Una exresponsable de Oxfam alertó a altos cargos de la ONG de una “cultura de abuso sexual” en algunas oficinas
Una exresponsable de la Oxfam ha asegurado en una entrevista a Channel 4 News que, durante su etapa en la ONG, advirtió en reiteradas ocasiones a altos cargos de la existencia de una “cultura de abuso sexual en algunas oficinas” de la organización. Sus palabras llegan pocos días después de la noticia de que algunos trabajadores de la rama británica de Oxfam destinados en Haití pagaron por sexo a jóvenes supervivientes del terremoto en 2011.
Helen Evans, exdirectora de seguridad global en Oxfam entre 2012 y 2015, ha detallado los resultados de informes internos con entrevistas al personal que había presenciado o sido víctima de abuso en oficinas del Cuerno de África y África Oriental y Central. Asimismo, ha explicado que, en 2015, “recibió en un solo día tres denuncias” de abuso sexual contra empleados de la ONG en el extranjero.
“Hubo una mujer que fue obligada a mantener relaciones sexuales durante una misión humanitaria por parte de un trabajador. Hubo otro caso de una mujer que había sido coaccionada a cambio de ayuda, y otro donde un miembro del personal había sido despedido por abuso sexual y no lo había revelado, y entonces nos preocupó lo que podría estar haciendo. Fueron tres denuncias en un día”, relata Evans en la entrevista.
La extrabajadora, actualmente concejala del Partido Laborista británico en Oxford, ha asegurado que “trasladó su preocupación” a los altos cargos de la ONG y que se le indicó que la dirección llevaría a cabo “una revisión estratégica”. Por otro lado, afirma que voluntarios de 14 años en tiendas Oxfam en el Reino Unido también han denunciado abusos. Entre 2012 y 2014, asegura, se contabilizaron 12 denuncias. En un caso, un voluntario adulto presuntamente agredió a un voluntario menor, según su relato.
Evans también ha asegurado que en 2015 puso estos casos en conocimiento de la Charity Commission, el organismo de vigilancia de las organizaciones benéficas en Reino Unido, para que actuaran. “No me pidieron una reunión, no me pidieron hablar conmigo. Solo hubo un intercambio de emails. Insistí, insistí e insistí, y dejaron de contestarme”, dice.
En una entrevista posterior con el mismo medio, el presidente ejecutivo de Oxfam, Mark Goldring, ha reconocido que Evans “hizo un gran trabajo” y ha pedido disculpas por la forma en la que respondieron a sus denuncias. “Sin duda, me disculpo por no haber actuado lo suficientemente rápido, pero creo que nos tomamos estos casos en serio y respondimos en muchos frentes diferentes”.
“Lo que reconozco ahora, con la gravedad de los problemas que han ido surgiendo, es que deberíamos haber dotado de recursos a ese equipo más rápido, como ahora lo hemos hecho”, ha afirmado el máximo responsable de la entidad. Y ha apostillado: “Las ONG y los trabajadores humanitarios llevan a cabo un trabajo vital que salva vidas en algunas de las circunstancias más difíciles del mundo”.
El regulador británico investigará el escándalo en Haití
Las declaraciones de Evans coinciden con el anuncio de la Charity Commission, que este martes ha comunicado que abrirá una investigación sobre cómo Oxfam gestionó el escándalo sexual en el que participaron en 2011 algunos de sus trabajadores en Haití.
El regulador de las ONG en el Reino Unido analizará la manera de proceder de esa ONG después de que el diario británico The Times destapara que algunos de sus directivos y cooperantes destinados en Haití, tras el terremoto que asoló al país en 2010, pagaron por sexo a jóvenes supervivientes y organizaron “orgías” en instalaciones financiadas por Oxfam.
La organización, que percibe anualmente unos 300 millones de libras (338 millones de euros) de fondos públicos en este país, ha reconocido que la conducta de esos trabajadores fue “completamente inaceptable” pero ha negado que se tratara de ocultar los hechos. Tras el escándalo, la subdirectora de Oxfam, Penny Lawrence, ha dimitido de su cargo al admitir que se sentía “avergonzada”.
Entre otros datos, The Times informó de que Oxfam aceptó la dimisión de tres hombres y despidió a otros cuatro en el marco de una investigación sobre “explotación sexual, descargas de pornografía, abusos de poder e intimidaciones”.
Uno de los hombres que abandonó su cargo sin recibir ninguna acción disciplinaria fue el entonces director de la ONG en Haití, Roland van Hauwermeiren, que según el diario admitió haber mantenido encuentros sexuales con mujeres en una “villa” alquilada para él por la organización humanitaria.
La labor que desempeñó la organización en Haití fue parte del esfuerzo internacional para paliar los efectos del terremoto que sacudió Puerto Príncipe, que dejó 220.000 muertos, 300.000 heridos y 1,5 millones de personas sin hogar.