Informes de médicos acreditan lesiones en fallecidos y supervivientes de la tragedia de Ceuta
Ya no son solo testimonios. La ONG Caminando Fronteras ha finalizado su informe pericial donde prueba con partes médicos independientes y fotografías que al menos uno de los cuerpos de los fallecidos presentaba una “lesión circular”y “dos heridas abiertas lineales” y que siete de los supervivientes resultaron heridos durante la tragedia de Ceuta, supuestamente por el impacto de pelotas de goma disparadas por el Instituto Armado.
Los integrantes de la ONG, tras visitar las morgues de los hospitales de Hassan II de Fnidq y Mohamed VI de Mdieq, donde observaron algunos de los cadáveres y después de entrevistar a familiares de las víctimas y representantes de los centros, constatan lesiones compatibles con los disparos de pelotas de goma en los cuerpos sin vida de los fallecidos durante la tragedia de Ceuta. Un hecho que podría probar una relación directa con el uso de material antidisturbios por parte de la Guardia Civil y las muertes posteriores.
Además, el informe de un médico certifica las lesiones de uno de los cadáveres. Son las heridas del cuerpo sin vida de Armand, un joven de 16 años, ahogado en las aguas fronterizas el pasado 8 de febrero. Gracias a la intermediación de la ONG Caminando Fronteras, su padre pudo viajar desde Camerún a Tánger para identificar a su hijo. Una doctora del Colegio de Médicos de Málaga, a través de una fotografía enviada por su progenitor, aprecia “una lesión circular, limpia en su borde” de “unos 5 milímetros de diámetro” y “dos milímetros de profundidad”. También menciona “dos heridas abiertas lineales”.
Segun toda la información recabada por el colectivo, los cadáveres visitados presentaban las siguientes heridas físicas: uno de los cuerpos de la morgue de Fnidq tenía una “rotura completa del labio superior y una pequeña herida en la frente”; de los siete fallecidos situados en el depósito de Mdieq, uno “tenía la cabeza totalmente vendada” y, por último, tres de ellos presentaban heridas en la oreja, bajo el ojo y en el pecho, respectivamente.
Los testimonios de los heridos y sus certificados médicos
“La Guardia Civil tiraba gas en el agua, y ese gas me sofocaba. Cuando he llegado a la playa en las rocas había un guardia que puso el arma sobre mi cabeza y me dijo que volviese. Dije en árabe que ”la“ que no puedo, entonces disparó y volvió a disparar de nuevo”, dice el testimonio de un camerunés de 23 años recogido por Caminando Fronteras.
Según detalla el informe del Hospital Público de Tetuán, este joven camerunés fue ingresado el 6 de febrero, día de la tragedia, por las fuerzas de seguridad marroquíes “tras constatar la gravedad de las lesiones”. El documento especifica las heridas: “Gran edema de párpados superior e inferior de ojo derecho que no permite apertura ocular (...). Lesión dérmica circular de 4 cm de diámetro localizada en el centro de la frente a la altura del nacimiento del cabello”.
“Toda mi cara se hincha de repente, hay un momento que pierdo el conocimiento, no puedo avanzar, no puedo volver. Me quedé 15 minutos en el agua, y el flotador me ha salvado, me he recuperado un poco y he vuelto hacia el otro lado. Un amigo ayudó a salvarme”, termina de contar su relato esta persona que asegura haber estado esperando en el lado marroquí durante tres horas sin ser asistido, pero remarca bien la autoría de su agresión: “No puedo ver, el que me ha hecho esto era un 'guardia' que estaba en las piedras”.
No es el único. La ONG, la primera que dio a conocer la versión de los inmigrantes horas después de la tragedia de Ceuta, detalla las lesiones de siete inmigrantes más, acompañadas del respectivo informe médico, fotografías, y testimonios de los afectados. La organización, que realizó el acompañamiento de estas personas a los hospitales, menciona a siete heridos cuyas lesiones, según asegura, fueron provocadas por el impacto de pelotas de goma que, como probaron los vídeos oficiales fueron disparadas por los agentes de la Guardia Civil muy cerca de los inmigrantes.
Además el informe menciona el caso de un octavo herido que acudió al hospital por los síntomas derivados de inhalación de humo, según fue registrado en el certificado médico correspondiente.
Otro de los supervivientes, un togolés de 24 años presentaba una herida “sangrante de unos siete centímetros de largo” que necesitó “diez puntos de sutura”, según el informe médico realizado el 25 de febrero. El joven asegura ser una de las personas que logró alcanzar la orilla ceutí. A pesar de presentar las heridas que denuncia, nadie le auxilió en España.
“Llegué al otro lado. Salí del agua y tenía mucha sangre en la cara, me dolía toda la nariz. Estaba en la playa y los guardias me cogieron a la fuerza. Les enseñaba la herida y les decía que no me devolvieran, les suplicaba. Me resistía y entonces noté un fuerte golpe de la bota contra mi pecho, tuve que dejar de resistirme y así me enviaron al otro lado. Fueron los marroquíes los que me cosieron la nariz”, asegura el joven de Togo.
