El resurgir del Marítim, la gran apuesta del gobierno de Ribó
Los poblados marítimos han sido una de las zonas más olvidadas de València en los 24 años de dominio del PP de Rita Barberá en el Ayuntamiento.
Es cierto que con la Copa América el puerto pasó de ser una zona oscura y degradada a convertirse en una de las principales zonas de ocio de la ciudad, pero no lo es menos que se hizo a costa de una deuda inasumible y de dejar el corazón de los barrios marineros sin ningún tipo de inversión ni de mejora.
El caso más sangrante es el del Cabanyal, castigado durante más de dos décadas en las que solo se invirtió en la compra y derribo de inmuebles para la ejecución de una inviable prolongación de Blasco Ibáñez, proyecto que solo generó parálisis y más solares y degradación en el barrio.
Las cifras hablan por sí solas: en el año 1998 había 238 parcelas en mal estado y 244 solares en el barrio, mientras que en 2015 había 407 parcelas en mal estado y 366 solares, según la tesis doctoral del arquitecto Luis Francisco Herrero.
El cambio de color político en el Ayuntamiento, liderado por Joan Ribó (Compromís), y en la Generalitat, presidida por Ximo Puig (PSPV) ha supuesto un giro de 180 grados en la suerte de esta zona de Valencia.
Así, han pasado de quedar a la cola de las grandes inversiones de la ciudad a convertirse en la gran apuesta de la legislatura del equipo de gobierno que preside Ribó, una apuesta en la que también se ha involucrado el Consell.
Basta con echar un poco la vista atrás y ver la cantidad de proyectos que se han anunciado en la fachada marítima en los últimos días.
Unos proyectos que, tras un primer año de largas tramitaciones burocráticas (concursos, licitaciones, adjudicaciones, etc...), comenzaron a ver la luz el pasado 20 de febrero con el inicio de las obras de reurbanización de las calles Barraca, Reina, Doctor Lluch y adyacentes (en total se renovarán 11 viales).
“No quiero un Cabanyal al que nadie se atreva a venir”
Tan solo dos días después, el propio alcalde, Joan Ribó, escenificó esta apuesta por el marítimo en la presentación ante 18 colectivos del Cabanyal de las Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi), un plan a cinco años dotado de 30 millones de euros (15 millones de fondos euros europeos y otros 15 municipales) que incluye 11 líneas de acción con 47 puntos a desarrollar hasta 2021.
Entre ellos destaca la creación de rutas escolares seguras, de 1.800 plazas de aparcamiento en diferentes parcelas, huertos urbanos, planes para potenciar el comercio y rehabilitación del patrimonio cultural.
Ribó aseguró a los vecinos y comerciantes que no quiere que el Cabanyal se convierta “en una zona exclusiva, pero tampoco que sea un lugar al que nadie se atreva a venir; quiero un barrio tal y como fue siempre: marinero, dinámico, abierto”.
El alcalde dejó clara la bandera del Gobierno que preside: “Estamos embarcados en un proyecto ambicioso de dignificación de toda la fachada marítima de la ciudad, y el Cabanyal-Canyamelar es un puntal”.
Estas actuaciones se combinan con las que dependen de la Generalitat, recientemente anunciadas por la consellera de Vivienda, María José Salvador, las cuales supondrán una inversión directa total de 23,2 millones de euros.
Según Salvador, “durante el primer trimestre de este año se van a iniciar la rehabilitación de 600 viviendas de 130 edificios privados y otros siete edificios de vivienda pública gracias a las ayudas concedidas en el marco del Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU)”.
Entre los edificios que se rehabilitarán destacan la Lonja de Pescadores o el edificio de l'Escorxador, donde se ubicará el archivo histórico.
El Grao, en fase de desbloqueo
El Grao también se beneficiará de las diferentes inversiones. En concreto, la autonómica incluye la rehabilitación de los tinglados 4 y 5 del puerto, la remodelación del Mercado del Grao, la creación del Museu del Mar y la construcción de un centro de servicios sociales.
Además, Salvador ha recordado que están trabajando también con el Ayuntamiento para desbloquear la situación del PAI del Grao y para poder dar un uso público al suelo del circuito urbano de Fórmula 1.
La hora de Nazaret
La cuadratura del círculo para apuntalar el resurgir de los poblados marítimos se produjo este jueves en el pleno del Ayuntamiento con la aprobación por unanimidad del acuerdo con la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) que supondrá la cesión de 180.000 metros cuadrados de terrenos portuarios para la creación de zonas verdes y deportivas en Nazaret, de los cuales 86.000 metros se destinarán a un parque de desembocadura.
La suerte del barrio cuyo principal reclamo y foco de dinamización era su playa, cambió cuando se le arrebató en 1986 debido a la expansión del puerto, pese a la fuerte contestación vecinal.
Ahora, después de años de asedio por la actividad portuaria, Nazaret comienza a ver la luz. El acuerdo municipal comportará el derribo del actual muro alrededor de la antigua fábrica de Moyresa, y la creación de una área deportiva dotacional y de espacio libre que unirá Nazaret y la ciudad con el Puerto mediante zonas verdes, itinerarios peatonales y carril bici.
Incluso, el barrio podría recuperar simbólicamente la playa perdida, aunque de forma artificial en el mencionado parque.
El portavoz de la asociación de vecinos de Nazaret, Julio Moltó, intervino en el pleno para mostrar su satisfacción por el acuerdo y para pedir concreción y agilidad en los plazos de las actuaciones y que se declare el barrio como “área de rehabilitación de reforma urbana”.