El PSOE valenciano negocia con Compromís y Podemos una fórmula para esquivar el veto de Ferraz
La reacción del aparato socialista de la calle de Ferraz, en Madrid, contra la negociación de un acuerdo valenciano al Senado en las elecciones del próximo 26 de junio que implique a Podemos complica las intenciones del presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, de conformar una alianza con Compromís y la formación morada. El acuerdo recogería los planteamientos del Pacte del Botànic, en el que se sustenta su gobierno, y estaría en condiciones de arrebatar al PP la mayoritaria representación que obtuvo en las elecciones del pasado mes de diciembre en la Cámara Alta, con la obtención de nueve de los 12 senadores en liza en las tres circunscripciones valencianas.
Tras las declaracioens de los dirigentes del PSOE queda claro que no habrá una coalición, pero la dirección del PSPV-PSOE insiste en que su ejecutiva no aprobó ese camino el martes por la tarde sino “negociar con Compromís y Podemos para alcanzar de cara a las próximas elecciones generales del 26 de junio un Acord Valencià”. ¿Dónde está la diferencia? En que la fórmula que se baraja no implicaría el registro de una candidatura conjunta ni de una coalición. Sería un mero acuerdo de apoyo mutuo entre candidatos de las diversas fuerzas.
Así, según fuentes de la negociación, los socialistas podrían presentar un candidato con sus siglas al Senado en cada una de las tres circunscripciones (lograron dos, uno por Alicante y otro por Castellón, en las pasadas elecciones y corren serio peligro de perder ahora incluso ambos escaños). Por su parte, Compromís y Podemos, desde su coalición conjunta, a la que se está ultimando la incorporación de Esquerra Unida, presentarían dos candidatos por cada circunscripción (ganaron una senadora en diciembre, pero tienen ahora prácticamente asegurados tres, uno por cada provincia, mientras mantienen serias aspiraciones a hacerse con nueve si logran superar al PP como fuerza más votada). El reparto puede tener otras variantes, pero en esencia consiste en un compromiso de votar recíprocamente a los candidatos de unos y otros.
¿Cómo se formalizaría ese acuerdo? Con la firma de un manifiesto o protocolo basado en los tres ejes programáticos que la ejecutiva del PSPV-PSOE ya incluyó en su resolución: reforma de la Constitución en un sentido federal, reforma del modelo de financiación autonómica para evitar la discriminación de la Comunidad Valenciana y apoyo a unos Presupuestos Generales del Estado que garanticen las inversiones que corresponden a los valencianos en función de su peso en España, con especial impulso al Corredor Mediterráneo.
Pedro Sánchez también tiene objeciones
En el práctica, el acuerdo se concretaría en recomendar el voto para los candidatos de los otros firmantes del acuerdo. Unos y otros repartirían a los electores papeletas al Senado en las que estarían marcados con las tres cruces reglamentarias los candidatos del PSPV-PSOE, por un lado, y los de la coalición Compromís-Podemos, por el otro.
Los contactos entre el socialista Ximo Puig, la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, de Compromís, y el dirigente de Podemos, Antonio Montiel, van en ese sentido. Pero todo depende de que la dirección del PSOE evite extender el veto a coligarse con Podemos para el Senado incluso a una fórmula tan pragmática como este posible acuerdo de apoyo mutuo, que no exigiría formalización jurídica de ningún tipo.
A Ferraz tampoco le convence esta nueva propuesta, que llegaría a la Comisión Federal de Listas con una incompleta, es decir, con menos nombres de los que puede presentar por cada circunscripción. Ese organismo se reúne el próximo viernes para dar su visto bueno a las listas, que tendrán que ser ratificadas definitivamente en el Comité Federal del sábado 14 de mayo.
Fuentes del Comité Electoral del PSOE sostienen que en el caso de que la federación valenciana enviara listas sin todos los puestos cubiertos la Comisión Federal de Listas “completaría” las candidaturas. Ferraz sostiene que el partido concurrirá con listas del PSOE “de principio a fin”.
Al mismo tiempo que el responsable de Estrategia y Comunicación del Comité Electoral, Óscar López, rechazaba cualquier tipo de alianza que incluya a Podemos para concurrir a la Cámara Alta por la Comunidad Valenciana, el PSOE valenciano aseguraba que su propuesta no es “un acto de rebeldía contra el PSOE pero sí que es una posición firme que vamos a defender hasta el final, porque estamos convencidos”, según ha expresado el secretario de Organización territorial, Alfred Boix.