Los arquitectos excluidos de la plaza de la Reina afirman que el Ayuntamiento está obligado a contar con ellos
“Este documento con el alcance técnico de anteproyecto se ofrece de forma gratuita e ilusionada por los arquitectos valencianos a su capital, confiando que merezca el respaldo de la Corporación y pueda llevarse a cabo a corto plazo, con las matizaciones y mejoras que resulten, y con la participación profesional de los autores premiados”.
Así reza el último párrafo del acta en virtud del cual el Colegio de Arquitectos cedió al Ayuntamiento de València el anteproyecto de remodelación de la plaza de la Reina ganador del concurso promovido por el organismo colegial en el año 1999, cuyos autores fueron los arquitectos Miguel del Rey, Íñigo Magro y Antonio Gallud.
El documento cobra plena vigencia 18 años después. Y es que, este mismo equipo de arquitectos, pese ser de nuevo el mejor valorado en el concurso promovido recientemente por el Ayuntamiento de València para elaborar el proyecto definitivo de remodelación, fue eliminado en el proceso de adjudicación por un problema administrativo.
Sin embargo, según ha informado el arquitecto Íñigo Magro a eldiario.es, solicitarán al organismo colegial que se ejecute esa condición que establece el acta de cesión, por la que, si el Consistorio usa de alguna manera el anteproyecto, como así ha sido, de un modo u otro debe contar con los autores del mismo, pese a que finalmente la obra se ha adjudicado al equipo de José María Tomás, segundo mejor valorado en el proceso.
“No sabemos cómo cumplirá el Ayuntamiento ese compromiso, pero nosotros lo vamos a exigir. Podríamos llegar al absurdo de que mi colega y amigo Jose María Tomás se viera en el compromiso de tener que desarrollar nuestro anteproyecto con la colaboración de los arquitectos que habiendo ganado el concurso en dos ocasiones han sido injustamente apartados de él”, ha comentado Magro.
El arquitecto, ha lamentado el no haber recibido llamada alguna de Tomás, al tiempo que ha recordado que en el concurso de 1999, su proyecto no quedó entre los finalistas.
Así, el concurso y adjudicación del proyecto de remodelación de la plaza de la Reina lleva camino de acabar en una encrucijada de difícil solución.
Tras su exclusión, los arquitectos Miguel del Rey, Íñigo Magro y Antonio Gallud presentaron el pasado lunes 31 de julio ante el Ayuntamiento de València un recurso en virtud del cual solicitaban la paralización del proceso y que se reconsiderara su eliminación.
Sin embargo, tan solo tres días más tarde, han recibido respuesta por parte del Consistorio denegando el recurso, un hecho que ha llamado la atención de Íñigo Magro: “Parece increíble que un proceso tan garantista, que se ha demorado más de 6 meses desde la convocatoria, se haya resuelto en solo tres días, en agosto, con Joan Ribó de vacaciones y con la firma de la alcaldesa en funciones”.
Origen del concflicto
Durante el proceso de adjudicación de las obras, una de las compañías que formaba la Unión Temporal de Empresas (UTE) presentada por Magro, del Rey y Gallud para desarrollar el proyecto entró en concurso de acreedores.
Este fue el motivo que llevó al Ayuntamiento a excluirles del proceso, y a adjudicar la remodelación de la plaza al equipo de José María Tomás, cuyo proyecto fue el segundo que más puntuación obtuvo.
El equipo de arquitectos vencedor, sin embargo, ha manifestado que, en el momento y plazo estipulado para valorar las ofertas, esta empresa no había entrado en concurso de acreedores y aseguran que el Consistorio tardó tres meses en hacer una valoración que se debería de haber hecho en 15 días: “Se trata de un problema administrativo fácilmente subsanable, como se ha demostrado en otros procesos en los que ha habido casos similares”.
Por su parte, los servicios jurídicos del Ayuntamiento entienden que la ley no permite modificar los integrantes de una UTE en mitad de un proceso de adjudicación de un concurso público, puesto que el resto de participantes podrían verse perjudicados y podrían denunciar al Consistorio si lo permitiera.