Los ediles del PP de Valencia ganan el pulso a Bonig y no dejarán el cargo
Los nueve concejales del PP del Ayuntamiento de Valencia investigados (antes imputados) actualmente en el caso 'Imelsa' han ganado momentáneamente el pulso planteado a la dirección regional del partido.
Como avanzó eldiario.es el pasado viernes, todos ellos acordaron en bloque no renunciar a sus actas pese a las presiones recibidas por la cúpula 'popular' en boca de su presidenta, Isabel Bonig, quien aseguró públicamente tras la 'operación Taula' que una vez hubieran declarado ante el juez, solicitaría a todos aquellos que siguieran investigados que abandoran su cargo.
La propia Bonig se mantuvo este lunes en esta postura, afirmando que este jueves, una vez pasara por el juzgado María Jesús Puchalt, última en declarar, solicitaría las actas a los nueve ediles. Además, se mostró segura de que pese a la resistencia mostrada, finalmente claudicarían y dejarían el Ayuntamiento.
Pero nada más lejos de la realidad. Tan solo 24 horas después de estas declaraciones y tras una tensa reunión con los concejales que tuvo lugar el lunes a última hora, ha sido Bonig la que ha comparecido para informar que finalmente esperarán a que se abra el secreto de sumario de la investigación, algo que está previsto para mediados de marzo.
Según el acuerdo alacanzado en esta reunión, será en ese momento cuando los concejales que sigan en calidad de investigados entregarán el acta y abandonarán el cargo.
El juez investiga la supuesta financiación ilegal del PP de Valencia, causa por la que ha imputado a 56 personas por blanqueo de capitales, entre ellos 9 de los 10 concejales que tiene actualmente el partido en el Ayuntamiento con sus correspondientes asesores, además de exconcejales y exasesores de la etapa de Rita Barberá.
Esta rama de la Operación Taula intenta esclarecer si el partido se valió de dinero procedente de mordidas o comisiones ilegales para costear su funcionamiento y sus campañas electorales. Los concejales y el personal de confianza han reconocido que aportaron cada uno 1.000 euros por transferencia para financiar la campaña de Barberá, pero todos han negado haber recibido después esa misma cantidad en dos billetes de 500 euros metidos en un sobre.