La resaca del PP: de la alegría contenida de Bonig a la tristeza de Rita Barberá
Superado el shock inicial por la debacle con respecto a las generales de 2011 y la posición de debilidad extrema de Mariano Rajoy para formar gobierno, en el PP valenciano la sensación que deja el 20D es de satisfacción contenida: el partido cree que lo peor ha quedado atrás. Califican sus resultados de moderadamente buenos, aseguran que estarán en condiciones de disputar la batalla por la Generalitat en 2015 y consideran que el liderazgo de Isabel Bonig sale reforzado mientras que Rita Barberá -y la vieja guardia con ella- quedan definitivamente enterrados. Estos son los datos que soportarían esa teoría.
El PP es el partido más votado. Consigue el 31,3% de los votos (seis puntos por encima de Compromís-Podemos, segunda fuerza) y 165.000 sufragios más que la fuerza apadrinada por Pablo Iglesias y Mónica Oltra: 837.000 contra 671.000.
Es la fuerza mas votada...en todas las circunscripciones. Casi un 33% del voto en Alicante, casi un 32% en Alicante y algo menos (un 30%) en Valencia, donde el empuje de Compromís-Podemos (sobre todo de los primeros, tomando como referencia las elecciones autonómicas de mayo) es mayor.
Es la fuerza más votada, a pesar de Ciudadanos. Un dato al que se le da mucha importancia. En las elecciones europeas de 2014, cuando el partido de Albert Rivera aún no tenía tanta tracción, el PP se quedó con 29,6% de los votos, casi dos puntos menos que en las generales de domingo. Los populares creeen que un eventual retroceso de Ciudadanos, que dan por probable en caso de nuevas elecciones, dispararía sus votos.
Supera en votos la media nacional. El PP ha obtenido el 28,7% de los votos a nivel estatal, 2.5 puntos por debajo del valenciano. Aunque en otras autonomías Rajoy ha obtenido mejores resultados -Madrid, Castilla La Mancha, Castilla León o Murcia-, fuentes del partido creen el resultado refuerza el liderazgo de Bonig, especialmente tenido en cuenta que el partido regional está marcado por gravísimos casos de corrupción y ha dejado la Generalitat al borde de la quiebra.
Se recuperan 180.000 votos, un 22% más que en las autonómicas de mayo. Ahora se han conseguido 837.000 votos por los 653.000 que obtuvo la candidatura encabezada por Alberto Fabra.
Y en Valencia, sin Rita Barberá, se ganan votos. Un 37% de votos. En las municipales, con la ahora senadora de cabeza de cartel, el PP tuvo 105.000 votos. En las generales de domingo, 145.000, 24.000 más que la lista que representa al alcalde de la ciudad, Joan Ribó, la de Compromís-Podemos. Con las limitaciones preceptivas a la hora de comparar unos comicios locales o autonómicos con otros estatales -la participación es mayor en éstas últimas-, en el PP se interpretan estos números como un aldabonazo a la vieja guardia del partido: ni están ni se les espera.
A la vista de los números, la victoria pírrica cada vez le sabe mejor a la actual dirección del partido. El PP está convencido de que salvo revolución profunda a todos los niveles, el liderazgo de Isabel Bonig, que deberá ratificarse en los congresos que está previsto celebrar el próximo trimestre, está más que garantizado.