“Se acabó el superhéroe, Kase.O mete la pata, sufre y llora”
A Javier Ibarra (Zaragoza, 1980) le estaban esperando. Tenía una deuda con el rap. Se fue un día cualquiera hace cuatro años a Colombia, “a encontrar la esencia del hip-hop”. Antes de eso estuvo en el jazz, con los magnéticos; y antes de eso con Sergio, David y Rubén, los Violadores del Verso. Ahora vuelve solo, con un disco íntimo y sincero que le ha hecho llorar a veces, reír otras y encontrarse consigo mismo.
Kase.O es único. También es un icono del rap. En Latinoamérica tiene legiones de fans, en España, millones. En Zaragoza es la mejor marca de la ciudad. Casi 10 años después, saca disco: El Círculo. Tenía la mayor parte de la portada pensada desde hace cuatro años, la mitad de las canciones escritas hace dos. Ibarra resucitó en Vistalegre el octubre pasado, pero como él suele decir, “vuelvo a volver en septiembre”. Un círculo.
El pasado sábado, dos días después de colgar en Twitter el nuevo single, Juan Carlos Monedero tuiteó tu canción acompañada de un extraño mensaje. ¿Qué te pareció?Juan Carlos Monedero tuiteó tu canción
Una opinión normal como otra cualquiera. Como todas las que pusieron ese día al ver el vídeo. Ni me hizo especial ilusión ni me enfadó. Guay que le haya gustado la canción. Tampoco lo entendí, no sé muy bien lo que quiere decir eso. Pero entiendo que le gustó, ¿no? Si no, no lo tuitearía. Para mí es igual que si lo hubiera escrito cualquier otro intelectual o político. Pero es bonito siempre que alguien público se haga eco, te hace ilusión.
Antes del tuit de Monedero vino uno tuyo, horas antes de lanzar el single, en el que decías que lo cancelabas. Hubo quien te creyó capaz de no lanzar el disco. ¿Qué pasó por la cabeza de Kase.O para publicar eso?Hubo quien te creyó capaz de no lanzar el disco
Fue una broma. Se lo decía a mi manager: “Solo he sacado el disco para hacer esto”. Yo que tampoco tengo mucho control de las redes ni me meto tanto, sé que es muy fácil causar polémica y escándalo. Me permití el lujo de lanzar esa 'bombita'. [Se ríe] Lo puedo hacer y lo hago. Tampoco estuve pendiente luego, no seguí la calamidad que produjo. Las redes para hacer bromas están guay. No hay que tomarse tan en serio esto, la gente tiene arrebatos. En este caso era premeditado y a sabiendas, pero al día siguiente se olvida el tuit. Y ya no lo digo por el mío, lo digo por muchas reacciones que ocurren a veces en caliente y que no hay que darles tanta importancia. Son redes sociales y somos anónimos. Somos personajes todos.
Mucha gente conectó el tuit con una frase que pronunciaste el año pasado en Madrid, durante el concierto en el Palacio de Vistalegre [“No me mola nada de lo que hago, me estoy rayando mucho”]. ¿Han seguido esas rayadas hasta ahora?durante el concierto en el Palacio de Vistalegre
Ahí, en el momento que lo dije, fue la culminación de la crisis. La rayada han sido los dos últimos años hasta aquí. La autoexigencia, la presión, las expectativas que había... No las podía asumir ni gestionar. No sabía para quién estaba haciendo el disco ni por qué.
Cada frase que escribía me parecía una mierda, cualquier MC que oía me parecía el mejor. Me puse el nivel de autocrítica muy alto y cuando ocurre eso la cagas. Porque vas presionado: no solo en el momento de crear, sino en tu vida normal; y estás autocriticándote todo el rato.
¿Qué ha pasado desde esos dos años de los que hablas hasta ahora?
Más que escribir ha sido gestionar, gestionar y gestionar: “¿Por qué haces esto?, ¿Qué es lo que te gusta?, ¿Qué música vas a usar?, ¿Vas a grabar lo mismo de siempre?” Me llegaban ritmos, no me identificaba, no me representaba. Ese ha sido el proceso, el encontrarme. Habré escuchado más de 2.000 ritmos, pero no me inspiraban. Nadie me daba los dos acordes que necesitaba. Tuve que autoproducirme varios temas [8 exactamente]. Fue todo presión, pero ahora no veas lo libre que estoy.
¿Cómo has conseguido liberar esa presión?
Siendo sincero. La gente decía “que vuelva el Kase.O de los 90” o “que vuelva el Kase.O que tal...”. No. Dejadme en paz. Esto no es para vosotros, yo mando. Yo voy a ofreceros. No voy a dar lo que pedís. Y al final tuve el control. La solución fue ser sincero, que no es fácil. Lo que quiero es dejar un legado para mí, para mi familia, para mis amigos, para mi generación incluso.
