La Generalitat traslada a los niños de un centro de acogida de Segorbe tras detectar irregularidades
Personal de la Generalitat Valenciana acudió el martes al centro de acogida “La Resurrección” de Segorbe para trasladar a los menores que vivían en su interior. La decisión se tomó por parte de la Dirección General de Infancia debido a las irregularidades señaladas en un informe de Inspección de la Generalitat, según confirmó el jueves la Conselleria de Políticas Inclusivas.
La instalación es propiedad de la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, que recibe subvenciones de la administración autonómica para hacerse cargo de los menores. La custodia de los niños es de la Generalitat. Los menores están en situación de acogida, después de haber sido apartados de sus padres por variadas razones.
Los niños se encuentran ahora repartidos en otros centros. Desde la Conselleria, indicaron que “en este momento está garantizada su atención”. Añadieron que “se está intentando que el proceso sea lo menos traumático posible y por ello se les mantendrá en el mismo colegio durante lo que queda de curso”.
Duchas frías y comida caducada
Según publicó el jueves el diario Levante, el informe de la Inspección de la Generalitat detectó episodios de posibles malos tratos a los menores, como duchas frías para tranquilizarlos, que además se habrían llevado a cabo en invierno. También se servía comida caducada, según la información servida por este diario.
Además, el informe habría puesto objeciones a la distribución del edificio. En concreto, refirió que “la zona de juegos del sótano se encuentra junto a las instalaciones de mayor riesgo del centro” como puede ser las calderas, leñera y depósito de gasoil. La Conselleria de Políticas Inclusivas no confirmó ni desmintió estos detalles y remitió a una rueda de prensa que tendrá lugar el próximo lunes.
Por su parte, desde la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas negaron que en el centro se hayan producido malos tratos ni situaciones de riesgo por las instalaciones, ni se haya servido comida caducada. El abogado de la organización, Juan Ramón Alonso, afirmó que todo es “absolutamente incierto”.
La Congregación culpa a la “ideología” de la Generalitat
El portavoz lamentó que la Generalitat “no ha comunicado nada” a la Congregación sobre las razones del traslado de los menores. “La administración no ha cumplido con su obligación en lo más elemental: comunicar a la otra parte de un contrato las razones de su insatisfacción antes de divulgarlas”, lamentó. Y advirtió que “la administración y también funcionarios que en ella trabajan tendrán que asumir su responsabilidad” por esta falta de información.
Alonso achacó a la “ideología” de los gobernantes valencianos el traslado de los menores: “A la hora de aplicar determinadas ideologías siempre haya en el camino chivos expiatorios para maltratar. Por lo que quiera que sea, esta entidad que ha colaborado durante todos estos años ya no es del agrado de esta administración”.
El portavoz explicó que la Congregación tiene varios centros más que cuentan con subvenciones de la conselleria. Aseguró que varios de los niños desalojados del centro de Segorbe han ido a parar a otras instalaciones de la provincia de Castellón que también están gestionadas por la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas.
