Ahora el FBI se ofrece para desbloquear iPhones al resto de organismos policiales
El FBI ya se ofrece a desbloquear más iPhones y otros dispositivos en general. No es que hayan montado una tienda de electrónica; es que los engranajes de la política Israel-EEUU llevan engrasados a la perfección desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, lo que hoy propicia cosas tales como que el gabinete presidido por James Comey tenga en nómina a una empresa de “soluciones forenses” de ese país desde 2013. Estas curiosas casualidades hacen que Cellebrite haya sido la primera empresa del mundo en desbloquear el iPhone de Syed Farook, el terrorista de San Bernardino. Y el misterio es tal porque fue el propio gobierno estadounidense quien insistió hasta 19 veces en que solo Apple podía hacerlo.
Pero ya hemos visto que no. Lo dijo Edward Snowden antes de que el FBI anunciara la semana pasada que habían desbloqueado el teléfono: “Hay técnicas de laboratorio desde 1990 para atacar dispositivos de hardware como este en el que tú puedes clonar el chip del aparato y entrarle de otras maneras”. Y es que, como el exagente de la NSA aseguraba, la cuestión aquí no era que el bureau federal quisiese entrar a ese teléfono en particular -cosa que también- es que el FBI quería establecer el precedente legal para entrar a todos los teléfonos en general.
No han ganado el caso porque, como ya explicamos, Apple tiene mejores abogados que el FBI. Los de Comey han seguido al pie de la letra esa frase de “una retirada a tiempo es una victoria segura”, consiguiendo de Cellebrite lo que demandaban de Apple, a pesar de insistir en que solo los de Tim Cook podían hacerlo. Han anunciado el éxito, el desbloqueo del iPhone 5c mediante una técnica secreta de la que nadie sabe nada y que les ha proporcionado acceso al teléfono. Y todo esto a pesar de que probablemente en él no haya nada de valor, como dijo el jefe de policía de San Bernardino.
No han ganado el caso, no. Pero Apple tampoco. Y ahora, el FBI sopesa si debería compartir ese método de desbloqueo en el que Cellebrite ha tenido mucho que ver, con las autoridades locales y estatales de los EEUU, según el Washington Post. “Hay un deseo de ir hacia adelante y ayudar a la policía estatal y nacional”, decía un alto oficial de policía al diario estadounidense. Cómo han desencriptado el móvil no lo han dicho. La propia empresa israelí ya ha declinado en más de una ocasión hacer comentarios, cosa que no ha hecho más que aumentar los rumores en torno al cómo y al qué han hecho.
“Estamos juntos en esto”
El comunicado del FBI ha sido remitido a las autoridades estatales y locales de los EEUU y fue publicado el sábado por BuzzFeed. “Desde que recuperamos el iPhone de uno de los terroristas de San Bernardino el 3 de diciembre, el FBI buscó métodos para garantizar el acceso a los datos almacenados en él”, dicen los federales. “A mediados de marzo un parte ajena probó ante el FBI que existía un posible método de desbloqueo del iPhone. El método para desbloquear ese iPhone específico tuvo éxito”, dicen en la nota.
“Por favor, sabed que seguiremos haciendo todo lo posible para ayudaros tanto en las restricciones legales como políticas que os puedan surgir. Contáis con nuestro compromiso de que mantendremos un diálogo abierto con vosotros. Estamos juntos en esto”, se despiden los de Comey. Un anuncio de asistencia técnica en toda regla. Un anuncio que permite al FBI recordar -y recordarse- que, aunque no han ganado en los tribunales sí lo han hecho sobre el papel. Que no necesitan a Apple ni a la NSA para desbloquear un teléfono. Y, sobre todo, que son autosuficientes: tanto como para meter bajo su paraguas al resto de autoridades del país y tenderles la mano. Ya no es un caso solo de los federales. Ahora es una cuestión de estado. Los otros doce teléfonos que esperan en el pabellón Edgar Hoover de Washington no vieron nunca tan cerca su desbloqueo.