Tengo 36 palos, eso es lo que pienso. Tengo 17 canciones que han salido de las entrañas. He llorado escribiéndolas, nunca me había ocurrido. He luchado con fantasmas y he tenido que escarbar dentro de mí para ser sincero. Siempre pinté a Kase.O como un semidios. No exploré nunca la persona; y es que soy tan vulgar cuando bajo del escenario...
Me sorprendían sentimientos, quería humanizar a Kase O. Se acabó el superhéroe. No, ese gacho es una rata, 'co'. Mete la pata, sufre y llora. Quería sacar a ese, aunque me daba vergüenza confesarme.
Me gusta la música, voy a hacer alquimia con las palabras. Voy a enseñarme yo a mí mismo. No va a ser un “Oh Poseidón el del furioso tridente...”. Eso es lo más fácil. Yo soy el dueño de Kase.O, así que me lo llevé a hacer versos oscuros. Algunas canciones ni las puedo rapear fríamente. Me emociono y estoy al borde del llanto en alguna. La sinceridad es tan rara de ver que puede gustar.
¿Has sentido en algún momento que estabas autosugestionándote para complacer al fan?
No lo describiría así. Me he autocriticado, eso sí. El arte es expresarte a ti mismo y rasgar la realidad si puedes. Con el jazz lo pasé mal por otras razones. Por el cambio de estética y por la fusión, que no sabía si iba a ser muy aceptada. En este caso era como... “El gran disco de Kase.O”, “El súper esperado disco de Kase.O”. ¿Qué coño les doy? ¿Volteretas en el aire? No. Si es que no les quiero dar nada, esto tiene que ser mío.
Y precisamente por eso 'co', por todas las voces que me hablaban este disco, incluso la mía. Y no es el último disco. También pensaba, “joder tío, que puedes sacar un disco luego, no tienes que dejar aquí toda tu esencia”. Y aún así está casi toda mi esencia aquí.
El año pasado, ToteKing dijo a este diario que “El boom del rap no va a volver”. ¿Se está apagando la llama del rap en España?“El boom del rap no va a volver”
No. Está con gente muy activa y muy buenos contenidos. No veo que esté peor que antes: creo que está incluso mejor. Hay buenos productores y buenos rimadores, mejores que antes incluso. ¡Solo faltaría que fueran peores que los de antes! Me gustaría que hubiera más respeto entre los nuevos y los viejos, eso sí. Que se entendiera que el enemigo es otro y que no es el rap ni las tendencias.
Yo también he tenido 15 años y he sido un radical y un capullo y he criticado todo lo que había. La escena no la veo mal, es muy underground. Sí que veo que ya no hay tantos grupos haciendo giras y que puedan llenar salas como en tiempos ha. Pero hay gente buena por ahí, 'co'. Ahora ha bajado un poco el nivel, pero aún así hay gente que lo peta. Lo veo como siempre, igual de bien o igual de mal.
¿Y qué hay del rap político? ¿Necesario en la sociedad que vivimos actualmente?
Por supuesto. Gracias a Dios hay un poco de crítica social y de conciencia política o crítica. Puedes simpatizar más o menos con las formas, el mensaje o la postura, pero está claro que estos gachos están llenando un espacio no había en el rap cuando yo empecé. Un espacio en el que hay que estar comprometido, que es difícil, en el que puedes meter la pata. ¿Que es muy radical el mensaje? Si no existieran Los Chikos del Maíz, Pablo Hasel o Arma X es que estaríamos muy dormidos...
No simpatizo con la izquierda radical o el comunismo. Tengo mis dudas, pero agradezco que no se callen y que den palos a los que se lo merecen, me sabe a gloria. Sería muy duro que con la chapuza que hay ahora mundial o estatal los chavales no dijeran nada. A pesar de que se nos bombardea con mucha superficialidad, se ven sus documentales y tienen sus experiencias. También hay mucha política de barrio, gente que se está expresando. No hay tanto egotrip realmente. Hay experiencias y está muy bien.
¿Viste el beef entre C. Tangana y Nega de Los Chikos del Maíz?beefC. Tangana y Nega
Preferiría que no se hubiera producido.
¿Por qué?
Porque es absurdo, no es personal. Está basado en una metedura de pata. Mi beef con Metro era personal. Era una movida que se tenía que solucionar así, sí o sí. Pero esto se les ha ido de las manos. Somos todos hermanos y a veces hay que reconocer los errores. Pero ya te digo, preferiría que no se hubiera producido porque me caen guay los dos y me gusta la música de los dos. El enemigo es otro. No es C. Tangana ni son Los Chikos del Maíz. El rap nos une, no nos separa. Y si te ha quitado la novia pues dale un cachete o hazle una canción. Pero, ¿gratis? Que los beefs tienen que ser por algo personal.
Cualquiera puede vestir de Lacoste o de Polo Ralph Lauren. Todos los raperos de EEUU visten Tommy Hilfigher incluso. ¿De qué estamos hablando? Vaya par. Para mí es un poco infantil, pero a la vez que entiendo que se diviertan con esto, que ha sido muy morboso. Hoy en día, imagínate lo que hubiese sido mi beef con Metro en las redes. Mejor que hagan las paces.