El festival de música Marenostrum, suspendido, no aclara cómo devolverá el importe de las 17.500 entradas vendidas
El alcalde de Alboraya, Miguel Chavarría, y la apoderada del festival de música Marenostrum, Cristina de Maya, han anunciado este jueves a medio día la cancelación del certamen que estaba previsto desde este viernes 8 de julio hasta el domingo 10 julio en la zona de la partida del Miracle, una zona degradada junto al paraje natural de la playa dels Peixets entre las playas de la Patacona y Port Saplaya.
De Maya ha informado que hasta ahora se habían vendido 17.500 entradas, pero no ha aclarado si devolverán el importe: “Esa es la voluntad, pero debemos reunirnos para trazar un plan y ver cómo articulamos el proceso”, ha explicado.
La suspensión del evento ha levantado una gran polvareda en las redes sociales entre las miles de personas que habían adquirido su entrada por la indefinición de la empresa sobre la posible devolución del importe.
El motivo de la suspensión es el informe desfavorable emitido la semana pasada por la dirección de Costas de la Conselleria de Obras Públicas.
Según han explicado, el informe dice textualmente que “con arreglo a la documentación presentada en noviembre de 2015 no se autorizan los trabajos de adecuación para la celebración del festival al suponer que las actuaciones pueden perjudicar al paisaje de acuerdo con el artículo 47.2 del reglamento de costas”.
Además, la resolución añade que no autoriza el festival “por estar en terrenos afectados por zona de servidumbre de protección que no son acordes con el artículo 47 del reglamento de costas”, teniendo en cuenta que se puede realizar en otra ubicación fuera de esta servidumbre de protección.
Tanto la representante de la empresa como el alcalde de la localidad han cargado contra la Conselleria de Obras Públicas por la tardanza en la emisión de esta resolución que según Chavarría fue firmada el 29 de junio llegó al Consistorio el 5 de julio, cuando ya estaban las obras de adecuación realizadas.
Además, ambos han resaltado que la resolución es una interpretación subjetiva de la Conselleria puesto que en todo momento habla de “suponer” y han resaltado que previamente a este informe, recibieron otro de la demarcación de Costas del Gobierno central que daba el visto al evento al no chocar con los usos que prohíbe expresamente la mencionada ley.
Además, el festival contaba con informes favorables de la Conselleria de Medio Ambiente, de la Diputación de Valencia o de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Tanto el Ayuntamiento como la promotora han anunciado que estudiarán medidas legales ante la Conselleria de Obras Públicas por los perjuicios causados.
El alcalde, Miguel Chavarría, ha acusado al grupo municipal de Comrpomís de la suspensión, puesto que solicitó la paralización del festival ante la Conselleria.
La celebración del festival levantó una gran polémica entre varios colectivos ecologistas que han llegado a recoger más de 85.000 firmas contra su celebración, al entender que perjudicaría a la zona dels Peixets.
Sin embargo, el alcalde defendió la actuación puesto que el evento estaba previsto en varios campos privados abandonados que habían sido alquilados a los propietarios. Estos terrenos estaban totalmente degradados, llenos de escombros y residuos de todo tipo.
De hecho, la empresa ha retirado más 15.000 toneladas de basura para limpiarlos y desarrollar el evento, algo que según el alcalde iba a quedar tras su finalización para poder recuperar su uso agrícola.