PSPV-PSOE: una prioridad y dos retos
El poder de atracción de la moqueta no es el mayor de los problemas que debe afrontar el PSPV-PSOE en la campaña para las elecciones generales del 20 de diciembre. Movilizar a sus cargos públicos, hacer “bajar a la arena” a consellers, secretarios autonómicos, directores generales o alcaldes, incorporados a las tareas de gobierno tras las elecciones autonómicas y locales del 24 de mayo, es una necesidad para los socialistas valencianos. Tienen claro que su secretario general y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, “ha de entrar en campaña”, por encima incluso de los cabezas de lista, poco conocidos por la mayoría de los votantes.
Sin embargo, la presencia de Puig en mítines y actos públicos viene condicionada por una prioridad: no poner en peligro la estabilidad de su gobierno de coalición con Compromís, que es apoyado parlamentariamente por Podemos, dos socios que concurren juntos a las generales y amenazan la hegemonía del PSPV-PSOE en el ámbito de la izquierda valenciana. “Nos jugamos mucho”, dicen desde la organización de la campaña; “propiciar el cambio en España y consolidar el gobierno de la Generalitat”.
La campaña también evidenciará en el País Valenciano la posición que Puig ocupa en el juego de equilibrios interno del PSOE. Por una parte, Pedro Sánchez, el candidato a la presidencia del Gobierno, estará en el mitin central, el día 13 de diciembre, en el pabellón de la Font de Sant Lluís, en Valencia. Sánchez ha visitado con mucha asiduidad la Comunidad Valenciana y se ha comprometido con las reivindicaciones que esgrime el presidente del Consell, como la exigencia de un nuevo modelo de financiación autonómica.. Sin embargo, también jugará un papel en la campaña el otro poder dentro del PSOE, la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que protagonizará un acto el 16 de diciembre en Alicante.
Si la estabilidad del Consell es una prioridad, -“la relación entre Puig y la vicepresidenta Mònica Oltra es excelente”, remarcan desde las filas del PSPV-PSOE-, la campaña de los socialistas valencianos afronta dos retos inesquivables: recortar distancias con el PP, algo que lograron en las autonómicas pese a su propio descenso en apoyos porque los populares se desplomaron, y evitar el temido 'sorpasso', que la coalición Compromís-Podemos les supere en votos.
“No hay ambiente extraño alguno”, se esfuerzan en enfatizar en el equipo de Puig, desde donde señalan que la contienda electoral “se resolverá en un pañuelo” y advierten de que el adversario a batir es el PP. La última campaña del PSPV-PSOE en este año 2015 lleno de elecciones es, en definitiva, la de un partido clásico que defiende su puesto en un contexto de ruptura de los esquemas políticos vigentes.