Fabra se pone al frente de la manifestación de los empresarios
Ninguneado permanentemente por el gobierno central, la Generalitat intenta capitanear la rebelión de los empresarios valencianos contra Mariano Rajoy, al que el lunes acusaron de discriminar a la Comunitat Valenciana vía inversiones ridículas y una financiación claramente discriminatoria.
De urgencia, Alberto Fabra convocó ayer a los principales empresarios valencianos para comunicarles que apoya sus reivindicaciones y que las trasladará, junto con ellos, al Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con el que, al parecer, se ha acordado una cita en julio. El día y lugar aún está por concretar.
Fabra está en una situación política muy complicada. Pésimas expectativas electorales para el PP, una Generalitat camino de la quiebra y un gobierno de su mismo partido que, lejos de atender sus reivindicaciones de más dinero, le pide más “ajustes y eficiencia”.
En ese contexto, la revuelta empresarial ha sido providencial para Fabra, que ahora habla abiertamente de un “lobby valenciano” para reclamar un mejor trato del Estado. “Por supuesto, el Consell encabeza y lidera esa reivindicación”, dice el presidente, que agradece que los empresarios “se sumen a la reivindicación”.
Los patrones, sin embargo, creen que el gobierno valenciano convocó la reunión a “consecuencia directa” de la denuncia de los empresarios y no rebajan sus críticas al gobierno. La discriminación en inversiones y financiación “es una decisión política” y “si no se soluciona es porque no quieren”, dice José Vicente González, presidente de Cierval.
Tras el esperpéntico acto de la sociedad civil de octubre, parece que parte de la sociedad civil real se moviliza.
