Obligan a miles de refugiados a dormir en el barro a temperaturas bajo cero en la frontera serbocroata
La frontera serbocroata es un escenario simbólico y dramático en el que miles de refugiados se agolpan con la esperanza de poder cruzarla. Las temperaturas bajo cero, la lluvia y un suelo lleno de barro dificultan la larga espera a la que las autoridades condenan a los refugiados.
Llegan más de 5.000 personas diarias pero las fuerzas de seguridad solo están permitiendo pasar a pocas decenas cada hora. El resto, para no perder su turno, se mantiene en su puesto sin moverse ni para buscar comida, lo que está provocando numerosos desmayos.
“La situación es dramática”, explica al otro lado del teléfono el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán, presente en la zona. “La policía los deja pasar a cuentagotas, creando cuellos de botella que provocan empujones y atropellos y que obligan a la gente a dormir a la intemperie, sin nada, a tres grados bajo cero. Hemos tenido que subir varias sillas de ruedas porque no podían avanzar a causa del barro”.
Ni Serbia ni Macedonia han levantado campos de refugiados. Han optado por puntos de traslado rápido, una especie de checkpoints a los que empresas de transporte privadas envían autobuses para trasladar a los refugiados hasta la frontera, cobrándoles sesenta euros: un negocio ante el que el gobierno hace la vista gorda.
[VÍDEO: Imágenes cedidas por el eurodiputado Miguel Urbán]
Los autobuses dejan a los refugiados a un kilómetro de la frontera, una distancia que recorren andando. “En ese tramo los voluntarios han instalado tiendas de campaña donde les dan café y algo de comer, como si fuera una especie de carrera por etapas”, relata Urbán.
Además de Médicos sin Fronteras y de ACNUR en la frontera serbocroata hay un gran grupo de voluntarios checos y alemanes, integrados en la red internacional de Welcome Refugees. Los checos insisten en que quieren demostrar que su país no es solo ese gobierno “que dice no a los musulmanes”, sino también es solidaridad “frente a un gobierno que la entierra”.
Bulgaría, nueva vía de paso
Austria y Eslovenia permiten la entrada de unos 2.000 refugiados diariamente, pero a la frontera serbocroata llegan muchos más. Por ello algunos buscan vías alternativas, como Bulgaria, un país por el que pasan ya diariamente unos 400 refugiados, arriesgándose a ser víctimas de la brutalidad policial presente en ese país, donde hace unos días un agente asesinó a tiros a un refugiado.
Los efectos del invierno no detienen por el momento a las miles de personas que cada día prosiguen su ruta huyendo de las guerras de Oriente Próximo. Pero lo que sí hacen, sin duda, es aumentar los riesgos de su trayecto, exponiéndoles a condiciones “potencialmente mortales”, como ha advertido Médicos sin Fronteras. De hecho, ya se están registrando numerosos casos de pulmonía, gripe y meningitis.
Mientras eso ocurre en suelo europeo, el Partido Popular Europeo celebraba este jueves en Madrid un congreso en el que el primer ministro húngaro Víktor Orbán equiparó a los refugiados con “un ejército” y dijo que entre ellos hay “combatientes extranjeros”. Su discurso fue aplaudido por los asistentes.
“Mientras aquíe en la frontera la gente tiene frío y enfermedades, el PPE debate cuántas vallas poner y cuán altas han de ser. Es vergonzoso”, ha señalado el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán.