¿Por qué la Generalitat Valenciana está en quiebra?
Los datos a cierre de 2012 son incontestables. La Generalitat es la autonomía más endeudada con respecto al PIB (29%, casi 30000 millones), es líder regional en el incumplimiento del déficit (3,5% del PIB) y gasta anualmente un 40% más de lo tiene (15.000 millones en gastos por 10.500 de ingresos).
Las consecuencias de este desaguisado son claras: 5.000 millones en deudas a proveedores, a pesar de los adelantos proporcionados por Madrid, impagos generalizados (organizaciones sociales, farmacéuticos, institutos tecnológicos…), despidos en empresas públicas y recortes por doquier.
Sencillamente, no hay dinero. Con sus ingresos, la Generalitat puede atender el pago de las nóminas de los funcionarios y poco más, como reconoce el Conseller de Hacienda del Gobierno Autonómico. “Si tu presupuesto es de 10.000 millones en Sanidad y Educación, y otros 1.000 de gastos financieros, y tus ingresos son 8.300 millones por financiación y 1.000 por tributos cedidos, es difícil” reducir el déficit.
Pésima financiación
La causa principal de la quiebra, según el Gobierno del PP, institutos económicos como el IVIE o la influyente Asociación Valenciana de Empresarios es la infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana. Según un reciente estudio hecho por expertos nombrados por todo los partidos representados en las Cortes Valencianas, el 45% del déficit autonómico (15.000 millones) se debe a que los valencianos perciben 1.000 millones al año menos de lo que correspondería por su población y renta per cápita.
Esta infrafinanciación, similar a la que sufrirían Cataluña o Baleares, tiene traducción en el bienestar de los ciudadanos. Por ejemplo, Según el IVIE, el gasto social, excluidas Sanidad y Educación, es un 45% inferior a la media española. Paradójicamente, pese a que la renta per cápita de la Comunitat Valenciana es inferior a la media española, también recibe por habitante menos, de media, que el resto de españoles. Un 9% menos, concretamente.
Despilfarro
La infrafinanciación, en cualquier caso, no lo explica todo. Y algunos sostienen que, en caso de haber recibido más dinero, el PP valenciano se lo hubiera gastado todo. Buena prueba de ello sería la ristra de obras faraónicas y grandes y efímeros eventos que el PP ha impulsado desde que llegó al poder en 1995.
Aquel año, Eduardo Zaplana, primer presidente popular en Valencia, reorientó el proyecto socialista de Ciudad de las Artes y las Ciencias para crear un macrocomplejo que finalmente ha costado 1.200 millones de euros. Cerró 2012 con pérdidas de 43 millones de euros y un ERE con el que se despidió a parte de la plantilla.
Desde aquella ocurrencia de Zaplana, la lista de proyectos insostenibles es larga: Terra Mítica en Benidorm, el Gran Premio de Fórmula 1 que se celebró el Valencia, el fallido complejo cinematográfico Ciudad de la Luz en Alicante o, por mencionar el último, el mundialmente célebre aeropuerto sin aviones de Castellón.
A pesar de todo, según un estudio pagado por la patronal AVE y realizado por el IVIE, un centro de investigación económica presidido por el conseller de Hacienda, los grandes eventos sólo explican el 12% de la deuda de la Comunidad Valenciana, unos 3.500 millones. El peso muerto de otras empresas públicas, como Canal 9, va aparte: La radio televisión Pública se acaba de refundar con una deuda de 1.200 millones.
Corrupción
Aún difícil de cuantificar, la corrupción también lastra las cuentas de la Generalitat. Valencia, con Madrid, es el epicentro de la trama mafiosa de Gürtel. Francisco Camps cedió la presidencia a Alberto Fabra por su implicación en el caso de los Trajes, el 20% del grupo popular en el parlamento regional está imputado por casos de corrupción y el exportavoz del PP en las Cortes, Rafael Blasco, será juzgado, acusado de robar dinero del contribuyente destinado a la cooperación.
En fin, los juzgados de la Comunitat Valenciana instruyen más de 140 causas relacionadas con la corrupción. Y si, finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana imputa a Rita Barberá por el caso Nóos, los alcaldes de Valencia, Castellón y Alicante estarán siendo investigados por los jueces. ¿Cuánto se ha robado? ¿Cuánto le ha costado al ciudadano la corrupción?
No hay una cifra concluyente dada la complejidad del cálculo. El PSPV, por ejemplo, la cifraba en 1.200 millones de euros para los últimos tres años en su Informe por la Transparencia y contra la Corrupción. El periódico británico Financial Times, para toda España, hablaba de casi 7.000 millones desde el año 2000. Estos números son discutibles, de lo que no hay duda es de que si la marca España está tocada, la marca Comunitat Valenciana está hundida.