo y fuimos metiendo cosas. De hecho esa fue la letra más difícil de terminar, porque bien podía tener 25.000 versos o con decir “aquí y ahora” ya bastaba. Nos costó mucho decidir cuántas eran las cosas que había que meter y que se entendiese. La canción se nos ocurrió de viaje. De repente estás ahí en la campiña, aislado sin tele, sin Internet, lejos de todo y empiezas a pensar en esas cosas que llevas contigo.
Entonces sí se debe a una admiración especial
G: Sí. De adolescente lo empecé a leer y me marcó mucho el poso ético que tiene. Le conocí de casualidad, porque una amiga estaba paseando por Barcelona, lo vió, le paró por la calle y le dijo: “Espérese un momento, señor Pombo”. Me llamó por teléfono para que fuese y me planté allí. Estuvimos charlando con él y después nos escribimos unas cartas. Con Astrud también le usamos, porque Manolo tituló un disco con una frase suya “Tú no existes”. Siempre me acompaña.
¿Van a hacer gira con el disco nuevo?
G: Vamos a hacer conciertos. Nosotros no somos un grupo grande con management, ni queremos que nuestra vida se convierta en la vida del rock’n’roll. De momento tenemos que empezar a prepararlos para ver qué canciones se adaptan, es el momento de volver a trabajar.
C: Sí que nos apetece presentar las canciones pero no queremos estar en furgonetas porque toca o hacer un disco por lo mismo. Todavía no lo hemos anunciado del todo pero este año nos han llamado para ir a Sudamérica: a Buenos Aires, Santiago de Chile y a Perú. Tenemos muchas ganas.
En sus canciones siempre se aprecia una crítica social de trasfondo ¿Lo hacen de manera consciente?
G: El comentario es inevitable. El tema de todas nuestras canciones es el escapismo, de lo que queremos dejar de sufrir
C: Como casi no son canciones sentimentales, lo que nos interesa es lo de fuera, lo que nos rodea, no estamos mirando hacia adentro. Aunque metemos muchas cosas de las que nos fascinan, siempre miramos hacia afuera.
G: Nos gusta mucho la cosa del grupo. El hablar en plural. Nos gusta mucho oírlo y nos gusta mucho hacerlo porque la gente se puede añadir al plural. Quizás por eso hay un punto de comentario social, ese “somos”.
Últimamente el debate sobre si la música tiene que ser política está muy presente, de ahí la pregunta anterior
G: Es que lo que tiene que ser es lo que el músico quiera. Lo peor que puede pasar es que alguien diga lo que se tiene que hacer. Eso es repulsivo. Lo mismo la gente que dice que la música no es para monsergas políticas y eso no se puede hacer que la gente que dice es que solo os miráis el ombligo y teneis que hablar de los temas sociales. Es como si le dices a un novelista lo que tiene que hacer. Eso qué es ¿Una revolución cultural? No me gusta, me parece terrible. Nos gustan grupos que están políticamente muy implicados y nos gustan grupos que para nada. Y también es que ¿Qué es el indie? hay tantas cosas que discutir... hay mucha maldad en esos discursos.
C: Juzgar a una persona por la música que escucha no nos parece interesante.
G: De la misma manera que hay ese discurso de que el gusto te viene dado por tu situación social: tú no eliges que te gusten The Magnetic Fields, sino que te gustan porque eres blanco, de clase media, etc. Ese es un discurso que puede tener parte de razó. Pero otro que sea como yo estoy muy preocupado por lo que está pasando y quiero que otros participen en asambleas y tal. Y resulta que odias a los Magnetic Fields y descubres que te gusta la cumbia. Pues igual no te gusta la cumbia, igual has aprendido a disfrutar de la cumbia porque estás en ese entorno. Igual vale al derecho que de al revés.
¿Se puede vivir de la música teniendo un sello (Austrohúngaro), editando a gente y de vuestros discos nada más?Austrohúngaro
C: Bueno, nosotros podemos porque somos un caso especial, porque lo compartimos todo, vivimos juntos y sólo somos dos en el grupo. También hacemos otras cosas como las producciones de otros grupos o portadas para discos.
G: Si tuviésemos que hacernos cargo cada uno de una familia, de un gato, de pagar el alquiler… pues posiblemente no. Y si fuésemos cuatro en el grupo sí que sería imposible. Cuatro personas viviendo de esta cosa tan precaria no se puede. También influye que no tenemos intermediarios y cuando hacemos un concierto nos quedamos entero el caché. Eso también hace que toques menos y quizás en peores condiciones pero, al menos, es más sostenible. Nos podemos hacer nuestros números nosotros muy fácil. Se trata de ir haciendo todo lo que salga y controlarlo todo. Los derechos de las canciones las controlamos nosotros y es la única manera.
C: La única manera que sabemos nosotros. No nos podemos quejar.
¿Y con el trabajo como productores se sienten cómodos?
C: Sí, nos ha gustado pero porque fue con gente con la que nos apetecía trabajar, grupos parecidos a nosotros. Todavía no se ha dado el caso de producir a gente que no conocemos de nada, que simplemente fuese un trabajo.
G: No es lo que somos. Hemos aprendido a producir, a grabar o a masterizar porque no tenemos dinero para pagar a nadie y llega un punto que llevas tantos años haciéndolo que la gente confía en tí para trabajar. Como con Single o Lidia Damunt, que repetiríamos. O con Espanto, que nos vamos a poner a trabajar con ellos enseguida para otro nuevo disco.
¿Qué proyectos tienen ahora con el sello?
C: Pues el nuevo disco de Espanto, que tienen mucha canciones hechas en casa. Hay que escoger las que van a ir, ver la manera de grabarlo, qué se graba en Barcelona y qué en Logroño...se será nuestro trabajo durante este año cuando volvamos de Sudamérica.
¿Y con Chico y Chica? Mucha gente está esperando algo nuevo de ellos
G: Son muy independientes, muy suyos. Se lo hacen todo ellos y no aceptan intervenciones ni en las canciones ni en las portadas. Les tenemos mucho respeto, aunque nos encantaría poder obligarles a grabar canciones que nosotros hemos oído porque estábamos ahí pero luego no las quieren grabar.
C: A nosotros nos gustaría mucho meter mano, pero como son mucho más artistas que nosotros pues…
Hay una frase en el nuevo disco que dice “Grupos que nunca se separaron, grupos que nunca se separarán” ¿Es una autorreferencia?
G: Claro. Es el espejo en el que te quieres mirar. Y también por ese rollo de los grupos cuando se separan, que es algo tan feo. Pueden dejar de hacer cosas, pero no dan un manifiesto de “el grupo se ha separado”. Si no haces eso, aunque no hagas cosas, el grupo sigue ahí, nunca se separará. Es lo que queremos decir. Sin embargo, los grupos que se separan y después vuelven, eso no me vale. Si los Magnetic Fields si nunca más graban un disco pero tampoco sacan un manifiesto sobre que se han separado, por mi bien. Estarán ahí en el olimpo de los grupos vivos y perfectos.
C: Grupos como por ejemplo Sparks, que son 2 hermanos que llevan desde el 69 haciendo canciones y aún están ahí. Cada vez que hacen algo te sorprenden o te dan envidia…
G: La frase también es un homenaje a la pareja. Si vas en pareja cuando llega el fin del mundo, sobrevives. Si vas sólo, no. Como en el arca de Noé, todo ahí en parejas.