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Puig llama a la unidad y promete ser “leal” al exigir mejor financiación

Raimon y Ximo Puig en los actos de conmemoración del 9 d'Octubre.

Adolf Beltran

“Habrá que romper tópicos y la inercia de muchos años”, ha afirmado este viernes Ximo Puig en su primer discurso institucional del 9 d'Octubre, Día de la Comunitat Valenciana, como presidente de la Generalitat al frente de un gobierno de coalición del PSPV-PSOE con Compromís. Y en efecto, el acto evidenció el cambio de signo político producido en las elecciones autonómicas de mayo. Apenas un instante antes de que iniciara su intervención, el cantautor Raimon, -de quien la vicepresidenta Mònica Oltra recordó al presentarlo canciones convertidas en himnos como Al vent o Diguem no-, cedió la palabra, fuera de protocolo, a la presidenta de la asociación de víctimas del accidente del metro de Valencia, Beatriz Garrote. Eran los receptores de las altas distinciones de la Generalitat. Y si el cantante de Xàtiva confesó haber sentido durante los últimos 20 años “una hostilidad casi institucional” para ofrecer acto seguido su contribución por “una sociedad más libre, más justa y más limpia”, Garrote recordó emocionada a los 43 fallecidos y 47 heridos en el accidente y apeló a que, “cuando ocurra un error, las instituciones estén siempre del lado de las víctimas”.

Como era previsible, el presidente centró su discurso en la reclamación de un nuevo modelo de financiación autonómica. “Hemos de mantener la unidad y hacerla cada día más grande, sumando a nuestro acuerdo a todos y cada uno de los valencianos y valencianas”, indicó en referencia al acuerdo suscrito por los partidos y organizaciones de la sociedad civil en ese sentido. Y se comprometió a que “pase lo que pase en las próximas elecciones”, las gane quien las gane, su gobierno “será leal a su palabra”.

“El tiempo de las falsas ofrendas se ha acabado”, dijo Puig minutos antes de que sonaran los acordes del Himno valenciano, sobre el que recordó que Maximilià Thous escribió una letra que reza: “Valencians en peu alcem-se, que nostra veu la llum salude d'un sol novell”. No fue la única cita de carácter valencianista que hizo el presidente de la Generalitat, que inició su discurso con un llamamiento a “recuperar el sentido de la política y reconectar la Generalitat con el pueblo valenciano”. Un amplio pasaje lo dedicó a recordar el drama de los refugiados que afluyen sobre Europea y aseguró que “nadie puede prohibir la solidaridad”.

“Si le preguntáramos a un cristiano”, comentó en otro momento, diría que el 9 d'Octubre “celebra la incorporación del Reino de Valencia a la cristiandad. Si le preguntaáramos a un historiador, la entrada de Jaume I en la ciudad de Valencia y la construcción de los fundamentos de un futuro reino. Si lo hiciéramos a un poeta como Vicent Andrés Estellés, la respuesta sería el gran día de un pueblo unido, alegre y combativo. Hoy 9 d'Octubre de 2015 tal vez deberíamos celebrar, como dice el prólogo de nuestro Estatut, el punto donde la tradición valenciana del histórico Reino de Valencia se encontró con la concepción moderna del País Valenciano”.

Puig, que nada más empezar había desgranado los datos del paro y la pobreza, -558.400 personas sin trabajo, 1,7 millones en riesgo de pobreza, una renta per cápita del 88% de la media española-, aseguró que la viabillidad de la autonomía depende de los propios valencianos. “La Comunidad Valenciana superará todos los obstáculos”, señaló, para añadir: “La autonomía valenciana tiene futuro si somos capaces de superar nuestras seculares disputas internas”. Con todo, el presidente advirtió en otro momento: “De la situación en que nos encontramos todos no somos responsables”. Una alusión a la herencia recibida de los años de gobierno del PP que no sentó bien a la líder de los populares valencianos, Isabel Bonig, presente en el acto, como evidenció después antes los periodistas. “Todos no somos responsables”, dijo Puig de la situación, “pero de buscar la salida a esta situación sí que lo somos todos y todas. Los valencianos hemos de volver a creer en nuestras instituciones”.

Además de Raimon y las víctimas del accidente del metro de 2006 han recibido el homenaje de la Generalitat el escritor Rafael Chirbes, recientemente fallecido; el autor teatral José María Morera y el mecenas artístico Jesús Martínez Guerricabeitia, ya desaparecidos; la atleta Concha Montaner, el pilotari Juliet d'Alginet; la jugadora de baloncesto Ana Montañana; la científica Ángela Nieto; el piloto de motos Bernat Martínez, a título póstumo; el escritor y editor José Ricardo Morales, y la Federación de Deportes Adaptados de la Comunidad Valenciana.

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