Rajoy usa la excusa de las mafias para justificar las cuchillas de las vallas
Quienes saltan no son las mafias sino las víctimas de estas, pero Mariano Rajoy deja abierta la posibilidad de retirar las cuchillas si “se encuentra una alternativa que pueda disuadir a las mafias de la inmigración”. Esta declaración de intenciones se une a la realizada este miércoles por el ministro de Interior quien se ha mostrado dispuesto a eliminar la concertina “si se demuestra otro elemento disuasorio eficaz”. El informe solicitado por el presidente llegó hace una semana a La Moncloa pero aún no se ha tomado una decisión tajante sobre la continuidad de este elemento cortante en ambas vallas.
El presidente del Gobierno repite el discurso de Interior y añade que tomará una decisión en función del análisis que se está realizando sobre “el efecto disuasorio y los incidentes que haya podido ocasionar” la concertina, después de haber solicitado un informe al respecto al Ministerio de Fernández Díaz a posteriori de la orden de su colocación. Sin embargo, no ha detallado si se eliminarían todas las cuchillas -las de Ceuta y las de Melilla- o únicamente las que han empezado a colocarse en el último mes en el perímetro fronterizo melillense.
“Se está valorando el efecto disuasorio que tiene, si existe alguna alternativa eficaz, los incidentes que haya podido ocasionar la concertina que lleva más de 8 años sobre las vallas”, ha indicado Rajoy, queriendo destacar el hecho de que las cuchillas fueran colocadas en 2005 por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. En 2007, el entonces ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ordenó retirar una parte de ellas, pero no todas: la base del perímetro fronterizo melillense y la zona superior de la alambrada ceutí continúan desde entonces cubiertas por este material.
Precisamente fue en Ceuta donde se ha podido documentar al menos una muerte como consecuencia directa de las cuchillas. Sambo Sadiako se quedó enredado en ellas en 2009 en su intento de acceder a la ciudad autónoma. Murió desangrado. Además, ONG y medios de comunicación llevan años denunciando las graves heridas provocadas por las concertinas a las personas que intentan saltar alguna de las vallas que separan España de Marruecos.
En 2005, el informe del Defensor del Pueblo instaba al Gobierno de entonces a la retirada de la concertina, centrando su atención en la corona de los perímetros fronterizos: “La instalación de estos elementos ha sido motivo de grave preocupación. Cabe admitir que se coloquen elementos disuasorios en la parte superior de un vallado, pero colocarlos en superficie en la forma en que se ha hecho pone en serio riesgo la vida y la integridad de las personas. De hecho su principal efecto práctico sería la causación de daños corporales a aquellas personas que intentaran traspasar las vallas y fueran derribadas o cayeran sobre las concertinas”, rezaba el documento.
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Más información: Especial Valla de Melilla de Desalambre