Frío, lluvias y ataques en alta mar: más riesgos para los refugiados que llegan a Grecia
Con un pie descalzo y empapada por la lluvia que ha caído sobre la embarcación en la que ha cruzado el Egeo, una niña camina aterrorizada con la ayuda de sus compañeros de viaje. Una mujer tapa con una manta a su hijo, rodeada de los chalecos en los que depositaron una parte de sus esperanzas de salir con vida de la travesía que acaba de terminar, según muestran imágenes de AP. Varios hombres elevan a su bebé minutos antes de pisar tierra. Acaban de arriesgar su vida para llegar a la isla griega de Lesbos, como el más de medio millón de refugiados y migrantes que lo han hecho a lo largo de 2015.
Ni las lluvias de estos días, ni los ataques en alta mar, ni el propio riesgo inherente de cruzar el Egeo en embarcaciones repletas de gente les ha frenado. El invierno se acerca, y cientos de familias de refugiados continúan llegando cada día a las orillas de las islas griegas de Lesbos y Kos.
Cerca 27.000 personas han alcanzado estas costas durante el fin de semana en un viaje con varios frentes: mientras la precariedad les empuja a atravesar el mar a pesar del mal tiempo y atraídos por descuentos especiales de traficantes, algunos se chocan con abordajes y ataques de encapuchados, según ha denunciado Human Rights Watch.
HRW denuncia ataques a embarcaciones de refugiados
Los asaltos que sufren algunas embarcaciones repletas de refugiados habían sido denunciadas hace meses por varios refugiados a su llegada a las islas. Human Rights Watch (HRW) ha lanzado la denuncia este miércoles tras recopilar varios testimonios y mantener conversaciones con la Guardia Costera de Grecia, que también ha trasladado a la ONG situaciones similares en las que se habla de ataques contra refugiados cometidos por hombres con uniformes parecidos a los de los guardacostas. Las autoridades griegas han abierto varias investigaciones para esclarecer estos casos.
Un vídeo captado por Eric Krempson, un ciudadano que ayuda a las personas que llegan a la isla de Lesbos, recogía hace unos meses la misma denuncia de un grupo que acababa de desembarcar en la isla. En este caso, los refugiados creían que la embarcación era de los guardacostas turcos, ya que según dicen, los asaltadores se identificaban como tal.
“Intentaron hundirnos, matarnos, no salvarnos”, dice uno de los jóvenes recién llegados ante la cámara. El vídeo, grabado por un particular en el momento en el que los migrantes y refugiados ya están en la orilla, recoge las impresiones de los refugiados y del propio voluntario, quien asegura también haber visto el incidente.
“Los guardacostas turcos han intentado hundir la lancha”, dice el voluntario. “Lo estábamos viendo desde lo alto con los prismáticos, las imágenes eran increíbles. También vimos ayer como este barco turco perseguía otras embarcaciones”, continúa.
“Los guardacostas estaban dando vueltas y vueltas a la lancha, intentado hundirla, lo hemos visto desde arriba. Vimos algo parecido ayer”, afirma. En otros casos recogidos por HRW, los refugiados identificaron la bandera griega en la nave de los atacantes.
Descuentos por viajar con frío y lluvia
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha alertado esta semana de que podría seguir aumentando la llegada de refugiados e inmigrantes a Europa a pesar del mal tiempo, ante el temor a nuevos cierres de fronteras y por un nuevo factor que empuja a estas personas al mar a pesar de las lluvias: los traficantes están ofreciendo descuentos para viajar pese a las malas condiciones meteorológicas, según ha denunciado la Agencia de la ONU.
“Refugiados con los que hemos hablado durante el fin de semana nos han dicho que los traficantes están ofreciendo descuentos por cruzar en medio del mal tiempo y por subir a más personas en las embarcaciones”, explicó la portavoz de ACNUR, Melissa Fleming.
Por ello, la agencia de la ONU ha instado a que “las operaciones de búsqueda y rescate se refuercen aún más en esta zona para reducir los riesgos”. Asimismo, la portavoz ha alertado de que el caos que se ha vivido en los últimos días en las islas griegas pero también en las fronteras de algunos países balcánicos continuará a menos que se mejores las condiciones de recepción y acogida de inmigrantes y refugiados.
Según Fleming, “el pico en las llegadas a Grecia está incrementando marcadamente la presión sobre la recepción en las islas”, ya que muchos de los que llegan “están desesperados por seguir avanzando, por temor a que las fronteras que tienen por delante se cierren”, después de que Hungría procediera el sábado al cierre de su frontera con Croacia, tras hacer lo propio con Serbia el mes pasado.