Acnur exige un “plan coherente” para atender a los migrantes tras el uso de una prisión como CIE
Tras el encierro de casi medio millar de migrantes en la futura cárcel de Málaga II, en Archidona, la representante en España del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Francesca Friz-Prguda, ha reclamado al Gobierno que ponga en marcha un “plan coherente” que permita atender adecuadamente a las personas que llegan a las costas andaluzas y murcianas.
Acnur, según ha remarcado Fritz-Prguda, sigue de cerca la situación en Málaga porque, dice, “estadísticamente es muy probable que haya personas huyendo de la guerra y la violencia”. “Y las personas refugiadas, aunque no pidan asilo en el primer momento, siguen siendo personas bajo el amparo del Acnur”, recuerda.
En declaraciones a los periodistas tras la presentación del libro fotográfico “Mujer, todos somos una”, la representante de Acnur en España ha señalado que, aunque “objetivamente” el Ejecutivo ha atravesado “obstáculos” como haber estado “mucho tiempo en funciones”, ha tenido “plazo bastante” para poner en marcha un plan para responder al aumento de llegadas a las costas españolas.
No obstante, ha recalcado que en todo caso el número “no debe constituir una emergencia” porque “un gran país como España puede manejar perfectamente 25.000 solicitudes de asilo o 20.000 o más llegadas de flujos mixtos a sus costas”, más aún cuando se comparan con las cifras de otros países del Mediterráneo.
Así, Acnur ve “grandes lagunas” en los puntos de llegada de personas migrantes migrantes, desde las infraestructuras hasta los lugares donde hacer el primer reconocimiento a estas personas, pasando por recursos humanos y materiales.
“Falta un plan coherente”, ha zanjado Friz-Prguda, que ha mostrado su deseo de que “todos hayamos aprendido las lecciones del pasado” como fue la llamada “crisis de refugiados” de 2015 en Europa, que en todo caso arrojó unas cifras muy por debajo de países como Uganda, que,.a su juicio, “pequeño y pobre está acogiendo a más de un millón de personas de Sudán del Sur con una generosidad inmensa”.
