El PP vota en contra de prohibir el fracking en la Comunitat Valenciana
La mayoría del PP ha tumbado una iniciativa del diputado de EUPV en las Cortes Valencianas, Lluís Torró, que ha defendido una Proposición No de Ley que insta al gobierno valenciano a declarar el País Valenciano como territorio libre de fracking, por los daños irreparables que causa al medio ambiente y a las personas.
Torró ha denunciado que “lo que resulta más increíble es que los valencianos no podamos decir que no queremos que se explote nuestro subsuelo”. “No tenemos por qué, si no queremos, darle ningún tipo de concesión a una empresa que lo único que persigue, evidentemente, no es el bienestar común sino su propia cuenta de explotación, dándole permiso para hacer unas actividades que sabemos seguro que, incluso en el mejor de los casos y con todas las medidas, van a contener efectos muy nocivos y muy pocos beneficios”, ha añadido el parlamentario autonómico.
La formación de izquierdas también instaba, según un comunicado, a aplicar el principio de precaución y dejar sin efecto todas las autorizaciones concedidas para la realización de estudios prospectivos y rechazar todo intento de regulación o la supeditación de la aplicación de esta técnica y similares al estudio de sus impactos ambientales en cada prospección. Además, insta al Gobierno central a la prohibición, en todo el territorio del Estado, de la realización de actividades de prospección, exploración, investigación o explotación de hidrocarburos, gases de roca y no convencionales, que suponga -en todo, o en parte del proceso- la utilización de las técnicas de fracturación hidráulica con inyección de agua y otros productos y aditivos químicos.
El parlamentario autonómico ha criticado los “riesgos asociados a este tipo de industria”, como por ejemplo la “contaminación de acuíferos por los productos químicos empleados, la contaminación atmosférica, la modificación paisajística, la gran ocupación de territorio o la actividad sísmica incluida”. “La explotación de estos yacimientos no convencionales de hidrocarburos supone un gran impacto ambiental de consecuencias irreversibles”, señala Torró quién añade: “se trata además de una actividad transitoria, limitada en el tiempo, que procura alargar un modelo energético obsoleto basado en los combustibles fósiles, cada vez más difíciles de extraer y con mayores riesgos ambientales, para mantener el negocio de la explotación de hidrocarburos y el valor en bolsa de las empresas de esta industria extractiva”.