Madrid dificulta los planes de la Generalitat en libertad de horarios y gasolineras low cost
El Ministerio de Hacienda y el Tribunal de Defensa de la Competencia están obstaculizando dos de los proyectos de la Conselleria de Economía: las restricciones a las aperturas en domingos de los grandes centros comerciales y la imposición de disponer de personal a las gasolineras autoservicio, aquellas que prometen precios bajos pero que apenas disponen de trabajadores.
Hacienda, según El País, ha impuesto “reformas estructurales” a las comunidades autonómas, caso de la valenciana, que han incumplido los límites de déficit y, por ello, han presentado planes de ajuste. Entre esas reformas, está la del “aumento de festivos de apertura y de horas semanales de apertura para todos los establecimientos”.
Esa imposición choca frontalmente con la aspiración de la Conselleria de Economía, que quiere, como la mayoría de ayuntamientos grandes, restringir la libertad horaria de las grandes supercíes para proteger a los trabajadores de los centros comerciales forzados a trabajar en domingo y, en el marco de un nuevo modelo productivo, promover el comercio pequeño y de proximidad.
Economía ya había aprobado una nueva normativa, finalmente retirada tras el recurso de varias empresas afectadas y en medio de notable embrollo legal, burocrático y político. Esta exigencia de Hacienda - cuyo ministro es calificado por el Consell como su enémigo público número 1- llega cuando los partidos del gobierno valenciano claman contra la discriminación de Madrid.
Competencia, a favor de las gasolineras fantasma
El otro frente abierto en Madrid viene de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el organismo elegido por el parlamento que “regula todos los mercados y sectores productivos de la economía española”. Su último informe apoya la proliferación de gasolineras desatendidas. “Aumentan la competencia efectiva en el mercado y presionan a la baja los precios de los carburantes, aumentando con ello el bienestar de los consumidores finales”, dice.
La Generalitat tiene una opinión diferente. Economía, como ya han hecho otras autonomías, ha tomado medidas contra el modelo de negocio de estas estaciones de servicio, que sus detractores denominan 'fantasma' por la ausencia de personal en la instalación. La conselleria impuso la obligación de que un empleado atienda al público de 6 de la mañana a 10 de la noche.
El sector -que cifra en un centenar el número de establecimientos de este tipo- anunció que estudiaba presentar recursos. La Generalitat, dicen, protege a las grandes compañías, que dominan la distribución de carburantes, y va contra una iniciativa que abarata “hasta 17 céntimos el litro de combustible y funciona perfectamente en Francia, Suiza, Noruega o Dinamarca”. Habrá que ver si el Gobierno ejecuta la recomendación de Competencia.