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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El corto debate de Rita Barberá

Rita Barberá.

Moisés Pérez

Sin posibilidad de diálogo y con la mirada puesta en las elecciones. Así ha trascurrido un debate del Estado de la ciudad de Valencia corto, excesivamente delimitado y donde la sensación de cambio de ciclo ha flotado por un ambiente claramente prelectoral en el último gran pleno de esta legislatura.

La oposición ha centrado sus intervenciones en tres puntos: criticar la gestión de Barberá al frente del consistorio, presentar sus programas de gobierno y mostrar su disconformidad por el modelo encorsetado de debate planteado por la alcaldesa de Valencia. Diálogo, en el que como viene siendo habitual, Rita Barberá no ha participado, eludiendo el debate con los líderes de la oposición.

El pleno se ha iniciado con la intervención del portavoz de Esquerra Unida, Amadeu Sanchis. El edil izquierdista ha empezado criticando el viaje que hizo Barberá a Londres para cenar con el magnate de la F-1 Bernie Ecclestone, que costó 7.223 euros al ayuntamiento, y los 15.000 euros abonados para el mástil de una bandera.

En su intervención hecha íntegramente en valenciano, ha cargado “contra la discriminación de Rajoy a Valencia” en los PGE y ha responsabilizado al gobierno municipal de ser “los responsables del paro al priorizar los pagos a la banca y recortar en inversión pública”. El concejal de EUPV ha criticado la modificación del Plan del Cabanyal de Barberá, recordando que aún con ese cambio el proyecto “niega la realidad y no se ajusta a la legalidad”. Su intervención ha terminado con una frase que indicaba la irrupción de la campaña electoral en los discursos de todos los partidos: “Valencia espera un cambio”.

El siguiente en tener el turno de palabra ha sido Joan Ribó, portavoz de Compromís. Su intervención ha empezado denunciando que el debate “era una burda operación de maquillaje de las formas de gobernar de la alcaldesa”. Ribó, a renglón seguido, ha enumerado una lista de proyectos como el de la Dársena o la visita del Papa, que para el portavoz de la formación valencianista son un ejemplo claro del “despilfarro en la gestión de Rita Barberá”. Sobre el Cabanyal, ha criticado que aunque el decreto de expolio paró su plan, “se siga gastando dinero en la compra de casas”.

El edil de Compromís, a su vez, ha reprochado también el viaje de la alcaldesa a Londres, y le ha espetado a que devuelva el dinero de la siguiente forma “¿No cree que tendría que devolver un dinero que no es suyo sino de todos?”. En su discurso hecho completamente en valenciano, Ribó ha hablado sobre la reunión de Barberá con Rajoy y le ha criticado el maltrato de los PGE a la ciudad. El edil valencianista ha propuesto la rehabilitación como medida para atajar el paro y mantener el patrimonio. Su discurso ha acabado diciendo la misma frase que le dijo Jose María Aznar a Felipe González: “Váyase, señora Barberá”. La frase ha desatado la risa de la alcaldesa.

Joan Calabuig, portavoz del PSPV-PSOE, ha sido el siguiente a intervenir. En su inicio realizado en valenciano, para pasarse después al castellano, ha criticado que Barberá no participe en el debate y que lo haga el vicealcalde, Alfonso Grau, por ella. El portavoz socialista ha ido mezclando críticas y la presentación de un programa de gobierno durante su intervención, en la que ha denunciado los niveles de pobreza y de exclusión social, el “empecinamiento” de Barberá en el Cabanyal, así como el efecto de los recortes para los comercios de la ciudad.

“Usted es responsable política de Feria Valencia” le ha espetado Calabuig, quién ha repasado los casos que han acechado a la alcaldesa y al vicealcalde. Ha calificado el mandato de Barberá “como de tiempo perdido para Valencia”, para acto seguido presentar su proyecto como “una alternativa clara a la ciudad paralizada y endeudada” y enumerar sus propuestas contraponiéndolas a las medidas adoptadas por el equipo de gobierno actual.

Defensa de Barberá y debate electoral

El encargado de defender la gestión de Barberá ha sido, como de costumbre, el vicealcalde, Alfonso Grau. Ha criticado “la ciudad triste, sin impulso y sin proyecto” que, según él, propone la oposición. El discurso hecho totalmente en castellano y que a juzgar por los bostezos del concejal Vicente Alexandre aburrido para él, ha reivindicado la gestión de Barberá. El edil del PP, ha presumido de las iniciativas del consistorio en materia de emprendimiento y de, según él, “la baja presión fiscal de la ciudad de Valencia”.

Su intervención llena de datos pero carente de grandes anuncios que evidenciaban la sensación de final de ciclo, ha estado llena de críticas a un hipotético y futuro tripartito en el consistorio. Tanto que ha dicho: “Sois un club de perdedores –en referencia a la oposición- que solo está pensando el quítate tú, para ponerme yo y repartirnos el botín”.

La oposición ha gozado de una intervención delimitada para contestar al vicealcalde. Sanchis ha criticado que Grau “no haya dicho nada del Plan del Cabanyal, que no tiene más recorrido que la degradación”. Ribó ha denunciado que Barberá no interviniera en el debate y en referencia a la afirmación del vicealcalde de que la oposición pretendía “repartirse el botín” le ha contestado con un dicho popular: “Se cree el ladrón que todos son de su condición”. Calabuig ha criticado el discurso optimista y triunfalista de Grau y le ha denunciado que el equipo de gobierno no quiera “ver la realidad de la ciudad”.

El vicealcalde popular ha sido el encargado de finalizar el debate con su respuesta a la oposición. Grau se ha jactado de que por dos veces “se haya tirado al corral” su imputación, ha acusado a la oposición de “vendedores de crecepelos y elixires” y les ha retado a un pleno donde se debatan las propuestas de la oposición, precisamente lo que con un formato diferente al impuesto hoy por Barberá se hubiera podido conseguir. Afirmaciones las de Grau y las de la oposición, propias de una campaña electoral que ha invadido el debate de hoy, con la sensación de fin de ciclo político como telón de fondo.

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