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Feliz Día Internacional del Derecho a la Blasfemia

Una imagen del Día Internacional del Derecho a la Blasfemia

David Sarabia

¡Me cago en Dios! Y hoy podemos decirlo porque es el Día Internacional del Derecho a la Blasfemia y, por tanto, insultar, criticar, reír, ironizar, negar o blasfemar acerca de Dios, el Papa y Mahoma está permitido y hasta obligado. El anfitrión de esta “fiesta”, que se lleva celebrando desde 2009, es el Center for Inquiry -Centro por el conocimiento- estadounidense, cuya sede se encuentra en Nueva York y que dirige Ronald Lindsay. Eligieron como fecha de celebración el día 30 de septiembre en homenaje al periódico danés Jyllands Posten y sus polémicas viñetas caricaturizando a Mahoma, en 2005.

En la primera edición, celebrada hace seis años, Ronald Lindsay y los suyos organizaron marchas de gente disfrazada por las calles de las principales ciudades estadounidenses. También programaron charlas, lecturas e incluso un concurso en el que invitaban a la gente a llevar carteles o mensajes cuyo contenido pudiese ser visto como blasfemo por la sociedad. El ganador se llevó una camiseta con el eslogan “Faith is no reason” -La fe no tiene razón de ser-. “Sostenemos que las creencias religiosas deberían ser objeto de examen y crítica justamente como las orientaciones políticas lo son”, dijo Lindsay en una entrevista a la CNN.

A pesar de no contar con mucho peso en el espectro sociopolítico de EEUU, el Center for Inquiry cuenta con más de 100.000 seguidores a lo largo y ancho de todo el mundo. “La misión del Centro por el Conocimiento es implementar una sociedad secular basada en la ciencia, la razón, la libertad de investigación y los valores humanos”, aseguran en su página web. Llevan seis años luchando por el derecho a criticar y a satirizar las religiones, temas que han ampliado hasta defender el derecho de libre discurso o la defensa de aquellas personas que son perseguidas, encarceladas y atacadas por motivos políticos.

Denunciar la blasfemia con libertad de expresión

De hecho, las últimas actividades del CFI se están centrando más en esta última faceta: la de denunciar y perseguir las injusticias. Ha sido este miércoles, con la celebración del Día Internacional de la Blasfemia, cuando la organización presidida por Lindsay ha lanzado una web que lleva por título Campaign for Free Expression -Campaña por la libertad de expresión- donde pretenden dar voz a todas aquellas personas o grupos que han sido víctima de sus gobiernos por ir en contra de la religión.

El caso de las tres Pussy Riot que fueron detenidas y encarceladas en febrero de 2012 por grabar un vídeo en la catedral de Moscú al grito de “Echemos a Putin”, quizá sea el más conocido de la lista. Sin embargo, hay otros, como el de Raif Badawi, un bloguero de Arabia Saudí que fue detenido y condenado a 1.000 latigazos más diez años de cárcel por insultar al Islam. Actualmente, aún se halla preso en las cárceles del país asiático y cuenta con una campaña en redes sociales bajo el hashtag #FreeRaif que lucha por su liberación. En eldiario.es ya publicamos una carta de su esposa, Ensaf Haidar, denunciando la flagelación y la pena de cárcel a la que se hallaba sometido. Asia Bibi, Alber Saber o Rimsha Masih, entre otros muchos, completan la lista de “blasfemos” que, desde CFI, pretenden seguir aumentando hasta denunciar todos los casos del mundo.

En contra de lo que pueda parecer, en Europa hay al menos nueve países en los que no se puede insultar a la religión. Desde Austria a San Marino, pasando por Dinamarca, Grecia o Italia. Además, en los territorios donde impera la Sharia o ley islámica, blasfemar contra Mahoma se castiga hasta con la muerte. En España, aunque según el artículo 16.3 de la Constitución “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”, el artículo 525 del Código Penal considera “escarnio” de “sentimientos” religiosos, “dogmas”, “creencias” o “ritos o ceremonias”. De igual forma, hasta seis estados de los EEUU todavía cuentan con leyes que sancionan la blasfemia.

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