El Gobierno propone atajar el “drama del Mediterráneo” con un plan para devolver a los que llegan
El día en el que los ministros de Interior y Justicia se reunían para intentar ponerse de acuerdo sobre la recolocación europea de refugiados, el Gobierno español, que se opone a acoger el número de personas establecido por la Comisión Europea, ha presentado en Luxemburgo su propuesta para acabar con “el drama humanitario del Mediterráneo”: un programa europeo de devoluciones.
La esencia de la reunión en cuanto a los asuntos migratorios se basaba en buscar el consenso sobre cómo repartir el creciente número de refugiados que está llegando a Italia y Grecia de forma irregular: discutir el programa de cuotas propuesto por la Comisión Europea, centrado en la reubicación a otros estados miembros de personas de origen sirio y eritreo que huyen de la guerra y la persecución. No son, por tanto, inmigrantes económicos y no pueden ser rechazados, según tratados europeos como el Convenio de Ginebra. Pero, durante su intervención, el ministro del Interior español ha atacado este sistema de recolocación y ha defendido la creación de un “Programa Europeo de Retorno”.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha propuesto al resto de los ministros de la Unión Europea un proyecto “para desarrollar diversas acciones concretas como la ejecución de retornos, la organización de misiones de identificación, el desarrollo de programas de retorno voluntario” y la realización “de soluciones técnicas por parte de las administraciones de los países de origen para facilitar la identificación de sus nacionales”.
En este sentido, el Ministro del Interior ha insistido en su rechazo al programa de reparto de refugiados. “Lo que vamos a hacer con esa propuesta es distribuir el problema entre varios Estados miembros pero no solucionar el problema”, ha dicho el ministro del Interior español. “Nos tememos que esa iniciativa pueda generar un efecto llamada y, por tanto, no sólo no contribuir a resolver el problema sino en su caso a incrementarlo ya que las mafias criminales que están traficando con esas personas si ven que si los inmigrantes que llegan a Europa van a ser distribuidos por los diferentes Estados miembros, no van a parar de realizar el tráfico criminal de personas”.
Aunque el comunicado del Gobierno no lo especifica, este hipotético plan solo se podría aplicar sobre inmigrantes económicos en situación irregular, nunca sobre los refugiados.