Más espacios verdes, más ciclistas y menos suelo urbanizable para Castellón
Para subrayar la importancia del momento, los integrantes del Pacto del Grau adoptaron el lunes por la mañana una escenografía inusual. Ante la prensa, comparecieron juntos los representantes de cada uno de los tres partidos que lo forman (PSOE, Compromís y Castelló en Moviment) acompañados de la alcaldesa, Amparo Marco, y la vicealcaldesa, Ali Brancal, así como de varios de los técnicos de las áreas de Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento.
El objetivo de esta comparecencia era trasladar a la opinión pública el consenso con el que se está elaborando el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Una tarea urgente, después de que el Tribunal Supremo anuló el plan anterior, redactado por el gobierno municipal del PP.
La alcaldesa recordó que se trata de un plan que diseñará la ciudad para los próximos 20 años, por lo que pidió a Ciudadanos y PP que se unan al proceso para conseguir una mayor participación. En este sentido, Xavier del Señor, portavoz de Castelló en Moviment, animó a la ciudadanía a que participe en los meses que quedan del proceso a través de las alegaciones “porque en eso nos va el futuro de la ciudad”.
Espacios verdes conectados entre sí
Durante la comparecencia se presentó el documento de síntesis del Plan General, que establece las directrices básicas para desarrollar la totalidad del planeamiento. Los portavoces explicaron que han conseguido alcanzar este acuerdo después de un año con reuniones semanales.
El PGOU atenderá especialmente al cuidado del medio ambiente, la mejora de la calidad de vida de los vecinos y priorizar la regeneración del espacio urbano ya existente por encima de la ampliación de los límites de la ciudad.
Se planea la creación de un anillo verde en torno a la ciudad, “una red interconectada de los espacios de mayor valor paisajístico, agrícola, ambiental y cultural” que rodean el casco urbano y que “se completa con corredores ecológicos y funcionales como el Riu Sec, que se transformará en un eje vertebrador, ambiental y ciclopeatonal que unirá la playa con la Universitat Jaume I”, explicó Marco.
La alcaldesa añadió que esta infraestructura verde supondrá el 70 % del término municipal y explicó que se triplica la superficie de suelo protegido, de 1706,4 hectáreas a 5.354,9 hectáreas. Rafa Simó, concejal de Urbanismo y Movilidad, detalló algunas de las actuaciones previstas. Se refirió a la creación del parque de l’Almalafa –entre el Palau de la Festa y el colegio Blasco Ibáñez-, el nuevo Parc de la Marjal o la puesta en valor de la red de acequias y de caminos históricos.
Llegar en bicicleta al trabajo en el polígono
El edil prometió “una red de caminos amables con el ciclista y con el peatón”, aumento de transporte público y carriles bici para conectar los grupos periféricos y las zonas industriales. “Ganamos espacios peatonales proyectando peatonalización, proyectando superislas y calmando el tránsito”, explicó. “Es importante que la red ciclista llegue a todos los barrios”, insistió el concejal.
En cuanto a la construcción de viviendas, Marco anunció que se reduce un 70 % el suelo urbanizable “con un crecimiento planeado para cohesionar la ciudad e integrar los grupos periféricos”. En cuanto al suelo industrial, su crecimiento está marcado por la reserva de terreno para la plataforma logística del Serrallo.
Por su parte, Ignasi García, de Compromís, añadió que se trata de aprender de épocas pasadas: “Creo que esa apuesta decidida por cohesionar la parte urbana servirá para acabar con el desarrollo que se basaba única y exclusivamente en una burbuja que no nos ha llevado a ningún lugar”.
Dinero para un compromiso real
Del Señor cerró las comparecencias pidiendo realismo y dinero para poner en práctica todas estas intenciones. “Esto es una declaración de intenciones, hará falta ver cómo se desarrolla en los planes pormenorizados y sobre todo cuáles son las inversiones que se hacen en ese aspecto porque podremos tener un plan general maravilloso pero si no tenemos dinero, finalmente no haremos nada”.
El portavoz de Castelló en Moviment también insistió en otro de los proyectos de la infraestructura verde: englobar los terrenos cultivados del entorno de la ciudad en un parque agrario para darles valor. Afirmó que cualquier actuación en este sentido pasa por rentabilizar la actividad agraria y esto supone “no sólo animar a la gente a que labre, sino darles los mecanismos para que puedan vender aquello que están produciendo, porque no estamos hablando de huertos urbanos ni de hobby, sino de una actividad económica”.
La versión preliminar del Plan General Estratégico -el documento del que emanará el resto del planeamiento- se aprobará en el Pleno de Diciembre. En enero, se expondrá para que cualquier ciudadano pueda presentar alegaciones. Después, llegarán otros trámites como un segundo periodo de exposición pública y el visto bueno de la Generalitat Valenciana. El objetivo es que el Plan esté aprobado antes de que termine esta legislatura (en 2019), pero el concejal Simó explicó que es imposible asegurarlo.
