Una carta de 60 internos del CIE de Madrid denuncia la falta de información durante el brote de sarna
Cerca de 60 números acompañan a las cerca de 60 firmas que sustentan su queja. Corresponden a internos del Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid que, tras ser testigos hace un par de semanas del contagio de sarna de cuatro de sus compañeros, han decidido sentarse frente al papel para lanzar sus denuncias una vez más. Nuevos lamentos que se acumulan a viejas reclamaciones sin respuesta: la escasez de higiene, el incumplimiento de los plazos mínimos de aviso previo a la deportación, instalaciones reducidas, falta de información y de acceso a actividades recreativas... “Y tienen la desvergüenza de decir que no estamos presos”, lamenta el portavoz de los firmantes.
La carta, redactada por una persona de nacionalidad venezolana y ratificada por alrededor de 60 inmigrantes más, ha sido registrada en el juzgado que controla el CIE de Madrid y enviada a este medio a petición de los propios internos, con el objetivo de difundir su contenido.
El brote de sarna, detectado a finales de marzo en el centro de internamiento de Aluche, protagoniza el inicio de la misiva. La carta describe cómo los internos se inquietaron al ver las celdas 12 y 10 del módulo dos “cerradas con llave”, así como las “ventanas abiertas” sin colchones ni ropa en su interior. “Muy sospechoso”, añade.
Según describen, sus intentos de saber qué estaba ocurriendo fueron infructuosos. Preguntaron en diferentes ocasiones “al agente de guardia” pero aseguraba no poder responderles. “Nos dijo que esa información no podía dárnosla” y “que solo cumplía órdenes”. Solo nos dijo que esas personas estaban aisladas en otro módulo“.
“Preguntamos si era ébola; no nos contestó”
Algunos internos permanecían inquietos ante la falta de información y temían poder haber estado en contacto con una enfermedad contagiosa. “Preguntamos si era ébola y no nos contestó”. La incertidumbre derivó en protesta: “Todos nos negamos a entrar al comedor a cenar hasta que nos dijeron lo que pasaba”, indica el portavoz de los internos firmantes.
Entonces, les contaron algo más. “Salió el jefe de la Policía del centro nos dijo que no era contagiosa. Llevó a tres de nuestros compañeros a visitar a las cinco personas que estaban aisladas por un contagio. Estaban bien”. Sin embargo, al día siguiente, según explican los internos en la carta, “el director del centro y la doctora” les dijeron que era sarna, una enfermedad de la piel, altamente contagiosa, según fuentes médicas consultadas por este medio.
La falta de información derivó en un auto histórico del juzgado de instrucción número 6, encargado del turno de control del CIE, acerca de los hechos ocurridos el 1 de octubre en Madrid, cuando mantuvieron en “cuarentena” a varios inmigrantes más de 15 horas tras ser trasladado al hospital un interno como caso sospechoso de ébola. Los inmigrantes fueron retenidos en sus celdas sin recibir alimentación desde la noche anterior hasta las 17 horas. Según el auto, nadie les había informado del motivo por el que se les mantenía encerrados. “Sin información y transparencia, lo que se produce es el simple ejercicio de arbitrariedad policial”, sentenció el titular del juzgado, Ramiro García de Dios.
Las cuatro personas aisladas por sarna habían llegado a Madrid procedentes del CIE de Algeciras ya con la enfermedad, según confirmó la Jefatura Superior de la Policía de Madrid a Europa Press. Fuentes humanitarias recuerdan que “parece ser que no les detectaron la infección en el reconocimiento médico que les tenían que haber hecho al llegar al CIE”, como exige el reglamento de los Centros de Internamiento para Extranjeros.
Aislados durante 24 horas varios internos del CIE de Aluche afectados de sarna
Varios internos del Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) de Aluche han sido aislados este fin de semana durante 24 horas del resto de los internos porque estaban afectados de sarna, según han confirmado a Europa Press desde la Jefatura Superior de la Policía de Madrid. Se trata de cuatro personas que habían llegado a Madrid procedentes del CIE de Algeciras ya con la enfermedad. Y que para confirmar que se trataba de sarna y darles tratamiento adecuado se les ha aislado m ...
