Condenado el locutor de Fórmula 1 en Canal 9 a devolver 18.744 euros
Es solo una gota en el océano de despilfarro que llevó a Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) a la ruina durante el mandato del PP. El locutor que Canal 9 contrató en 2010 y 2011 para retransmitir los grandes premios de Fórmula 1, coincidendo con la celebración en Valencia de una prueba automovilística cuya gestión es hoy investigada por los tribunales, tendrá que devolver a la Generaltat 18.744 euros en dietas que cobró indebidamente.
El juzgado de Primera Instancia número 7 de Paterna ha emitido una sentencia, fechada el pasado 20 de julio, en la que condena a la empresa Hupa Comunicación, SLU, que gestionaba el contrato de Víctor Seara, a abonar a RTVV, hoy en proceso de liquidación, la cantidad de 18.744,59 euros y a satisfacer los intereses que correspondan, además de hacerse cargo de las costas. La denuncia que ha llevado a esta sentencia fue presentada por RTVV en octubre de 2013, cuando la cadena era dirigida por Rosa Vidal, poco antes de que el entonces presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, decidiera su cierre.
La cantidad que Seara ha de devolver corresponde a unos gastos de transporte, manutención y alojamiento que Canal 9 le pagó indebidamente, ya que la cadena autonómica ya se había hecho cargo de abonar esos gastos a lo largo de la temporada. De hecho, la sentencia constata que RTVV aportó facturas y justificantes para demostralo. Pese a ello, Seara rechazó devolver el dinero y pleiteó con la Abogacía de la Generalitat, que ha ganado el caso.
Seara, que es argentino y hacía las retransmisiones en castellano en un canal cuya lengua de partida era el valenciano, cobró en 2010 un total de 125.000 euros, más de 10.000 euros al mes. El año siguiente, en 2011, la cifra se redujo levemente y cobró 105.000 euros. Canal 9 dejó de ofrecer retransmisiones automovilísticass en octubre de 2011, pese a lo cual Seara siguió cobrando de la televisión pública, al menos 35.000 euros en 2012, que se justificaban en que se encargaba de un programa de motor, cuya realización, en realidad, recaía fundamentalmente sobre profesionales de la propia RTVV.