Puig y Ribó visitan las obras del Cabanyal y los vecinos les trasladan los problemas de convivencia
El alcalde de València, Joan Ribó, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, han querido reafirmar este miércoles su compromiso con el barrio del Cabanyal-Canyamelar.
Cumplido el ecuador del mandato y tras las críticas recibidas por la asociación de vecinos del barrio y por el colectivo Salvem el Cabanyal por los problemas de convivencia que lejos de mejorar, “empeoran cada día”, tanto Ribó como Puig han querido poner en valor la inversión que se está ejecutando en diversas obras de reurbanización que han visitado acompañados de otras autoridades autonómicas y municipales.
Así, la comitiva ha visitado las calles Reina, Barraca, Doctor Lluch y adyacentes, donde se está renovando el alcantarillado y ensanchando las aceras. También han visitado varios edificios abandonados que se están rehabilitando y que se destinarán a vivienda pública.
Las obras reducirán de tres a dos los carriles de circulación de las calles Reina y Doctor Lluch, tendrán una duración de 22 semanas y cuentan con un presupuesto de 1,7 millones de euros.
Sin embargo, esta es tan solo la primera fase de un proyecto que supondrá la renovación de 11 calles. En siete de ellas (Barraca, Reina, Doctor Lluch, Mariano Cuber, Vicente Gallart, Justo Vilar y Amparo Guillén) se procederá a la ampliación de aceras y a la renvación de aparcamientos y calzada mediante asfalto fonoabsorvente para reducir el ruido del tráfico.
En otras cuatro calles transversales que son peatonales (Iglesia del Rosario, Teatro de la Marina, Justo Vilar y Columbretes, siempre entre Barraca y Doctor Lluch) se procederá a la renovación de baldosas.
Durante el recorrido, varios han sido los vecinos que se han acercado a departir y trasladar sus inquietudes tanto a Puig como a Ribó. Un hecho que pese a que debería entrar en la normalidad, hacía años que no se veía en el Cabanyal debido al conflicto surgido por el plan impulsado por el PP de Rita Barberá y Francisco Camps para prolongar Blasco Ibáñez a través del barrio, derribando 1.600 casas.
Un plan que paralizó el Ministerio de Cultura y que ya ha sido derogado por el nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento.
Así pues, desde el Salvem el Cabanyal han aprovechado la visita para pedir a los máximos responsables municipales y autonómicos soluciones urgentes ante los graves problemas de convivencia que padece el barrio.
“Estamos preocupados porque vemos que están fiando la resolución de estos problemas a las obras de urbanización que al menos no estarán acabadas hasta dentro de cinco o diez años”, ha explicado el portavoz de la entidad, Faustino Villora, a Puig y a Ribó, quienes han escuchado atentamente.
“Además de los ocupas, hay al menos 10 chatarrerías ilegales en casas y bajos que generan molestias en forma de ruidos y problemas de seguridad ya que desmontan estufas de aceite que vierten al alcantarillado y lo tienen todo almacenado en pisos, con el peligro que ello conlleva para los vecinos”, ha lamentado Villora.
El portavoz de Salvem el Cabanyal ha asegurado que además se producen “peleas de gallos, partidos de fútbol, botellones, barbacoas y fiestas a todas horas como quedó reflejado en varios vídeos”, lo que impide el descanso y la normal convivencia entre el vecindario.
Villora ha lamentado que “familias que han estado 18 años aguantando el asedio por el plan del PP están empezando a marcharse del barrio porque es imposible convivir con tranquilidad”. Por último, ha advertido que todos estos problemas pueden generar “brotes xenófobos” ya que, aunque “no se ha producido ningún incidente”, sí que empiezan a escucharse “determinados comentarios despectivos”.
Al respecto, el alcalde de València, Joan Ribó, ha comentado que “por desgracia los comportamientos sociales que han ido en una mala dirección durante muchos años no se pueden solucionar en dos días”.
Ribó ha añadido que este jueves darán cuatro viviendas sociales y que crearán un centro de asistencia social. En cuanto a las casas ocupadas, ha asegurado que están trabajando junto a la justicia y la policía para liberarlas lo antes posible.
Por su parte, el presidente del Consell, Ximo Puig, ha destacado que en el Cabanyal se ha pasado “de la destrucción a la reconstrucción”, y ha reconocido que “todo cuesta más de lo que nos gustaría, pero estamos en una planificación que supondrá una inversión total de 30 millones de euros”.
Puig se ha comprometido a que el barrio tendrá “un horizonte de futuro y entre todos se hará posible que la convivencia sea la mejor posible y que la rehabilitación suponga nuevas viviendas dignas para las personas”.
El Ayuntamiento denunciará a ocupas y chatarrerías
Tras la visita de obras y al hilo de estas preocupaciones por el barrio del Cabanyal-Canyamelar, más tarde, el alcalde ha presidido en el Ayuntamiento una reunión ya prevista en la cual han participado todas las delegaciones municipales que participan en la tarea transversal que implica la rehabilitación de estos barrios.
Poniendo el foco en la problemática social y las demandas vecinales, el alcalde ha afirmado que “vamos a presentar denuncias contra todas las ocupaciones en el barrio, siempre garantizando a todas las familias sin recursos una alternativa de vivienda”, ha afirmado Ribó al finalizar.
De entre todas las viviendas ocupadas en el barrio de Cabanyal, a estas alturas se ha constatado que hay una quincena de familias sin recursos económicos, a quienes se ofrecerá una alternativa de vivienda.
Por otro lado, en la misma línea de mejorar la habitabilidad del barrio, “hemos estado hablando de las posibilidades que tenemos ante un asunto complejo y vamos a cruzar datos entre los diferentes servicios para intentar hacer un trabajo conjunto entre policía y servicios sociales”.
Finalmente, en esta reunión se ha tomado la decisión que “vamos a presentar denuncias contra todas las chatarrerías” para acabar con una actividad que causa muchas molestias a los vecinos y vecinas de la zona.
