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Un guionista de Miramax, sobre Weinstein: “Todo el puto mundo lo sabía”

Harvey Weinstein

David Sarabia

Scott Rosenberg, uno de los guionistas de Beautiful girls y Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto, ha hablado sobre Harvey Weinstein. Él trabajó en Miramax Films en los 90, en la productora que el magnate creó en los 80 junto a su hermano Bob.

El guionista ha escrito un post en Facebook que ya ha convertido en privado después de comprobar el revuelo que ha generado. A pesar de ello, la web Playlist ha conseguido rescatarlo antes. Ahí reconoce que “todo el puto mundo lo sabía” y que mucha gente en la industria se dedicó a guardar silencio durante años sobre la conducta de Weinstein por el poder que este tenía.

“Harvey y Bob hicieron mis dos primeras películas”, empieza Rosenberg, que explica que con apenas 30 años “estaba seguro de haberme dado de bruces con el oro”. Con algún que otro gesto nostálgico, Rosenberg comienza recordando “los días de gloria en Tribeca, las viejas oficinas estrechas, la maravillosa banda de ejecutivos y asistentes, los cineastas que no paraban de hacer negocios... Los hermanos querían crear una 'familia de las películas'”.

“Hablé con vosotros de ello”

El guionista dice que “todo el puto mundo lo sabía”. Aunque rechaza hablar sobre violaciones (“nunca oímos nada de eso”), sí que explica que mucha gente en la industria estaba al corriente de “cierto tipo de conducta bastante agresiva que era espantosa. Sabíamos sobre sus apetencias, su fervor, su apetito. No había ningún secreto en torno a su voraz codicia; como un ogro glotón de los Hermanos Grimm”.

Rosenberg, que explica que todo se basaba “en promesas vagas de posibles papeles en películas”, también señala que “hubo muchos que sucumbieron a sus voluminosos encantos. Queriendo. Lo que seguramente solo le llevó a lanzar su fétida red incluso más al fondo”.

Para el guionista de Cosas que hacer en Denver cuando estas muerto, el comportamiento de Weinstein “es la cosa más censurable que uno se pueda imaginar”. Pero también tiene palabras para la “corriente de absurdo rechazo y condena que ahora rompe contra las costas del derecho y la rectitud en mareas de justicia de mierda”.

El extrabajador de Miramax interpela directamente a todas esas personas que, como él, lo sabían: “Os vi. Hablé con vosotros sobre ello. Con vosotros, grandes productores; con vosotros, grandes directores; con vosotros, grandes agentes; con vosotros, grandes financieros. Y con vosotros, los grandes jefes de los estudios rivales; con vosotros grandes actores; con vosotras, grandes actrices; con vosotras, grandes modelos. Con vosotros, los grandes periodistas; con vosotros, los grandes guionistas; con vosotros, grandes estrellas del rock; con vosotros grandes restauradores; con vosotros, grandes políticos. Os vi. A todos. Dios ayúdame, estaba allí con vosotros”.

“Yo también fui cómplice. No hice una mierda”

Los escándalos sexuales de Harvey Weinstein fueron destapados por el diario The New York Times a principios de este mes. El productor, además, fue expulsado de la Academia de Hollywood hace cuatro días. El exguionista de Miramax continúa en su post de Facebook entonando el mea culpa por él y por todos los que, como él, sabían de los abusos del productor.

“Quizá no supiéramos el grado. La magnitud del horror. Las violaciones. Tampoco que se la metía a la pared, ni que se follaba a las plantas. Pero sabíamos algo. Sabíamos que algo estaba burbujeando debajo. Algo odioso. Algo podrido”, continúa el guionista.

Rosenberg se pregunta “¿Qué queríais que hubiéramos hecho? ¿Que fuéramos adónde? ¿Las autoridades? ¿Qué autoridades? ¿La prensa? Harvey tenía toda la prensa ¿Internet? No había Internet o un facsímil razonable ¿Deberíamos haber llamado a la policía? ¿Y decirles qué?”.

El también guionista de Beautiful girls recuerda los Premios Oscar y los Globos de Oro de algún año, cenas con famosos y estrellas del rock. Además, explica que algunas de sus amigas actrices alguna vez le hablaron sobre “espantosas reuniones de hotel” o de “repugnantes sobeteos en albornoz y de masajes”.

En el largo post, Rosenberg termina pidiendo perdón “a todas las mujeres que tuvieron que sufrir esto. Lo siento eternamente”. También reconoce estar avergonzado porque “al final, yo también fui un cómplice. No dije una mierda. No hice una mierda. Harvey no fue otra cosa que maravilloso conmigo, así que cogí mis recompensas y mantuve la boca cerrada. Y por eso, una vez más, lo siento”.

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