Desbandada en el PP
Tres altos cargos de la Conselleria de Educación, otro de la Conselleria de Agricultura y todo un exvicepresidente de la Generalitat han abandonado el gobierno valenciano o las Corts en apenas cinco días.
Aunque las dimisiones, en casi todos los casos, han sido presentadas por los manidos “motivos personales”, la explicación que flota en el ambiente es otra: el cansancio –hartazgo, incluso- de gestionar una administración en quiebra, con amplia contestación social y bajo los siglas de un partido con pésimas expectativas electorales.
Eso explicaría las renuncias, al unísono y a apenas nueve meses del fin de la legislatura, de tres altos cargos de la Conselleria de Educación, el departamento dirigido por María José Catalá, la nueva portavoz del Consell y valor en alza del PP.
Educación, que ya ha nombrado sustitutos aparentando normalidad, ha deslizado, sin embargo, que los dimisionarios iban a ser destituidos en el próximo pleno del Consell a celebrar el viernes, día y lugar donde se suelen formalizar los cambios en el gobierno valenciano.
El miércoles también dimitió Eduardo Primo, director del IVIA, el organismo de la Generalitat dedicado a la investigación en el mundo de la agricultura. Y cinco días antes lo hizo Vicente Rambla, diputado raso y vicepresidente de la Generalitat con Francisco Camps. Rambla, imputado por el caso Gürtel, se dedicará a tiempo completo a la abogacía, a la que ya se dedicaba a tiempo parcial.
Más de una decena de abandonos
Las recientes salidas elevan a más de 10 el abandono del gobierno valenciano de altos cargos. Uno de los primeros fue José Marí Olano, que dejó su cargo de portavoz del PP en las Corts Valencianes para dedicarse, también a la abogacía.
Y uno de los últimos, Bruno Broseta, que en abril abandonó la secretaría autonómica encargada del sector público empresarial. Por el camino, otros cargos –el número 2 de Agricultura, por ejemplo-dejaron el gobierno valenciano para trabajar en el sector privado. Los tres cargos de Educación dimitidos volverán, previsiblemente, a sus plazas de funcionario. Quién puede, o muchos de los que pueden, abandona la administración del PP.
