Qué desvela el informe secreto de la ONU que culpa a Israel del ataque a siete escuelas de Gaza
El 27 de abril el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, envió una carta a la presidenta del Consejo de Seguridad de la ONU, la jordana Dina Kawar, junto a un sumario de 22 páginas con los resultados del Comité de Investigación sobre la última gran ofensiva israelí contra Gaza. La conclusión: el Ejército israelí es el responsable de los ataques en los que murieron 44 palestinos y 227 fueron heridos. eldiario.es ha tenido acceso a la carta y al sumario de los detalles recogidos en el informe de 207 páginas que se mantiene oculto al público.
Desde Gaza el portavoz de UNRWA, Adnan Abu Hasna, asegura que se trata de “un informe profesional y neutral” que es “la conclusión de que el Ejército israelí es responsable de los siete ataques y la condena del uso de escuelas como depósito de municiones”.
Ahora se espera que las partes acepten su responsabilidad. “En UNRWA seguiremos dialogando con la ONU en Nueva York para estudiar los próximos pasos”, explica Abu Hasna. “Se requiere rendir cuentas, sobre todo porque siempre enviábamos a los israelíes las coordenadas de las instalaciones”.
Análisis del Comité frente a la versión israelí
“Lamento el hecho de que al menos 44 palestinos murieron como resultado de las acciones israelíes, y al menos 227 fueron heridos, en las instalaciones de la ONU utilizadas como refugios de emergencia”, expresa Ban en la misiva a la presidencia del Consejo de Seguridad. “Las instalaciones de la ONU son inviolables y deben ser lugares seguros... No escatimaré esfuerzos para asegurar que dichos incidentes jamás se repitan”, prosigue.
Es la segunda vez que Ban establece un Comité de Investigación tras una operación israelí sobre la Franja de Gaza, el primero fue en 2009. El reciente Comité visitó la Franja entre el 26 de noviembre y el 13 de diciembre, dirigido por el general retirado Patrick Cammaert, exasesor militar del departamento de Operaciones de Mantenimiento de Paz.
Los primeros bombardeos israelíes contra sitios de Naciones Unidas ocurrieron el 21 y 22 de julio, contra una escuela en Maghazi y dejó varios palestinos heridos y provocó daños en el edificio. Según el sumario, el 19 de julio el Ejército israelí “emitió mensajes a los residentes del campo de refugiados del Maghazi pidiéndoles evacuar a Deir al-Balah”. Israel ya había impuesto, unilateralmente, una zona de exclusión en casi toda la mitad este de toda la Franja de Gaza, zona en la que se encuentra dicho campo. Los vecinos pensaron, sin embargo, que en la escuela de la ONU estarían a salvo. UNRWA, al ver que los bombardeos arreciaban, decidió evacuar la escuela.
En el momento del ataque israelí “más de 300 todavía permanecían”, se detalla en el sumario. “La escuela fue bombardeada a nivel del tejado por fuego directo de un tanque israelí”.
Según el Comité, “ninguno de los testigos que habían dado testimonio a UNRWA habían sido conscientes de actividad de grupos militantes en la escuela o sus proximidades”.
El 22 de julio, UNRWA coordinó con el Ejército israelí un periodo de dos horas para un pasaje seguro y que un equipo de UNRWA pudiera visitar el colegio. “Estaban en vehículos claramente señalados como Naciones Unidas, aparcados a plena vista en la mitad del patio de la escuela” –señala el sumario–. “Uno del equipo, vistiendo un chaleco luminiscente con símbolo de Naciones Unidas, fue al tejado para examinar el ataque del día previo. Mientras estaba allí, dos rondas de morteros impactaron en edificios cercanos a la escuela. El miembro del equipo salió corriendo del tejado”.
Expertos israelíes en municiones no pudieron sacar conclusiones claras con las fotografías de los fragmentos, no determinando si fue un mortero israelí o un cohete palestino. La conclusión del Comité apunta a que fue un mortero de 81mm lanzado por el Ejército israelí.
Sobre el segundo ataque analizado, el del 23 de julio contra una escuela de UNRWA en Deir al-Balah, la versión del Comité, que afirma que se trató de “fuego directo de las Fuerzas de Defensa Israelíes, usando un proyectil de 120 mm alto explosivo (HEAT)”, es diferente a la del Gobierno israelí, que informó al Comité de que el incidente había sido examinado y no había sido posible identificar ninguna operación del Ejército. El bombardeo provocó varios heridos.
