El Gobierno coloca una “triple alambrada” de cuchillas en el puerto de Melilla para evitar el paso de menores migrantes
La Autoridad Portuaria de Melilla, dependiente del Ministerio de Fomento, ha comenzado a instalar concertinas en una parte del perímetro del puerto de la ciudad autónoma. Su objetivo es evitar el acceso de personas migrantes, la mayoría menores, que buscan colarse en alguno de los barcos para escapar de su bloqueo en Melilla y alcanzar la Península.
Las ONG Prodein y Harraga han alertado de la peligrosidad de la medida y de los daños que pueden ocasionar en los menores. “Absolutamente inútil que va a traer cuantiosos beneficios a algunos y más daños de los que sufren actualmente a los menores y jóvenes que tratan de huir de la desatención que sufren en Melilla”, ha afirmado José Palazón.
El presidente de la autoridad portuaria, Miguel Marín, defiende que las concertinas “son legales” y que solo buscan un “efecto disuasorio”. La Autoridad Portuaria se gastará 467.742,34 en esta obra. Las obras se están realizando sobre un total de 590 metros lineales, que corresponden al llamado Paseo del Espaldón.
El paseo, actualmente en desuso, separa el Puerto de Melilla y las escolleras que dan al mar, por donde suelen circular y a veces dormir chicos de origen marroquíes que durante la noche intentan saltar al Puerto.
Para ello deben superar una valla ya muy deteriorada de unos dos metros de altura y después salvar un desnivel de unos cuatro metros. Son frecuentes los accidentes de estos chicos, que trepan por la escollera o salvan el muro con la ayuda, como mucho, de una cuerda. Es lo que ellos llaman hacer risky, que muchas veces tiene consecuencias fatales.
La Autoridad Portuaria cree que levantando más la valla se producirán “menos accidentes”, porque los chicos no se atreverán a saltar. La altura, una vez culminadas las obras, será de cuatro metros. Entre la valla y el Puerto ya no habrá un estrecho pasillo, sino vacío.
“Es como el fuego: quema pero no te metes en él”
Sobre el posible riesgo para quien, a pesar de todo, intente saltar, Marín afirma: “Tiene unas zonas que si te pegas e intentas traspasarla lo normal es que te puedas herir. Es como el fuego: el fuego quema. Lo que no haces es meterte en el fuego. No son móviles, no persiguen a la gente. Si no hay nadie que intente pasarla ilegalmente no pasa nada”.
El pliego de condiciones incorpora un “informe justificativo de la necesidad e idoneidad” de la obra, en el que se asegura que el número de intrusiones en la zona de seguridad del puerto se ha incrementado “sustancialmente”.
La valla se refuerza con un “sistema de bayonetas y alambre de espino”. El pliego de la contratación de la obra indica que “a cada lado del vallado se dispondrán al menos tres filas de alambre de espino”.
La Guardia Civil pidió la elevación de la valla
La Guardia Civil, encargada de la seguridad del Puerto, pidió “mejorar las condiciones de seguridad del vallado mediante la elevación del mismo”, eliminando el pasillo que había entre el vallado y el el desnivel, para colocar la valla del lado del puerto, sin que quede distancia entre esa valla y el voladizo.
Según Miguel Marín, son vallas “disuasorias” que tratan de “atajar” la supuesta presión “con los medios que el Estado de Derecho nos da”. Marín cree que será “casi imposible” superarlas y explica a eldiario.es que se trata de una “triple alambrada”.
Prodein, la ONG presidida por el activista José Palazón, difundió en Twitter una foto en la que se observa a dos operarios colocando las concertinas. “Esto es lo que están haciendo en el puerto de Melilla para que los niños no se escapen de los centros y se metan en los barcos: ”Ni comidas ni mantas...“ ¡cuchillas!”, ha afirmado.desatención que sufren en Melilla“.
Rosa García, de Harraga, opina que son “vallas encima de vallas” y cree que provocarán “más accidentes y más muertes”, porque “han puesto más riesgo sin impedir el paso”. Las fracturas por caídas en esa zona son frecuentes.
“Seguirán pasando, pero con más riesgo”
Las activistas de Harraga conocían bien a Osama, un chico que murió cuando perdió el agarre de la cuerda que lo sostenía, en mayo de 2015. Tanto que fueron ellas quienes lo identificaron en la morgue, dos días después de que falleciera. Osama cayó por un lugar en el que acababan de poner una nueva valla. “Seguían pasando pero con más riesgo. Lo advertimos y a los quince días se mató Osama. ¿Impidió la valla que siguiesen pasando? No. ¿lo dificultó? Sí”. Rosa García teme que con esta nueva actuación ocurra lo mismo“
La medida también ha sido muy comentada en el grupo Opinión Popular de Melilla, que en su día fue investigado por un posible delito de incitación al odio. En mensajes a los que eldiario.es ha tenido acceso, algunos particulares piden instalar una “valla eléctrica”, a lo que otros replican que “de 30.000 voltios” y un tercero concluye: “60 mil mejor”. Otro usuario utiliza el mismo símil del fuego.
El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz declaró en su día que las concertinas sólo provocaban cortes “superficiales”, pese a que una persona murió desangrada en Ceuta en 2009 y hay fotos que evidencian que causan heridas profundas.
El comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopulos, pidió en abril de 2015 que los Estados buscasen alternativas a las concertinas para vigilar sus fronteras. En respuesta a una pregunta de UPyD, Avramopulos respondió que “aun reconociendo que el uso de verjas, reforzadas por alambre de púas u otros dispositivos, como medida de vigilancia de fronteras no está prohibido por la legislación de la UE, la Comisión no fomenta su uso y anima a los Estados miembros a utilizar medidas alternativas de vigilancia de las fronteras”.