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La Generalitat abre la puerta ahora a que empresas privadas suplan a Canal 9

Máximo Buch, conseller de Economía de la Generalitat Valenciana.

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Un día después de que el entorno de Alberto Fabra afirmara que la única vía abierta a medio plazo para sustituir a Canal 9 es Televisión Española, desde la Generalitat se abren otras posibilidades para atenuar el vacío dejado por Canal 9 en producción televisiva en valenciano.

El conseller de Economía, Máximo Buch, lo ha dejado claro. “Hay cadenas privadas de televisión que emiten en la Comunitat y podrían optar por poner parte de su programación en valenciano o hablar con las productoras de ciertos programas que sean de interés para la audiencia y emitirlos”.

Buch, conocido por su discurso liberal, para algunos una rareza en un partido que ha promovido iniciativas públicas ruinosas como la Fórmula 1, Terra Mítica o ha acabado con las cajas de ahorros valencianas, lo tiene claro.

“A medio plazo irán surgiendo iniciativas que cubran el hueco de demanda de programación en valenciano que deja Canal 9 y, por tanto, habrá oferta de empleo en el sector audiovisual en valenciano en la Comunidad, aunque sea desde iniciativa privada o algún otro tipo de iniciativa”.

“Cuando hay una demanda, alguien siempre tiende a cubrirla”, ha asegurado el conseller en declaraciones a Europa Press. Canal 9 ingresó poco más de 9 millones de euros en 2012 y, según el auditor, perdió 192 millones en 2012. En 2013, antes del traumático y chapucero cierre, la Generalitat presupuestó una aportación de 69 millones a la televisión autonómica.

Contra las protestas violentas

Buch, como el resto del PP, ha cerrado filas con la decisión del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. “Lógicamente ha habido que sacrificar 1.600 puestos de trabajo y entendemos que estas personas no estén satisfechas en esta situación de estar en proceso de haber perdido su empleo”, apunta Buch. Aún así, asegura, “no es aceptable ningún tipo de protesta violenta, por muy mal que a alguien le pueda sentar perder su trabajo”.

“Con la sentencia que obligaba a readmitir a todos los trabajadores y por tanto a tener una plantilla de 1.700 trabajadores, que hubiese sido tan grande como Telecinco, Antena 3 y la Sexta juntas, era una televisión inviable, con un coste inviable y no sostenible”.

Los sindicatos y trabajadores de la casa han desmentido hasta la saciedad estos cálculos, permanentemente utilizados por el Consell en su argumentario para defender el cierre. Según ellos, Canal 9 tenía menos empleados que únicamente, por ejemplo, Antena 3.

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