Un hombre jura ser el creador del iPhone y demanda a Apple

Un hombre de Florida asegura que Apple le ha copiado sus ideas para lanzar tres de los dispositivos más vendidos de la historia. El lunes, Thomas S. Ross presentó ante la Corte Federal del Distrito Sur del estado una demanda en la que pide 10.000 millones de dólares y unos royalties por valor del 1,5% del total de las ventas de iPhone, iPad y iPod en todo el mundo a la compañía de la manzana. Según su versión, el think different de la empresa se ha aprovechado por completo de su idea. También asegura haber sufrido un “grave daño irreparable”.

Ross se queja de que la multinacional creada por Steve Jobs y sus dos socios en 1976 le copió unos bocetos que diseñó entre mayo y septiembre de 1992. Los dibujos presentaban un dispositivo que se asemeja a un ERD -Electronic Reading Device. En español, un dispositivo de lectura electrónico-. En la demanda, Ross asegura ser “el primero en diseñar ese dispositivo” unos 15 años antes del primer iPhone y, por tanto, se considera el precursor de ese concepto.

Thomas S. Ross, que vive en Miramar, al norte de Miami, está convencido de que el sistema operativo de Apple, iOS, plagia a su invento del año 1992. Tanto el iPhone como el iPod y el iPad copian, según la demanda sobre derechos de autor, ideas suyas reseñadas en varios bocetos que realizó en cinco meses de 1992.

Las ilustraciones del demandante muestran características que posteriormente se convertirían en comunes años después en prácticamente todos los smartphones. Entre estas características están la pantalla táctil, la navegación de fotos y vídeos, así como las posibilidades de almacenamiento de información. Los bocetos también recuerdan al característico diseño del iPhone al tratarse de un rectángulo con los bordes redondeados que reflejan “un diseño nunca antes visto en un dispositivo anterior a 1992”. Algunos elementos adicionales incluyen un diseño plegable de doble pantalla, celdas solares y un teclado en dos partes.

La demanda y el abandono de la misma

“Ross contemplaba un dispositivo que permitiese leer historias de una sola vez, novelas, artículos de noticias, así como dibujos, ver presentaciones en vídeo o incluso películas, en una pantalla táctil fina que fuera plegable. Él también imaginó que pudiera incluir funciones comunicativas como teléfono o módem, capacidades de entrada y salida para permitir al usuario escribir notas y ser capaz de almacenar historias y escribir materiales utilizando almacenamiento interno y externo. También ideó que el dispositivo pudiera tener baterías e incluso estar equipado con paneles solares”, aseguran los abogados del demandante en la denuncia presentada ante la Corte Federal de Florida.

Ross había solicitado en noviembre de 1992 una patente en la Oficina de Patentes y Marcas de EEUU, pero esta agencia la declaró “abandonada” en 1995. El motivo: el demandante no pagó las tasas correspondientes que le exigía la oficina. Hace dos años, decidió volver a la carga y llevó sus dibujos de nuevo ante la misma Oficina. Ahora, Ross pide un juicio. Pero, si el caso es desestimado por el jurado, no se descarta que Apple llegue a un acuerdo extrajudicial con él y le ofrezca una pequeña cantidad de dinero.