Sandra Gómez vs Joan Ribó: La difícil relación de dos socios que podrían ser rivales por la alcaldía de Valencia
Todos tratan de quitar importancia al desencuentro que protagonizaron a principios de agosto el alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), y la hasta ahora concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez (PSPV), a cuenta del reparto de concejalías en el Ayuntamiento de Valencia tras la marcha del ya exportavoz socialista en el Consistorio, Joan Calabuig, al equipo del presidente del Consell, Ximo Puig.
Sin embargo, pese a las últimas reuniones de Ribó con todos los portavoces del tripartito, incluida Gómez, para escenificar un clima de unidad y entendimiento, este primer roce hace presagiar un tenso camino entre ambos que con toda seguridad irá a más a medida que se acerquen las próximas elecciones locales y autonómicas.
El próximo lunes 5 de septiembre tendrá lugar por fin el pleno extraordinario que hará oficial el nombramiento de Gómez como nueva portavoz y número uno del grupo municipal socialista y de Anaïs Menguzzato como nueva edil del PSPV, quien cubrirá la vacante de Calabuig.
Según las fuentes consultadas, está previsto que ese mismo día se haga oficial el reparto de competencias que, pese a que debe ser propuesto por el alcalde, viene determinado en el acuerdo de la Nau.
En ese sentido, tal y como ya anunció Gómez, ella asumirá las concejalías de Calabuig (Turismo, Empleo, Emprendedores y Personas Mayores), mientras Menguzzato pasará a llevar Protección Ciudadana.
Ribó expresó en aquel momento su malestar al considerar que el PSPV debía haberle comunicado estos cambios antes de hacerlos públicos. Gómez respondió tajante al respecto: “Las competencias están definidas en el acuerdo de la Nau y en ese sentido no hay nada que consultar y no tienen por qué sentirse molestos”.
Así, quiso marcar su territorio y demostrar que no se va a limitar a ser una mera comparsa de Ribó.
Su papel como portavoz del PSPV será mucho más crítica con sus socios de Compromís y de Valéncia en Comú, que el de su predecesor, Joan Calabuig, quien tuvo un papel excesivamente tibio en los asuntos más polémicos aprobados por Compromís, como por ejemplo la prohibición del Bou Embolat o la remodelación de líneas de la EMT, quizás a sabiendas de que sus días en el Consistorio estaban contados.
Tras este desencuentro, Ribó decidió retrasar a septiembre el nombramiento de Gómez y de Menguzzato.
Según fuentes consultadas por eldiario.es, esta maniobra del alcalde demuestra que “estos cambios en el seno del PSPV han pillado con el pie cambiado a Compromís, se han puesto nerviosos porque ven en Gómez una seria amenaza de cara a las próximas elecciones”.
Así, han destacado el contraste que supondría una foto de ambos si fueran candidatos a la Alcaldía: “Ella llegaría a las elecciones con 34 años y un futuro prometedor y Ribó con 70 años y todo hecho en política”.
De esta forma, Gómez se encuentra ante el difícil reto de conjugar la lealtad al pacto de la Nau que permita una mínima estabilidad del Gobierno municipal, con una actitud crítica y reivindicativa que le permitan a ella (si acaba siendo la candidata socialista a la Alcaldía) y al PSPV desmarcarse de Compromís, con el objetivo de recuperar votos en las próximas elecciones locales de 2019.
De hecho, las fuentes consultadas advierten: “No va a montar ningún incendio innecesario, pero si no está de acuerdo con alguna decisión de Ribó lo dirá”.
Empieza así un complicado ejercicio de equilibrismo entre tres socios de Gobierno (Compromís, PSPV y Valéncia en Comú) que deben mantener una mínima sintonía para gestionar el día a día de la ciudad y que al mismo tiempo compiten por un mismo espacio político.