Jugar con Google AdWords casi le cuesta 100.000 euros a un niño
El gato Silvestre no se ha comido al pequeño Piolín. En la ficción nunca lo hace, pero una cosa son dibujos animados y otra es una multinacional tratando de ganar dinero a toda costa. Google no cobrará finalmente los más de 100.000 euros que le reclamaba a un menor de 12 años de Torrevieja (Alicante) por utilizar su servicio AdWords.
El chico abrió este verano una cuenta en Google AdWords con la colaboración de un amigo, tres años mayor que él. Su propósito era el de convertirse en un youtuber famoso, pero se equivocó y en lugar de registrarse en el portal de vídeos, lo hizo en el servicio de anuncios de Google. Los cargos se sucedieron desde agosto hasta el pasado 26 de septiembre. Al principio se trató de 50 euros, aunque después las cantidades fueron in crescendo. El último recibo fue de 78.000 euros, el lunes pasado.
Tras el revuelo causado, la compañía ha confirmado en un comunicado que no reclamará el pago: “Hemos analizado este caso y no hemos recibido dinero por parte de este usuario. Vamos a proceder a cancelar el saldo pendiente de AdWords”.
Los padres del menor pueden respirar tranquilos: si Google no hubiese rectificado “además de esos 100.000 euros, en el contrato existe un interés pactado del 2% anual”, explica a eldiario.es Fernando Fraile, el abogado de la familia. Por lo que habrían tenido que pagar mucho más a la multinacional.
Pedir el DNI en el garito (o en AdWords)
Según AdWords, “si no hay visitas, no hay coste”. El servicio de publicidad funciona en base a los clicks que obtenga un anuncio. Para indexarlo, el buscador necesita de unas palabras clave que luego relacionará con las búsquedas de los usuarios, mostrándoles el anuncio en cuestión. Son los resultados promocionados que vemos al realizar una búsqueda en Google o las cajas presentes en determinadas webs en las que pone Promoted by Google.
Para darse de alta en el sistema, Google exige un presupuesto inicial. Además de eso, requiere que el usuario introduzca una dirección de correo, el sitio web que desea promocionar y un número de cuenta. Nadie con menos de 14 años puede registrarse en Google, y nadie con menos de 18, en AdWords. Lo explica la multinacional en su página de restricción de uso por edad. Sin embargo, en ningún momento vela porque esto se cumpla: no pide que el usuario introduzca su DNI, por lo que no puede comprobar su identidad.
Según el abogado de la familia, “cualquier contrato, ya sea civil, mercantil o laboral exige que se la persona se identifique debidamente. En este caso no hay esa exigencia y de ahí ha nacido todo el problema”.
De hecho, Google tiene un protocolo para comprobar si alguien es quien dice ser: en su F.A.Q. explica que puede solicitar el DNI a una persona o una transferencia mínima a un número de cuenta para comprobar que el usuario es menor de edad.
Mamá, quiero ser youtuber
youtuberEn España hay más niños de 10 a 15 años que utilizan Internet que usuarios de ordenador. El menor alicantino no es una excepción, ya que administraba una web de contenido musical ahora ya borrada. Con los youtubers en el horizonte, él también creyó que podría ser rico, y para ello pensó que lo mejor sería cobrar por los contenidos a cada usuario y que estos, a su vez, promocionasen su página web en Internet. Lejos de la idea original, el menor terminó pagando por cada anuncio que AdWords colocó en Internet promocionando su sitio.
El banco de la familia alertó a principios de agosto a la madre del menor de que se estaban produciendo cargos anómalos en la cuenta de su hijo. El menor pensaba que estaba ganando dinero, cuando en realidad lo estaba perdiendo. La madre cuenta a Información que pensó que se trataba “de una cosa de críos”, ya que le dijo que “quería ser youtuber”.
“Los niños, al ver lo que habían generado, pensaron que borrando todo se acabaría el problema”, explica Fraile. Google ya ha comunicado que no cobrará la cuantiosa suma a la familia, pero el susto no tiene precio.