Vuelven las camisetas reivindicativas de Mónica Oltra
El cargo de vicepresidenta de la Generalitat Valenciana no es incompatible con las camisetas con mensaje de Mónica Oltra (Compromís) y este jueves la número 2 del Consell ha vuelto a aparecer en las Corts con una de sus peculiares camisetas.
Pero en esta ocasión el mensaje era amable, de paz, de perdón y en inglés: Una imagen de Gandhi mostraba el texto “Ojo por ojo y el mundo entero quedará ciego”. Posiblemente una declaración de intenciones que acompañaba a su intervención en la cámara autonómica para explicar las líneas maestras que desarrollará durante la legislatura; pero también un mensaje en el momento de la crisis de los refugiados donde Oltra ha abanderado en la Generalitat la apertura para el acogimiento de los sirios que huyen de la guerra.
Esta camiseta dista mucho de otros mensajes más atrevidos como la más famosa que mostraba la cara del expresidente Camps y el mensaje “Se busca. Sólo vivo”; u otras como “No nos falta dinero, nos sobran chorizos”; e incluso otras de apoyo a causas como los familiares de las víctimas del metro.
Dichas camisetas provocaron furibundas críticas del PP en diversos momentos hasta que el expresidente de las Corts, Juan Cotino (PP) impulsó un reglamento expreso para la cámara sobre el “decoro” de la vestimenta de los diputados, e impedir que Oltra continuara usando (al menos en las Corts) estas 'camisetas-protesta'. En esta nueva legislatura el presidente de las Corts es Enric Morera (de su mismo partido, Compromís), y posiblemente la aplicación de este reglamento será más laxa.
No obstante a lo largo de la jornada parlamentaria, y tras una primera hora y media de exposición de tono tranquilo, en su turno de réplica uso un tono más agresivo con el portavoz del PP, Alfredo Castelló, dado que ha sido la única formación con críticas para el gobierno. Entre el discurso usado Oltra ha mostrado una foto para reprochar a los 'populares' que estuvieran con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una comida en el 'Bar Manolo' y que el jefe del ejecutivo no asistiera al debate sobre la reforma del Estatut (un debate que sólo contó con 60 de los 350 diputados del Congreso.
