La izquierda valenciana agrupa sus fuerzas para las nuevas elecciones
“El objetivo es adelantar al PP”. Así resumía uno de los participantes la negociación que este lunes han iniciado Compromís y Podemos con Esquerra Unida del País Valencià para conformar una coalición al Congreso de los Diputados de cara al 26 de junio más amplia que la que logró la segunda posición en las elecciones del pasado 20 de diciembre. Por otra parte, la “predisposición” de esas mismas formaciones y del PSPV-PSOE (tercero en esos comicios por delante de Ciudadanos) a cerrar un acuerdo para una lista conjunta al Senado está sobre la mesa. La izquierda valenciana negocia pactos preelectorales con el límite de las 20.00 del jueves 13 de mayo, plazo máximo para inscribir candidaturas.
La reunión celebrada por Compromís, Podemos y Esquerra Unida, pendiente del anuncio que al final se produjo en Madrid del pacto de ámbito estatal entre la formación morada y la federación de izquierdas, concluyó con un acuerdo: no elaborar un programa electoral completo, sino un manifiesto que recoja los aspectos fundamentales. Hace solo seis meses que las fuerzas involucradas hicieron públicos sus programas y los negociadores consideran absurdo reelaborarlos.
La constitución de un grupo valenciano en el Congreso de los Diputados, que fue una de las líneas prioritarias de la coalición Compromís-Podemos en la campaña de diciembre y que se frustró, pese a los magníficos reultados obtenidos, porque la Mesa de la Cámara Baja lo impidió al intepretar el reglamento de forma restrictiva, volverá a ser un argumento central de la nueva coalición ampliada a Esquerra Unida. Los negociadores se inclinan por no inscribir la candidatura bajo el paraguas de un partido instrumental para esquivar el escollo, como se había barajado, y optan por mantener la figura de la coalición electoral. “La del grupo parlamentario es una cuestión política, no jurídica”, comenta uno de ellos. “El partido instrumental, en realidad, sería un fraude de ley”. Obtener una correlación de fuerzas que abra la mano de la Mesa del Congreso a crear el grupo propio, como lo hacen Convergència y Esquerra Republicana de Catalunya, pese a que incumplen algunas de las condiciones establecidas, es la apuesta.
La entrada de Esquerra Unida en la coalición se concretará sobre todo en Valencia, donde se incorporará algún candidato de esta organización en puestos de salida, aunque obligará a retocar las listas de Compromís-Podemos de hace seis meses en esa y el resto de circunscripciones, pero el tema no se ha abordado todavía formalmente en la mesa de negociación.
Los negociadores se han emplazado este martes para seguir hablando mientras se mantienen contactos con los socialistas para conformar lo que se ha calificado como una “entesa” al Senado. También aquí el objetivo es superar al PP y hacerse con nueve de los 12 senadores a elegir en las tres circunscripciones valencianas, lo que reduciría de nueve a tres la representación de los populares valencianos en la Cámara Alta.
De la importancia que la dirección socialista otorga a esa posible plataforma da una idea que, para estar atento a la negociación, el presidente de la Generalitat y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha suspendido un viaje que tenía previsto a Alemania el jueves, día límite para alcanzar un acuerdo. La ejecutiva del partido de los socialistas valencianos tiene prevista una reunión la tarde de este martes y podría celebrarse el miércoles una reunión de todas las fuerzas implicadas en la maniobra.
“Buscamos una fórmula que no plantee problemas jurídicos y que ayude a hacer visible en el Senado, la Cámara territorial, el Pacto del Botánico”, sostiene uno de los negociadores, en alusión al acuerdo entre el PSPV-PSOE, Compromís y Podemos que sustenta al actual gobierno valenciano.
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