DATOS | La Unión Europea exportó armamento a 13 países con conflictos armados en 2015
Ataques deliberados contra civiles, violencia sexual contra las mujeres, flujos históricos de desplazados y refugiados en todo el mundo, restricciones a la ayuda humanitaria. Y un negocio de armas que no para de crecer. Un nuevo dato lo confirma: 13 países que se hallaban en conflicto en 2015 recibieron aquel año armamento fabricado por los Estados miembros de la UE, según un informe reciente del Centre Delàs d'Estudis per la Pau y la Escola de Cultura de Pau.
Egipto, India, Turquía, Irak, Tailandia, Argelia, Pakistán, China, Rusia, Israel, Ucrania, Nigeria y Colombia figuran entre los 50 principales importadores de armas y material militar europeo, datos que se desprenden del Informe Oficial que la Unión Europea publica anualmente sobre exportaciones y en el que se ha basado el estudio. Estas operaciones superaron los 4.500 millones de euros, de acuerdo con los datos aportados por la investigación.
Este grupo de países vivía hace dos años un total de 16 conflictos armados, cinco de ellos de “alta intensidad”, esto es, según el criterio de los autores, “aquellos que provocan más de 1.000 víctimas mortales anuales” y “afectan a porciones significativas del territorio y la población, e implican a un número importante de actores”.
Entre estos cinco puntos rojos de violencia en el mapa destaca la guerra contra el grupo terrorista Boko Haram en Nigeria, el conflicto al este de Ucrania o los enfrentamientos entre el ejército y el Estado Islámico en Irak, que causaron al menos 17.578 víctimas mortales civiles en 2015, según el Irak Body Count (IBC).
Además, en 2015, las exportaciones de armamento europeas alcanzaron una “cifra récord de autorizaciones”. En total, se autorizó una venta de armas valorada en 195.720 millones de euros, el doble que el año anterior y un 400% más que en 2012. A diferencia de las exportaciones realizadas, que también aumentan, las autorizadas, explican, son aquellas que “pueden haber sido entregadas ese mismo año o lo serán, con mayor probabilidad, en años posteriores”.
Es decir, este dato permite prever que en los próximos años se elevará el flujo de armamento europeo a otras regiones “conflictivas” como Oriente Medio y Asia Central, cuyo crecimiento en los últimos años en autorizaciones y en exportaciones realizadas es exponencial.
La principal potencia armamentística en Europa sigue siendo Francia, que acapara el 77% de las exportaciones autorizadas en 2015 y cuyas ventas han aumentado sobre todo en los dos últimos años. Le siguen las industrias militares de Reino Unido (4%) y España (5%), del que los autores destacan su “creciente rol” desde 2010.
Las siguientes posiciones las ocupan Italia y Alemania, que desde hace años no informa de las exportaciones realizadas, según explican en el informe. Así, las cifran podrían ser mayores debido a estas reticencias de algunos Estados miembros, alertan los investigadores.
Contrarias a la normativa internacional: “No pasa nada”
Las exportaciones europeas aterrizaron en 13 países que padecen guerras o crisis sociopolíticas a pesar de que la legislación internacional regula la venta de armas a países en conflicto armado y obliga a las potencias exportadoras a evaluar los riesgos, recuerdan los investigadores en el informe. Un año antes de estas transferencias había entrado en vigor el Tratado sobre el Comercio de Armas, firmado y ratificado posteriormente por los veintiocho.
Asimismo, la UE adoptó en 2008 una Posición Común que establece, tal y como considera el Parlamento Europeo, “un marco jurídicamente vinculante” por el que se establecen ocho criterios que deben verificar los países exportadores. El tercero hace referencia a la “situación interna” del destino final de las armas europeas: “Los Estados miembros denegarán las licencias de exportación de tecnología o equipos militares que provoquen o prolonguen conflictos armados o que agraven las tensiones o los conflictos existentes en el país de destino final”.
“La legislación en Europa es la más avanzada del mundo porque establece criterios, uno tras uno”, explica Jordi Calvo, coordinador del Centre Delàs en una entrevista con eldiario.es. “Es interesante, pero su interpretación que si no hubiera ley, con el único límite de los embargos del Consejo de Seguridad. El problema está en que los grupos de personas que aplican los criterios en los Estados miembros no tienen una autoridad que le dé una respuesta sobre si un país está en conflicto armado. La decisión final es una respuesta de índole política, es totalmente arbitrario”, añade.
Al final, en la práctica, esta normativa “no tiene ningún efecto”, lamenta el investigador. “No pasa nada de nada, lo único que puede ocurrir es que una autorización de exportación que pueda haber sido correcta, con el tiempo pueda convertirse en algo más delicado. Cuando hay seguimiento de estas operaciones y se hace presión, se reconsideran. En la venta de cada año hay responsabilidad política, se pueden parar porque es una decisión de los gobiernos de cada país”, reitera.
Arabia Saudí, primer importador de armas europeas
De acuerdo con el documento, Egipto, escenario de episodios de violencia en la península del Sinaí, fue el segundo principal receptor de armamento europeo, cuyo valor ascendió en 2015 a 1.376 millones de euros. China, con focos de violencia en la región Autónoma de Xinjiang (Turquestán Oriental), es otro de los principales compradores de armas a la UE. Un año después de la ofensiva en Gaza que dejó 2.251 víctimas palestinas, Israel recibió 293 millones de euros en material militar europeo.
En 2015, Turquía reinició la guerra en las áreas kurdas, “con graves impactos sobre población civil”, señala el informe. Aquel año, el país recibió armamento de la UE valorado en 414 millones de euros. Otros importadores como India y Pakistán fueron, explican, escenario de más de un conflicto armado hace dos años.
Por otro lado, tres de los principales destinos del armamento europeo estaban siendo escenario de violencia sexual y de género vinculada a los conflictos, según el informe del secretario general de la ONU. Son los casos de Irak, Nigeria y Colombia, –previo a los acuerdos entre el Gobierno y las FARC-ECP–, pero también de Yemen, donde en 2015 se documentaron violaciones, acoso sexual y matrimonio forzado.
Aunque Yemen no figura entre los 50 principales países importadores de armas procedentes de la UE, sí es escenario de la guerra en la que está implicada militarmente Arabia Saudí liderando la coalición internacional a la que la ONU responsabiliza de un alto número de ataques a víctimas civiles. El país árabe es el primer receptor de armas europeas: en 2015 compró material militar valorado en casi 1.900 millones de euros.
El negocio de armas con Arabia Saudí ha despertado en los últimos años una oleada de críticas a los Gobiernos europeos. En España, la campaña Armas bajo control de ONG como Oxfam, Greenpeace y Amnistía Internacional ha exigido al Ejecutivo en las últimas semanas detener las exportaciones de armamento al país árabe. Pero el Gobierno no dejará de hacerlo. Este jueves, la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, ha defendido que estas operaciones se realizan con “garantías de uso final y estrictas cláusulas de no reexportación”.
Por tanto, según se desprende del documento, los países europeos abastecen a Estados con conflictos armados dentro sus fronteras y a otros que participan activamente en contiendas en terceros países. La cuarta potencia que más equipos militares importó desde Europa en 2015 es Estados Unidos, por valor de casi 1.200 millones. EEUU lidera la coalición internacional contra el ISIS junto a otros países importadores como Australia, Jordania, Rusia y algunos Estados de la UE, recuerda el documento.
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Nota: Desde la UE se exporta todo tipo de equipamiento y material militar, pero sobre todo se venden armas pequeñas y ligeras, aeronaves y buques militares, así como productos electrónicos y tecnológicos de carácter militar, según aclara el informe.