Hasta la lluvia respeta a Foo Fighters
Suele decir Dave Grohl a los pocos minutos de comenzar un concierto que su grupo tiene muchas canciones, y que ellos simplemente siguen tocando. Es un mantra que él y sus compañeros llevan a rajatabla: no dejan de tocar ni una de sus grandes canciones para implicar al público al máximo.
El Mad Cool 2017 no ha sido una excepción, y puede que la banda del exbatería de Nirvana haya puesto el listón muy alto para todos los que les seguirán en los dos días que quedan de festival. Hasta la lluvia ha parado de caer a borbotones casi dos horas antes de que ellos saliesen al escenario. Y es que es muy difícil que cualquier banda del mundo supere a Foo Fighters en directo. O que alguien sea capaz de ofrecer un espectáculo mejor que el de los norteamericanos este jueves.
A Grohl también le gusta recordar a los que van a verles que los Foo Fighters llevan muchos años juntos. Ya son 22, como él mismo ha dicho, en los que han superado todo tipo de baches y peleas (algo que admiten en documentales como Back & Forth). Pero quizá uno de sus éxitos es que las rencillas internas jamás se ven sobre el escenario. Simplemente, Grohl dispone y Taylor Hawkins desde la batería le secunda para comandar a sus otros cuatro integrantes. Son ellos dos los que han movilizado, a base de temas míticos, a las miles de personas que han ido a verles actuar durante una noche que pintaba de chubasquero y charcos. Y son los responsables de que cualquiera haya encontrado su momento en las casi dos horas y media de música en directo.
Desde el principio han sonado canciones con casi 15 años de vida como Everlong, Learn to Fly o The Pretender, que avanzaban lo que iba a ser este concierto: un show en el que la banda norteamericana ha tirado de su repertorio y ha dejado de lado su trabajo más reciente. Todo por ser conscientes de que Sonic Highways no cuenta con el respaldo en directo de sus anteriores discos, como sí pasó con Wasting Light. Es de éste último de donde han salido más temas destinados al público de Madrid, como Rope, Arlandria, These Days o Walk. Tambien White Limo, en un homenaje indirecto al ya fallecido Lemmy Kilmister, que protagonizó el videoclip del mismo.
La novedad también ha tenido espacio, aunque solo uno. Run, el último single que han lanzado, ha sonado en Mad Cool y hasta ha contado con gran acogida entre un público que esperaba un cierre épico. Esta esperanza respondía a que justo antes han sonado Times Like These y All my Life, dos de las canciones más importantes de la historia de la banda y donde por momentos se escuchaba más a los de abajo que a los que estaban en el escenario. Antes, Skin & Bones y Wheels han dado un respiro a “los fans de Foo Fighters”, a los que Dave Grohl ha dedicado ambas. Lo mismo que ha pasado con My Hero, que ha sido el momento de los más seguidores más puristas.
Ese colofón tan ansiado ha sido con la canción que más lágrimas provoca entre sus seguidores. Casi 10 minutos de Best of You, con miles de personas totalmente entregadas a la causa de una de las canciones más relevantes de la historia del rock a pesar de tener solo 12 años de vida. Han sido los tiempos de un festival los que les han impedido seguir, ya que Foo Fighters alcanza con facilidad más de tres horas en concierto. Por eso había voces lamentando la ausencia de algún bis.
Más allá de tocar, solo ha habido un momento político en todo el concierto: cuando el líder de la banda ha pedido que todos se preocupasen de cuidar a “la madre naturaleza”. Esa a la que le ha agradecido que la lluvia parase. Porque hasta la lluvia les ha respetado en el que probablemente ha sido el mejor directo de todo el Mad Cool 2017.
Grohl ha admitido que llevaban demasiado tiempo sin venir a España. Tanto que Madrid no lo pisaban desde hace justo seis años, cuando ofrecieron uno de los mejores conciertos que se recuerdan en la ciudad. Lo hicieron en un Palacio de Deportes con sobreaforo en la pista, donde se vivieron momentos de agobio debido a que aún no existían las restricciones de afluencia en ésta que ahora son norma. Como también suele repetir, el exbatería de Nirvana ha prometido que volverán pronto. Fiarse de él es como apostar a que un 90% de su setlist no estará repleto de las canciones que más éxitos le han dado a él y a los Foo Fighters. Y que siga así.