El tercer ataque ocurrió el 24 de julio en Beit Hanún, al norte de Gaza, zona en la que las tropas israelíes habían penetrado en la operación terrestre. La escuela de la UNRWA albergaba a entre 2.000 y 4.000 desplazados a los que UNRWA insistió en que abandonaran el refugio y continuaran hacia el oeste. Si bien algunos prefirieron permanecer ahí, la gran mayoría abandonó la escuela. En el momento del ataque israelí había unas 450 personas.
“UNRWA contactó con la Administración de Coordinación y Enlace de Israel y repetidamente solicitó que una ventana de oportunidad fuera concedida [para el propósito de evacuar su plantilla del colegio]. Tal ventana no fue concedida para cuando ocurrió el incidente”, atestigua el sumario. Fuego directo de mortero israelí golpeó la escuela y “entre 12 y 14 residentes fueron asesinados y 93 heridos, algunos gravemente”.
El Gobierno de Israel señaló que el colegio no había sido el objetivo del ataque, pero en informaciones posteriores al Comité señaló que existían “motivos de sospecha razonable de que el incidente implicaba una desviación de la normativa de las Fuerzas de Defensa Israelíes”.
Los hechos del 28-29 de julio sucedieron en una zona con alta densidad de población, el barrio de Zeitun en la ciudad de Gaza. Allí, una escuela de la UNRWA fue también atacada por fuego israelí provocando varios heridos. Se informó sobre movimiento de milicias palestinas en sus alrededores.
Jabalia y Rafah: los ataques más mortales
Bombardeos israelíes en un colegio de UNRWA en el campo de refugiados de Jabalia y en Rafah dejaron 17 y 15 palestinos muertos, respectivamente, y varios heridos, además de daños físicos en las escuelas. Fueron los ataques más mortales en instalaciones de Naciones Unidas.
En Yabalía “el Comité encontró que el incidente fue atribuible a las acciones de las Fuerzas de Defensa Israelíes y que el Gobierno de Israel no había dado previo aviso al disparo de proyectiles de 155 MM de alto explosivo en, o en los alrededores, de la escuela”. Sin embargo, el Gobierno israelí declaró al Comité que los bombardeos habían sido contra objetivos militares y no contra el colegio, y que se había abierto una investigación criminal sobre el incidente.
El impacto del misil en Rafá sucedió a las puertas de la escuela, donde el número de desplazados (principalmente beduinos del este de Rafá) era alto. “Un misil de precisión guiado, lanzado desde el aire por las Fuerzas de Defensa Israelíes, cayó en la carretera fuera del colegio, a 5 o 6 metros de la puerta del colegio”, expone el sumario. Además de los muertos, entre 25 y 30 personas fueron heridas.
Sobre este ataque, el Gobierno israelí apunta que el Ejército israelí “había lanzado un misil desde el aire a la motocicleta que llevaba a tres militantes de la Yihad Islámica en Palestina. En el momento en el que quedó claro que en ese momento la moto pasaba frente a la puerta del colegio ya no era posible desviar el misil”.
Los últimos tres sucesos investigados fueron los relacionados con la presencia de armamento de milicias palestinas en tres colegios de UNRWA.
“Estoy consternado de que grupos militantes palestinos pusieran las escuelas de la ONU en riesgo al usarlas para esconder sus armas. Los tres centros en los que se encontró armamento estaban vacíos en ese momento y no estaban siendo utilizados como refugios”, señala Ban Ki-moon en la carta.
Complejidades israelíes y especificaciones de la ONU
Israel destacó al Comité las complejidades de llevar a cabo operaciones militares en el entorno urbano, señalando que mezquitas, colegios, hospitales y otros objetos civiles habían sido usados para guardar cohetes, armas o como centros de comando. Afirma, asimismo, que la descentralización de toma de decisiones del alto mando trajo como consecuencia que comandantes subalternos tomaran decisiones en tiempo real bajo fuego, pero que las instrucciones del Ejército a sus tropas eran de garantizar el cumplimiento de la ley de conflicto armado y minimizar el daño a civiles en lugares sensibles, de ahí que, por ejemplo, se seleccionara el uso de ciertas armas o municiones como misiles de precisión guiados.
Por su parte, la ONU afirma que el 11 de julio de 2014 (tres días después de que Israel lanzara la Operación Margen Protector), el coordinador especial de la ONU y el comisionado general de UNRWA enviaron una carta al Ministerio de Defensa de Israel con la lista de instalaciones de la ONU en Gaza y sus coordenadas, indicando que en caso de desplazamiento algunas de ellas serían usadas como refugios, lugares inviolables según la ley internacional, incluyendo la Convención (1946) sobre Privilegios e Inmunidades de la ONU. Además, tal y como señala el sumario, cada día, dos veces al día, la UNRWA enviaba las coordenadas de sus instalaciones a Israel.