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La resaca de Torró: ajuste a la griega en Gandia para evitar la quiebra

Arturo Torró y Cristóbal Montoro, el ministro de Hacienda, en una junta ejecutiva del PP.

Voro Maroto

El ayuntamiento de Gandia, gobernado desde junio por una coalición entre el PSPV-PSOE y Més Gandia, una candidatura integradora de la izquierda, ha decidido afrontar sin medias tintas y con prontitud la pésima situación económica del ayuntamiento, que roza la quiebra tras cuatro años de gestión del polémico Arturo Torró (PP).

De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el ejecutivo, con el apoyo de Ciudadanos, ha aprobado un draconiano plan de ajuste. El IBI y el impuesto de Circulación subirán más de un 20% de media, se intentará mejorar la recaudación de impuestos, se bajará un 5% el gasto en personal y todos los servicios públicos no esenciales (polideportivos, línea de autobús..) verán progresivamente disminuidas las subvenciones hasta funcionar, en tres años, con el dinero recaudado. Una empresa pública, IPG, que ha llegado a perder seis millones de euros en un año, será cerrada.

A cambio, Hacienda renegociará la deuda con los bancos para alargar los plazos y los tipos de interés de los préstamos e inyectará liquidez para que Gandia pague a sus proveedores, que ahora cobran a más de 10 meses de plazo, a 320 días de media exactamente. La alcaldesa, la socialista Diana Morant, justifica su agresivo plan por la pésima gestión de Torró. Salvador Gregori, coordinador de hacienda, dice que es la única salida al “crack financiero” que sufre Gandia.

Éste, pese a las eternas negociaciones, no cerró ningún plan de ajuste con Hacienda. Y según el actual ejecutivo, más que duplicó la deuda durante su único mandato (2011-2015), elevándola hasta los 320 millones de euros. A efectos prácticos, Gandia está quebrada: debe 54 millones a proveedores y entre ayuntamiento e IPG tienen obligaciones pendientes con los bancos por casi 250 millones. No había otra salida que “ajustar” y trabajar “para que de aquí a 2032 tengamos presupuestos realistas y equilibrados”, dice Morant.

Torró, un empresario con algunas de sus compañías en concurso de acreedores que cree “austero” gastar casi 400 euros en una noche de hotel, niega la mayor. Con su partido, votó en contra del ajuste, y culpa de la situación municipal al PSPV, que gobernó Gandia durante varios mandatos hasta 2011. Según sus números, las finanzas del ayuntamiento están mejor tras sus cuatro años de agitada gestión.

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