Una cofradía de Castellón rechaza a un hombre por ser homosexual y estar casado

Javier Gimeno se considera creyente y, sobre todo, devoto de la Virgen del LLedó, la patrona de Castellón. También es desde hace años “barrero” (encargado de llevar la talla en procesión). Además, es una persona vinculada a las fiestas populares de la ciudad, ya que preside una de las gaiatas. A pesar de estos méritos, Javier no ha podido dar un paso más en su devoción. La Real Cofradía de la Virgen del Lledó le ha rechazado como cofrade debido a que es homosexual y casado.

Así lo confirmó Gimeno, que lamentó que la verdadera razón del rechazo no es su condición sexual, sino el hecho de que no la esconde: “Si hubiera llevado una doble vida, seguramente me habrían aceptado. Pero estoy casado y soy una persona pública”. Gimeno es conocido en Castellón por su actividad en las fiestas populares y también por la profesión de su marido, Higinio Mateu, diseñador de moda y propietario de un establecimiento en la ciudad.

Los hechos tuvieron lugar hace varias semanas, poco antes de las Fiestas de la Magdalena. Gimeno fue seleccionado para recibir una medalla de la virgen. Es una distinción que convierte a su portador para convertirse en cofrade durante cuatro años, y que se recibe de manos de la familia encargada de tutelarla. Javier Gimeno fue elegido por una de estas familias, pero más tarde recibió el mensaje de que no cumplía los requisitos para obtener la medalla, debido a su orientación sexual.

Rechazo verbal

Fueron los poseedores de la medalla, amigos de Gimeno, quienes les hicieron saber que la cofradía había rechazado verbalmente que él fuera receptor de la distinción. “Estaban muy sorprendidos, no habían pensado que esto pudiera suceder en estos tiempos”, explicó Gimeno, que añadió que otros cofrades le habían confirmado que la razón del rechazo era su orientación sexual.

Desde la Cofradía de Lledó, su presidente, Ferrán Barberà, confirmó al periódico Mediterráneo que la distinción se le había negado “en base al derecho canónico”. “La cofradía no discrimina, pero nos debemos a nuestros superiores eclesiásticos y estos, según el derecho canónico, no lo permiten”, añadió.

Los hechos se conocieron el pasado fin de semana. Se celebraron las fiestas de la Virgen de Lledó, que quedaron marcadas por esta polémica. El concejal de ermitas del Ayuntamiento de Castellón, Enric Porcar, aprovechó su discurso en los actos para criticar la discriminación sufrida por Gimeno. Porcar afirmó que la fiesta “tiene que estar abierta a la evolución de la sociedad, tolerante con la diversidad, integrando a todo aquel que quiera a nuestra Lledonera, indistintamente de su origen, de su ideología o incluso de su orientación sexual”.

Se desvinculará de la cofradía

Por su parte, Gimeno explica que, aunque la Cofradía cambiara de opinión, él ya no quiere recibir la medalla. Explica que la mayoría de la Junta de la Cofradía le apoya, pero lo sucedido ha mermado su ilusión. “La Virgen no tiene la culpa, pero no me apetece porque algunas personas piensan que no debo estar ahí”, afirma.

“Puedo entender que yo no pueda estar, pero por la misma regla de tres no debería haber divorciados, que los hay”, opinó. Su malestar le llevará a presentar su dimisión como “barrero” de la virgen. Explicó que los responsables de la cofradía “son muy mayores, y entiendo que tengan esos pensamientos retrógrados y que haya unos estatutos. Pero la vida evoluciona”. “Con la Iglesia hemos topado”, concluyó.