Los ciudadanos han enviado más dinero contra el ébola a través de MSF que el Gobierno
- Puedes hacer una donación aquí: www.stopebola.es
El miedo inconsciente desatado tras la aparición del primer contagio de ébola en España ha cesado. Teresa Romero se ha curado. Sin más casos a la vista, la preocupación española se calma, mientras el virus continúa sin control en el origen de la epidemia, África Occidental, donde la respuesta internacional aún no es palpable. Médicos Sin Fronteras se encuentra “desbordada” y ha pedido públicamente al Gobierno el envío de personal especializado y la apertura de un puente aéreo en su base de Canarias. La petición formal tuvo lugar el nueve de septiembre. Ha pasado un mes y medio y, de momento, tan solo ha recibido el silencio. La cantidad donada por los ciudadanos a la campaña de MSF contra la epidemia (750.000 euros) ya supera la ayuda enviada por el Ejecutivo (500.000).
Como publicó eldiario.es, varias organizaciones –ahora sabemos que Médicos Sin Fronteras es una de ellas– solicitaron al Gobierno una serie de medidas urgentes para responder a la epidemia del ébola en el origen, donde ya ha acabado con la vida de más de 5.000 personas: el compromiso de la repatriación inmediata de los voluntarios y cooperantes infectados en los países afectados, la apertura de un puente aéreo en la base logística del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Las Palmas de Gran Canaria para transportar material y profesionales al terreno, y el envío de personal especializado que pueda participar en la lucha contra la epidemia, como militares o unidades de bomberos.
“España tiene la ocasión de liderar una respuesta contundente en el origen del problema. Acabar con la epidemia del ébola es posible, pero hacen falta medios”, ha denunciado el presidente de Médicos Sin Fronteras España, José Antonio Bastos. “Si nos da tanto miedo que lleguen casos a España, lo lógico es atajar el brote en los países donde el virus está expandido”.
“Sabemos cómo erradicar el brote y, eso, es un lujo que no tenemos en la lucha contra otras enfermedades, como la tuberculosis o el sida. Se necesita igualar la acción internacional a la magnitud de la emergencia”. Médicos Sin Fronteras, la organización que está liderando la batalla contra el ébola en África Occidental, está al límite.
“No podemos más. Estamos desbordados. El número de personas infectadas sigue creciendo. Estamos asustados”, alerta Bastos, quien lleva 20 años trabajando en la organización internacional. “La epidemia está en un momento de expansión. Cada dos semanas, la enfermedad está en un momento de aceleración de su expansión. ”Cada dos semanas se duplica el número de infectados“, aseguran desde MSF. Piden ayuda.
Además de solicitar medidas estructurales al Gobierno, MSF ha lanzado una campaña de captación de fondos destinada a la sociedad civil. “Nos hace falta apoyo financiero para seguir respondiendo a la epidemia”, ha reconocido Bastos. La iniciativa Stop Ébola ha recolectado en algo más de un mes 750.000 euros de donaciones voluntarias, una cifra superior al total de la ayuda enviada por el Gobierno hasta el momento, 509.746 euros.
Pero la magnitud de la epidemia requiere una mayor cantidad de recursos. Según explican desde la ONG, los objetivos de Médicos Sin Fronteras España precisan de cuatro millones de euros“. La organización en su conjunto requiere 51 millones de euros. El plan de la ONU exige a los gobiernos una aportación total de 780 millones de euros. Estos han aportado hasta la fecha 385 millones de euros, un 49,8%.
Hacen falta médicos, hacen falta equipos sanitarios, redes logísticas para el envío de materiales, más centros de tratamiento adecuados, actividades de higiene y saneamiento... La lista parece interminable. Las necesidades se acumulan y los afectados se multiplican, mientras la respuesta de la comunidad internacional se queda, por el momento, en declaraciones de intenciones, según la organización humanitaria.
“Las brechas de la respuesta siguen siendo muchas”, sostiene la ONG. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) serían necesarias 4.388 camas destinadas a 50 centros de tratamientos en los tres países más afectados para aislar al 70% de los casos. En estos momentos tan solo están disponibles 1.126 camas. El 25%. Las cifras se traducen en una realidad desoladora: los médicos se ven obligados a rechazar a posibles infectados, que se quedan a las puertas del centro, o vuelven a sus casas.
También escasean los laboratorios necesarios para efectuar las pruebas de confirmación del ébola. La OMS pide 28. En la actualidad, únicamente 12 están operativos. Tampoco existen el suficiente personal para organizar las actividades de formación y sensibilización necesarias para disminuir el miedo a la enfermedad o a los propios médicos, la estigmatización hacia los enfermos o casos sospechosos, o la desinformación sobre la importancia de enterrar los cuerpos en base a los protocolos establecidos.
Las consecuencias de la falta de información pueden ser nefastas. “Un día llegó un grupo de personas con un famliiar ya fallecido. Nos ofrecimos para encargarnos nosotros del entierro sigiendo los protocolos requeridos, pero lo rechazaron. Transcurridas unas semanas, volvieron a la unidad 12 personas de esa misma familia. Estaban infectados”, describe Fátima Méndez, referente del departamento médico del ébola de Médicos Sin Fronteras.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas calificó el brote de ébola en África como una “amenaza para la paz y la seguridad mundiales” a principios de septiembre. Con esta declaración solicitaba a todos los gobiernos su apoyo al plan de respuesta elaborado por la OMS. Cerca de 130 países, entre ellos España, apoyaron la declaración emitida aquel día.
Semanas después, el 18 de septiembre, en la Asamblea general de Naciones Unidas, los representantes de diferentes países se pusieron frente al micrófono para anunciar sus nuevos compromisos en su respuesta contra el virus en África Occidental. Japón, China, Reino Unido, Chile o Cuba anunciaron importantes medidas para colaborar en la respuesta internacional contra la epidemia de ébola. España, cuyo ministro de Exteriores no apareció por la reunión a pesar de encontrarse en Nueva York, no mencionó ningún nuevo compromiso.
Más de un mes después, los compromisos anunciados en la Asamblea de Naciones Unidas aún “no se han visto impactos visibles” sobre el terreno, según el presidente de Médicos Sin Fronteras España. Llegan a cuentagotas cuando, recuerda, el virus “es un fuego propagándose muy rápido en un bosque seco”.