Comienza la exhumación de la fosa 82, con una veintena de fusilados del franquismo en Paterna
Este martes han comenzado los trabajos de exhumación de la fosa 82 del cementerio de Paterna, en la que se calcula que hay enterradas 20 personas, víctimas de los fusilamenientos del 25 y el 27 de octubre de 1939. Las víctimas que se esperan encontrar son naturales de las localidades de Benifaió, Oliva, Carlet, Alcúdia, Alginet y Carlet.
Es la segunda exhumación que se realiza en el cementerio de esta localidad del área metropolitana de Valencia, el que más víctimas de la represión franquista alberga de la Comunidad Valenciana. Se estima que en el paredón colindante fueron fusiladas más de 2.200 personas y hay más de 60 fosas por excavar.
“Es una obligación de las administraciones públicas restaurar la memoria, queremos que sean los ayuntamientos los que busquen a los familiares y pidan las ayudas para las exhumaciones”, ha explicado la diputada de Memoria Histórica de la Diputación de Valencia, Rosa Pérez.
“Nos da vergüenza e indigna que hayan tenido que pasar 40 años desde la muerte del dictador para que se abran las fosas. En cualquier democracia normal, al acabar una dictadura, lo que toca es dar memoria, hacer justicia y reparar a las víctimas y aquí tenemos las víctimas en cunetas”, ha lamentado la diputada de Esquerra Unida.
Según los cálculos de los arqueólogos, los trabajos de exhumación durarán alrededor de un mes y medio. Inmediatamente después, comenzarán las excavaciones de la fosa 113 en el mismo cementerio, la más grande en territorio valenciano, en la que se estima que hay almenos 65 personas enterradas.
La recuperación de los restos se encuentra con una serie de trabas. En primer lugar, las escasas ayudas que reciben de las administraciones públicas -este es el primer año que la Diputación de Valencia concede ayudas para la recuperación de la memoria histórica, desde que se acabaran las subvenciones del ministerio en 2011-. Además, la recuperación de los restos se hacen siguiendo la metodología forense, según han explicado Miguel Mezquida y Maria Fortuna, responsables de ArqueoAntro, ya que aunque el ministerio actualmente no judicializa los asesinatos, esperan que algún día sea así.
La labor se complica aún más si se tiene en cuenta que no hay un mapa exacto de las fosas comunes. Los equipos de antropólogos y la Diputación colaboran con la Universidad de Valencia y las asociaciones de familiares para hacer una estimación del número de fusilados que puede haber en cada fosa o en las cunetas.
Varios familiares de las víctimas han acudido a los inicios de los trabajos y se han sumado a la ecavación, como Isabel y Dolores, que buscan a sus padres. Este año, con las subvenciones de Diputación, también se abrirán fosas en los cementerios de Chiva y Ontinyent, a petición de los ayuntamientos. Sin embargo, las familias aún tendrán que esperar cerca de un año para recuperar los cuerpos, porque deben pasar las pruebas de ADN y por varios trámites administrativos.