La versión del Ministerio de Interior español confirma que ninguna de las personas que lograron acceder a Ceuta estaban heridas antes de ser devueltas a las autoridades marroquíes. Según el ministro, Según el ministro de Interior, si alguno de los inmigrantes hubiese tenido “heridas o lesiones”, no habría sido devuelto a Marruecos. Sin embargo, este testimonio, y otros recogidos por Caminando Fronteras publicados en eldiario.es hace semanas, contradicen sus palabras.
Algo similar le ocurrió a un costamarfileño de 33 años. “En el lado de Ceuta, en las rocas había al menos dos guardias que disparaban al agua”, narra este superviviente sobre el que, según dice, le alcanzaron dos balas: una en el pie y otra en la rodilla. “Nadaba como podía y salí del agua [territorio español]. Cuando estaba tirado en la playa recibí una tercera bala en la cara. Tenía muy inflamada la cara, el ojo cerrado; me dolía un montón”.
Según corroboró un informe oftalmológico y otro médico realizados el 14 y el 25 de febrero respectivamente, esta persona sufrió un “impacto de un traumatismo frontal” y un “derrame en el ojo derecho acompañado de un edema de párpado superior que dificulta la apertura natural del ojo”.
Devoluciones ilegales, falta de auxilio y agresiones en España
El colectivo Caminando Fronteras describe en su informe el perfil de nueve de las 23 personas expulsadas -según los datos oficiales, los inmigrantes dan cifras totales variadas-.
- Menor camerunés de 16 años de edad.
- Mujer camerunesa acompañada de su marido, también camerunés.
- Dos hombres de nacionalidad maliense que llegaron a territorio español con intención de demandar asilo.
- Hombre de nacionalidad camerunesa que llegó a la playa con herida de impacto de bala [de goma], según su declaración.
- Hombre de Togo, que llegó al estado español herido de consideración por impacto de pelota de goma.
- Hombre de nacionalidad camerunesa y testigo de la muerte de Oumar Ben Sanda.
- Hombre de nacionalidad camerunesa que al llegar a la playa recibió impactos de pelotas de goma en la cara. Además, fue testigo de la muerte de Larios Fotio.
- Hombre de nacionalidad camerunesa, que declara que al llegar a la playa recibió impacto de pelotas de goma en la cara.
- Hombre camerunés.
Según la organización, estas nueve personas denuncian agresiones de distinto grado por parte de la Guardia Civil una vez alcanzada la orilla ceutí. Los inmigrantes dan detalles de los agentes que supuestamente les maltrataron. Algunos mencionan que recibieron el impacto de pelotas de goma mientras estaban exhaustos tirados en la orilla ceutí, otros aseguran haber sido golpeados con la porra para mantenerles agrupados. Ninguno de ellos recibió ningún tipo de asistencia médica en España a pesar de que algunos, según denuncian, tenían heridas abiertas por “impacto de consideración grave” y, como también demostraban los vídeos oficiales, prácticamente no tenían fuerzas para andar tras rodear el espigón a nado en estas circunstancias.
“Llevaba a tres personas conmigo. Llevaba a mi mujer que me agarraba del cuello y a dos hermanos malienses que se habían agarrado a mí. Llevaban los flotadores y no sabían nadar. Les dije que pusiesen la mano solo en el flotador, que como sé nadar, podíamos ir todos juntos”, cuenta uno de los testigos quien dice ser el primero en llegar a la costa española. “Los guardias decían 'tranquilo moreno, tranquilo'. Una mujer [guardia civil] me pegó”.
Falta de auxilio a las personas que se ahogaban
La falta de auxilio por parte de la Guardia Civil está constatada. El ministro de Interior lo reconoció bajo la justificación de la falta de permiso para acceder a aguas marroquíes, algo que quedó desmentido con la difusión de las imágenes de las cámaras de seguridad: la patrullera pasa de un lado al otro del espigón de forma constante durante el intento de entrada en el que perdieron la vida 15 personas.
Este informe aporta nuevos testimonios sobre hasta qué punto podría haber llegado la omisión de socorro de la Guardia Civil y sus consecuencias. Los inmigrantes describen cómo después de acceder a las rocas pidiendo ayuda, los agentes les empujaban de nuevo hacia el mar.
Además, aseguran que los barcos de la Guardia Civil los bloqueaban, que había heridos que intentaban llegar hacia ellos para pedir auxilio y que no se lo prestaron. “Al ver el barco piensas que si vas hacia el van a ayudarte, van a sacarte del agua. Pero no era el caso, se retiraba y te dejaba morir”, explica uno de los supervivientes a Caminando Fronteras.
El documento menciona el testimonio de cuatro personas que coinciden en que tres de los fallecidos, “tenían un latido débil” cuando fueron trasladados a la playa marroquí. La ambulancia marroquí tardó entre 45 minutos y una hora ne llegar, según detallan. De ser así, todo esto ocurría a escasos metros y a la vista de la Guardia Civil. En ningún momento, nadie llamó a Cruz Roja ni a Salvamento Marítimo.