El Gobierno: los marroquíes pueden entrar en Melilla a por inmigrantes si lo pide la Guardia Civil
Los militares marroquíes que entraron en territorio de Melilla el pasado 28 de marzo parallevarse consigo a inmigrantes encaramados a la primera de las dos vallas que marcan la frontera, lo hicieron en respuesta a una “solicitud de apoyo” que cursó el Oficial al mando del operativo de la Guardia Civil y siguiendo un “protocolo de vigilancia de fronteras”.
Así lo explica el Gobierno en una respuesta parlamentaria por escrito al Grupo Amaiur, que se había interesado por esta cuestión tras conocer las imágenes difundidas por la ONG melillense Prodein, que dejaban ver cómo los militares marroquíes cruzaban la primera de las vallas y se llevaban de vuelta a los inmigrantes.
[Fotografías: Mikel Oibar / Vídeo: Teresa García Palomo / Edición: Prodein]
En el escrito remitido al Gobierno, Amaiur se hace eco de este hecho y pregunta quién dio la autorización y por qué, cuántas personas fueron devueltas y en qué otras ocasiones se ha autorizado la entrada de agentes marroquíes a Melilla para expulsar inmigrantes.
En respuesta, el Ejecutivo sólo refiere que “la solicitud de apoyo a las Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Armadas Marroquíes fue realizada por el Oficial al mando del operativo, en virtud del vigente Protocolo de vigilancia de fronteras”.
En la madrugada del 28 de marzo, unos 800 migrantes, según los datos oficiales, intentaron entrar en Melilla saltando la valla por la zona de Beni Enzar, cercana al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Una decena consiguió superar el perímetro, entre ellas un joven que pasó varias horas subido a una farola y acabó siendo atendido por Cruz Roja. En torno a una veintena permanecieron toda la mañana subidos a la alambrada.
Prodein difundió un vídeo y una serie de fotografías que ilustraban cómo la Guardia Civil abrió la puerta de servicio de la valla para dejar pasar a las fuerzas marroquíes, que accedieron al pasillo entre la doble alambrada, suelo español según la Abogacía y la Defensora del Pueblo, y sirviéndose de bastones, forzaron a un grupo de unos 15 jóvenes a bajar y se los llevaron de vuelta a Marruecos.
La ONG incidía en que hasta aquel momento, no existía constancia gráfica de esta práctica que la Delegación del Gobierno en Melilla reconoció horas después. “Respecto a la presencia de fuerzas marroquíes entre vallas, hay que señalar que no es tan inusual”, dijo el departamento que dirige Abdelmalik El Barkani.
En cuanto al hecho de que los marroquíes se llevaran consigo a Marruecos a los inmigrantes, la Delegación, como después haría el Ministerio del Interior, aseguró que no se trataba de devoluciones en caliente porque estas personas no habían entrado en suelo español, al no haber superado todo el perímetro fronterizo, sino sólo una de las vallas.
En respuesta, el Grupo Parlamentario Socialista, registró una petición de comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para que aclarase una actuación a su juicio, “absolutamente ilegal”. El Gobierno defiende, por contra, que no se trata de una devolución sino de un rechazo en frontera, aplicando los mismos protocolos vigentes cuandogobernaban los socialistas.