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Guerra en el audiovisual por el dinero de la Generalitat y el futuro de RTVV

Fabra, en una reunión con los productores valencianos del audiovisual.

Voro Maroto

Más de un 90 por ciento de paro, menos de una decena de empresas con actividad y un futuro plomizo, casi negro. El sector audiovisual valenciano, tras el cierre de Canal 9, está tocado, pero no hundido.

Buena prueba de ello es el enfrentamiento entre la principal asociación de productores, PAV, y la MESAV, la asociación que aglutina a parte de los guionistas, actores, periodistas y técnicos.

La primera, presidida por Ximo Pérez, productor de la serie L´Alqueria Blanca, negoció y aplaudió las ayudas de 8,5 millones de euros anunciadas por la Generalitat para el audiovisual, que, según sus cálculos, crearán 1.200 empleos.

La Mesav, sin embargo, cree que las medidas del Consell, que en 2014 apenas invertirá en el audiovisual un 3,5% del dinero que gastaba en Canal 9, son un parche. “Las supuestas medidas adoptadas por la Generalitat, no responden a las urgentes necesidades de los colectivos que representan a la gran mayoría de los profesionales a los que tanto han perjudicado las erráticas políticas del Gobierno de Alberto Fabra”.

El “desprecio demostrado a los actores, guionistas, periodistas y técnicos a la hora de resolver la situación provocada por el cierre de RTVV y el colapso de nuestro maltratado sector, confirman la nula voluntad de diálogo por parte de la administración a la hora de diseñar un futuro laboral digno”, dice la Mesav.

El futuro de Canal 9, al fondo

PAV, tras el “tsunami” que provocó el cierre de Canal 9, quiere salvar los muebles con el dinero que pueda llegar de la Generalitat de manera directa o a través de la desconexión, que ahora mismo se negocia, con TVE. Además, los productores quieren influir en un eventual Canal 9 de futuro.

Éste debería ser ligero –menos de 300 trabajadores- y externalizar hasta el 60% de los contenidos, según un plan de Empresas Audiovisuales Valencianas Federadas, un lobby liderado por PAV y las empresas de servicios.

Miembros de la Mesav creen que ese modelo de televisión pública –la izquierda valenciana, si es que forma gobierno tras las autonómicas de mayo de 2015, ha prometido una nueva RTVV- no garantizaría los objetivos originales de la empresa y generaría un empleo inestable y mal remunerado. Ximo Pérez no ha atendido las llamadas de este periódico.

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