Trece momentos clave en la carrera política de Rita Barberá
Este miércoles fallecía a los 68 años en el hotel en el que se hospedaba en Madrid la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, víctima de un infarto. Con la muerte de la senadora valenciana -ex del PP- se va uno de los personajes clave de la política valenciana del último cuarto de siglo. Éstos son algunos de los momentos más destacados de su carrera:
Llegada a la alcaldía. El 5 de julio de 1991 es elegida alcaldesa de Valencia. Pese a que la victoria electoral correspondió a la socialista Clementina Ródenas, el Partido Popular alcanzó un acuerdo con Unió Valenciana para conseguir arrebatarle el gobierno municipal al PSPV. Los nueve ediles del PP junto a los ocho de la formación de Vicente González Lizondo superaban los catorce de los socialistas y posibilitaban que Rita Barberá fuera elegida por primera vez alcaldesa de Valencia, un cargo que ocuparía hasta junio de 2015.
Primera mayoría absoluta. Poco le costó a Rita Barberá deshacerse de sus compañeros de viaje. Apenas cuatro años después del pacto con Unión Valenciana -en 1995-, el Partido Popular y Rita Barberá arrasaron en las urnas pasando por encima de sus socios de gobierno y de sus rivales políticos consiguiendo una mayoría absoluta que repetirían en 1999, 2003, 2007 y 2011. El dominio electoral de la 'alcaldesa de España' era incontestable.
El triunfo de Francisco Camps. Rita Barberá fue una de las artífices del ascenso del expresident de la Generalitat, Francisco Camps, en el partido y, por consiguiente, en cargos de responsabilidad institucional. El exjefe del Consell, que fue concejal en Valencia con Barberá como alcaldesa, se hizo con el control definitivo del Partido Popular en noviembre de 2004, dejando fuera de los puestos clave a los afines al expresident Eduardo Zaplana, rival interno de la difunta senadora que ya había dejado el Gobierno tras la derrota de Mariano Rajoy frente a Rodríguez Zapatero en marzo de 2004. Otro de los apoyos de Camps entonces fue el ahora defenestrado -y condenado- Carlos Fabra.
La visita del Papa. En julio de 2006 Valencia acogía un gran evento de carácter religioso. Se trataba del Encuentro Mundial de las Familias, una cita que atrajo a la ciudad a miles de visitantes, el más ilustre de ellos, el papa Benedicto XVI. La cita se recordará por coincidir con el accidente de metro y por las irregularidades en la contratación de determinados servicios, una circunstancia que está siendo juzgada en el contexto del caso Gürtel y en el que está imputado, entre otros, el exconseller popular Juan Cotino.
El accidente de metro. El 3 de julio de 2006, en vísperas de la visita del Papa, se producía en la ciudad un accidente de metro que acababa con la vida de 43 personas y causaba heridas a otras 47. Una tragedia que, sin duda, marcó una época y que le ocasionó alguna que otra polémica a Rita Barberá.
La Fórmula 1 llega a Valencia. El 1 de julio de 2007, Bernie Ecclestone y Valmor Sport firmaban el acuerdo que posibilitó la llegada de la Fórmula 1 a Valencia. El 24 de agosto de 2008 se celebraba el primer Gran Premio de Europa en el Circuito Urbano habilitado a tal efecto en la capital valenciana. La carrera desapareció del calendario de la Fórmula 1 tras la carrera de 2012 y la celebración de cinco grandes premios. La herencia de esta experiencia fueron pérdidas millonarias y una investigación judicial, el conocido caso Valmor, en el que está imputado Francisco Camps.
La Copa América. Si hay un gran evento que ha resultado rentable para la ciudad, ése ha sido sin duda la Copa América. Tras imponerse el Allinghi en la 31ª edición de esta competición y puesto que la embarcación era suiza, un país que no dispone de costa, Valencia apostó por convertirse en la sede de la 32ª edición de la Copa América. El equipo suizo se decantó por la candidatura de Valencia, que acogería la competición en 2007 y posteriormente también en 2010. La cita sirvió para lavar la cara de la Marina Real, aunque el consorcio todavía arrastra una importante deuda de más de 400 millones de euros con el Estado.
La consolidación de Mariano Rajoy. La ciudad de Valencia acogía en 2008 el congreso que consolidó la figura del actual presidente del Gobierno como líder indiscutible del Partido Popular gracias al apoyo de los populares valencianos que comandaban la dupla formada por Francisco Camps y Rita Barberá, amiga personal de Rajoy y que fue la persona elegida para presidir aquel cónclave.
Rajoy llegaba a aquella cita muy cuestionado por el sector del expresidente José María Aznar tras sendas derrotas electorales en los comicios de 2004 y 2008 frente a José Luis Rodríguez Zapatero. El apoyo del PP valenciano finalmente resultó decisivo.
El caso Nóos. Aunque no ha sido imputada hasta este mismo año, sobre la exalcaldesa de Valencia han planeado en los últimos tiempos diferentes dudas por la posible implicación que podía haber tenido con diversos casos de corrupción. Si bien el escándalo de las facturas de 'Ritaleaks' le hizo tambalearse, fue Nóos -y la contratación del instituto de Iñaki Urdangarin para la celebración de la Valencia Summit- la causa que más le acercó al banquillo de los acusados.
El propio juez Castro, instructor del caso, no dudó en declarar que no entendía por qué no estaban imputados la exalcaldesa y Francisco Camps. Esta causa también supuso el alejamiento definitivo de quien fue su mano derecha durante muchos años, Alfonso Grau, que sí que estaba imputado en Nóos.
El episodio del 'caloret'. En febrero de 2015, con motivo de la celebración de la tradicional 'Crida' fallera, la entonces alcaldesa valenciana tuvo una intervención poco afortunada. Este episodio fue el principio del fin de la carrera política de Barberá.
La derrota electoral. Tan sólo unos meses después, el 24 de mayo, Rita Barberá y el PP sufrían un batacazo histórico después de 24 años gobernando la ciudad, veinte de ellos con incontestables mayorías absolutas. Pese a ganar las elecciones municipales, los populares perderían la alcaldía a manos de Joan Ribó (Compromís) gracias a un pacto de gobierno con el PSPV y València en Comú (la formación avalada por Podemos). La mejor definición de lo que sucedió aquel día la dio la propia Barberá, cuando recibió a Serafín Castellano con la expresión “¡Qué hostia!”.
El caso Taula. El 26 de enero pasado, agentes de la Guardia Civil desarrollaban en Valencia la operación Taula contra la corrupción, con ramificaciones en la Diputación de Valencia, la Generalitat y el ayuntamiento de la capital, donde se investigaban irregulares que se habrían producido con los tres gobiernos en manos del PP.
La vertiente municipal de la investigación acabó con la imputación de 49 concejales, exconcejales y asesores del grupo municipal, que veía como todos sus ediles menos uno eran llamados a declarar como investigados por presunto blanqueo relacionado con la presunta financiación irregular del partido en Valencia. Se estrechaba el cerco sobre Barberá que se libraba de la imputación por su condición de aforada al ser senadora.
La imputación en el Supremo. Finalmente, en septiembre pasado, la senadora valenciana era citada a declarar por el Supremo como imputada en relación al presunto blanqueo en el grupo municipal que ella dirigía. Barberá se aferraba al acta de senadora aunque cedía a las presiones internas y abandonaba su militancia en el Partido Popular. El pasado lunes, la exalcaldesa de Valencia testificaba ante el juez Cándido Conde Pumpido, cuando ratificó lo que siempre había asegurado, que no sabía nada de financiación irregular del Partido Popular valenciano.