EEUU achaca la responsabilidad del ataque al hospital de MSF a los militares afganos
Las fuerzas afganas fueron las que solicitaron el ataque aéreo de EEUU contra el hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz, Afganistán. “El 3 de octubre las fuerzas afganas nos informaron de que estaban realizando ataques contra las posiciones del enemigo y pidieron el apoyo de las Fuerzas Armadas norteamericanas”, ha asegurado el general John Campbell, que dirige a las tropas de EEUU en ese país.
En esas mismas de declaraciones, Campbell dice que “el objetivo del ataque aéreo fue eliminar la amenaza de los talibanes pero varios civiles se vieron afectados por accidente”, ha añadido el militar. El bombardeo impactó se prolongó durante media hora e impactó directamente en el hospital de MSF , en el que murieron 22 personas, entre ellas doce personas que formaban parte del personal de la organización y tres niños. El general ha asegurado que la investigación sigue en curso y que los militares garantizarán la transparencia de la misma.
Esta nueva versión de los hechos contradice a la inicial en la que los portavoces militares aseguraron que el bombardeo iba dirigido contra individuos “que estaban amenazando” a sus fuerzas militares, y que podían haberse producido daños colaterales “en instalaciones médicas cercanas”
La organización humanitaria aseguró este sábado que “todas las partes del conflicto, en Kabul y Washington, estaban informadas de la localización precisa (con coordenadas GPS) de las instalaciones de MSF”. La ONG indicó que, como hacen siempre, comunicaron sus coordenadas en “múltiples ocasiones” en estos meses. La última vez, el 29 de septiembre.
El Gobierno afgano justificó el ataque tras culpar a los talibanes del bombardeo por “ocultarse” en el hospital durante los choques con las tropas afganas, que contaban con apoyo aéreo estadounidense. “Fue terrible ver la pérdida de vidas de médicos de MSF, pero lamentablemente los terroristas decidieron ocultarse en el hospital”, se excusó el portavoz del Ministerio del Interior, Seddiq Seddiqi, en una rueda de prensa en Kabul, la tarde del sábado.
Sin embargo, Médicos Sin Fronteras negó esta información: “Las puertas del hospital de Kunduz estuvieron cerradas toda la noche, así que ninguna persona que no fuera parte del personal sanitario o paciente estaba dentro cuando tuvo lugar el bombardeo”.
Sobre este aspecto, también se pronunció el portavoz del Ministerio de Sanidad afgano, Wahidullah Mayar, que criticó la justificación del bombardeo por la supuesta presencia de talibanes en su interior, afeando las declaraciones de su homólogo de Interior. “Cualquiera que fuera la situación, va en contra del derecho internacional humanitario bombardear un hospital repleto de personal médico y pacientes”, sentenció. Mayar fue además uno de los primeros en su Gobierno en culpar a Estados Unidos del ataque.
Esta no es la primera vez que un hospital de MSF sufre un asalto por las fuerzas militares afganas. En julio fuerzas especiales afganas allanaron el hospital de Médicos Sin fronteras en Kunduz en busca de un presunto miembro de Al Qaeda del que sospechaban que estaba recibiendo tratamiento médico.
MSF: “la realidad es que EEUU ha lanzado las bombas”
Médicos Son Fronteras ha criticado que ahora EEUU responsabilice del ataque a Afganistán y que “su descripción del bombardeo no deja de cambiar”. La organización considera que el responsable del ataque es el país norteamericano porque es “quien ha lanzado las bombas”, sentencia el director general de Médicos Sin Fronteras, Joan Tubau.
“El Ejército de Estados Unidos sigue siendo responsable de los objetivos que golpea a pesar de que forme parte de una Coalición. No puede haber justificación alguna para este terrible ataque”, critica Tubau que considera que las “constantes discrepancias” entre EEUU y Afganistán hacen más necesaria que nunca una “investigación independiente, transparente y completa”.