(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
Aislados durante 24 horas varios internos del CIE de Aluche afectados de sarna
Varios internos del Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) de Aluche han sido aislados este fin de semana durante 24 horas del resto de los internos porque estaban afectados de sarna, según han confirmado a Europa Press desde la Jefatura Superior de la Policía de Madrid. Se trata de cuatro personas que habían llegado a Madrid procedentes del CIE de Algeciras ya con la enfermedad. Y que para confirmar que se trataba de sarna y darles tratamiento adecuado se les ha aislado m ...
(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
Expulsados sin ser avisados
Los internos claman por ellos, pero también por los que se fueron. Denuncian el incumplimiento del plazo mínimo de 12 horas previo a la deportación de las personas internadas, establecido por los juzgados de control del CIE de Madrid. Recuerdan dos casos recientes.
“Teníamos dos compañeros, el 302 y el 338, no les habían notificado el viaje. El día 25 de marzo a las 23:50 horas se lo llevaron sin avisarle antes”, explica en la carta. “Su madre y su hermana [de uno de ellos] iban a acudir a visitarle el día siguiente desde su pueblo pero perdieron el viaje y no pudieron despedirse”, lamenta. Este periódico ha contactado con la familia del interno y ha confirmado los hechos.
“No le notificaron nada y a nosotros tampoco. No nos pudimos despedir de él, hablamos con él cuando ya había llegado a Colombia”, explica un familiar. “Nos avisó otro interno del centro, amigo suyo”, lamenta. “No sabíamos ni a qué hora aterrizaría su avión para que alguien fuese a buscarle”. El expulsado tenía 24 años, y había llegado a España cuando tenía 10, según las mismas fuentes.
“El día se hace eterno”
“No pasa el tiempo, no sabemos qué hacer”. Si existiese una frase repetida por la gran mayoría de las personas que han pasado por un CIE, sería esta. La falta de ocio deriva en su desesperación. Algunos internos que han pasado previamente por una cárcel, aseguran preferir la prisión por este mismo motivo. Allí tienen opciones para distraerse, aquí no, reiteran.
La nueva carta no pasa por alto esta denuncia. Piden a gritos actividades para entretener la espera de la temida, aunque no asegurada, expulsión [a pesar de que se trata del objetivo de los centros, menos de la mitad de las personas retenidas en los CIE son finalmente deportadas, según los últimos datos oficiales]. “No tenemos bibliotecas ni talleres, el día se hace eterno y, según los casos, tenemos que estar aquí 60 días para que nos deporten o nos suelten”, lamentan los 60 internos.
De ser así, la inexistencia de biblioteca y otros elementos recreativos, como prensa diaria o juegos de mesa, incumpliría el Artículo 44 del reglamento de los Centros de Internamiento para Extranjeros. “Fuera de los horarios específicamente establecidos para cada actividad, los extranjeros internados podrán permanecer en la sala de estar, que estará equipada con el necesario mobiliario para el descanso, así como con un receptor de televisión, y también con prensa diaria, biblioteca, juegos de mesa u otros elementos recreativos”, reza la normativa.
Falta de ropa y poco espacio
También denuncian la falta de acceso de ropa suficiente y, según afirman, 11 días después de habérsela pedido al director por escrito (por indicación de Cruz Roja), aún no habían recibido respuesta. Fuentes humanitarias afirman que, a pesar de las bajas temperaturas registradas hace un par de semanas en Madrid, el director del centro afirmó que “el que tenga ropa para ellos que la traiga, porque nosotros no la tenemos”.
Se quejan también de la mala calidad de la comida y de que el espacio del que disponen es muy reducido; para ello adjuntan un pequeño plano de las dependencias del comedor y sala de televisión junto al que añaden: “150 metros para 150 internos, menos de un metro cuadrado por interno. Humo de tabaco, ruido, peleas, hacinamiento, virus, gripes, sarna”. “Este foco de infecciones solo creará delincuencia, violencia y resentimiento”, concluye.