Fin del culebrón: el FBI anuncia que el iPhone del terrorista de San Bernardino ha sido desbloqueado
Ni una semana ha tardado el FBI en desbloquear el iPhone del terrorista de San Bernardino. La ayuda de Cellebrite, la empresa de tecnología israelí elegida por el bureau federal estadounidense, ha significado el fin del culebrón del invierno. Lo ha anunciado el Departamento de Justicia de los EEUU, en un informe dirigido al juez que instruye el caso. En él afirman también haberlo hecho sin la ayuda de Apple. El CEO de la empresa, Tim Cook, ya renunció a crear una puerta trasera cuando estalló la polémica en febrero.
“El FBI ha accedido con éxito a los datos guardados en el iPhone del terrorista de San Bernardino y, por lo tanto, ya no necesita la ayuda de Apple”, indicó en un comunicado la portavoz del Departamento de Justicia, Melanie Newman. El teléfono, un iPhone 5c perteneciente al terrorista Syed Farook que mató a 14 personas en diciembre ha sido el desencadenante de un debate en torno a la ciberseguridad. La semana pasada, el FBI canceló una audiencia con Apple prevista para el martes, pidiendo retrasarla para el día 5 de abril. El motivo: ya había encontrado una “tercera parte” ajena al gobierno que le ayudaría a desencriptar el teléfono.
“El gobierno ha pedido al Magistrado de Riverside (California) que anule la orden por la que el FBI le pide ayuda a Apple para desbloquear el iPhone”, asegura el fiscal federal Eileen M. Decker en un comunicado. Y continúa: “Nuestra decisión para finalizar el litigio está basada en el hecho de que, con la reciente ayuda de una tercera parte, ahora somos capaces de desbloquear ese iPhone sin comprometer la información contenida en el teléfono. A pesar de haber completado este paso en la investigación, seguiremos explorando cada pista y buscando cualquier proceso legal apropiado para asegurarnos de que nuestra investigación recopila todas las pruebas relacionadas con este ataque terrorista”.
Un caso que termina, un debate que no tiene fin
El FBI, amparándose en una ley del año 1789 -la All Writs Act-, le pidió a Apple crear una puerta trasera para el teléfono. El bureau federal de investigación quería, en primer lugar, desactivar el mecanismo de autodestrucción del teléfono, que salta después de errar 10 veces al introducir el código pin; y después, obligar a Apple a crear un software que generase las 10.000 combinaciones posibles hasta encontrar la correcta. Días después, supimos que las autoridades federales querían desbloquear otros 12 iPhone más.
El Gobierno estadounidense aseguró que sigue siendo “prioritario” el asegurar que los agentes de la ley puedan obtener información digital “crucial” para proteger la seguridad nacional y la seguridad ciudadana, ya sea mediante la cooperación de las partes implicadas o recurriendo a los tribunales cuando la cooperación falla.
“Seguiremos persiguiendo las opciones disponibles para esta misión, incluida la cooperación de los fabricantes y confiando en la creatividad tanto del público como del sector privado”, afirmó el Departamento de Justicia en el citado comunicado.